Xander, quien había olvidado que quería golpear a Carter, sintió la tentación de hacerlo de nuevo. Apretó los puños para evitar golpear a su tonto hermano —¿cómo se atrevía a intentar coquetear con su mujer?
No se molestó en responder a Carter, sino que se volteó hacia Alex y preguntó: —¿Tienes tiempo mañana? Almuercemos juntos.
—Claro, me encantaría venir. Y felicitaciones de nuevo, Xander. Me alegra mucho que ahora tengas esposa—, respondió sinceramente Alex, aunque no pudo evitar sentir una punzada de celos. Si tan solo su corazón estuviera listo para aceptar a una mujer, buscaría a su esposa.
—Hermano, ¿puedo ir contigo? —preguntó Carter, ansioso—. Quiero hablar con mi cuñada. Hoy conocí a una mujer hermosa que me recordó a la hermana Scarlett. Creo que me enamoré por primera vez de esa diosa...
Los puños de Xander se apretaron de rabia al oír sus palabras.
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