Ashleigh había pasado la semana anterior en meditaciones y entrenamiento guiado. Estaba cansada de ver la cara de Saul y todavía más cansada de su voz.
Tenía suerte de que él hubiera estado dispuesto a dejarla ir a casa a dormir. Los dos primeros días después de que había regresado de Verano, él no había sido tan indulgente.
Se esperaba.
Había pasado mucho tiempo, pero era necesario.
Ella y Bell habían comenzado a realizar pijamadas de nuevo. Ashleigh no se había dado cuenta de cuánto extrañaba esos momentos con su amiga.
Bromeaban, comían snacks, se burlaban de Axel y veían películas. Era maravilloso.
Bell se casaría en dos días, y Ashleigh la seguiría tan pronto como pudiera.
Ella había pensado que cinco meses serían demasiado pronto cuando Caleb se lo había dicho. Pero con cada día que pasaba, deseaba que el tiempo se acortara.
Su teléfono sonó. Ella sonrió al ver su nombre.
—Hola —dijo ella.
—Hola, tú —él sonrió.
—Te extraño —dijo ella.
在webnovel.com支援您喜歡的作者與譯者