Capitulo 9: Resignación.
El hombre es capaz de tanta crueldad como de imaginar
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¨Qu..e...¨
Me posicione a tan solo unos centímetros del suelo desgastado sin despegar la vista de lo que me había hecho sentir repugnancia hace tan solo unos instantes.Una masa de carne apenas y reconocible como un ser humano, atado a cadenas con restos de personas en su boca, fue lo primero que alcance a divisar en medio de la oscura habitación.
Por alguna razón al estar tan cerca de él, su anterior aspecto inmutable ahora era cosa del pasado. Un aterrador gemido había salido de aquella cosa, y a la vez, comenzó a retorcerse en su propia mugre, buscándome.
Co..cómo es esto posible... ¿Acaso...puede verme..?
[El termino correcto que usaría es percibir, después de todo es imposible que algo como eso pueda ver un espectro.]
Las palabras del sistema no hicieron mas que confundirme, conforme mas retrocedía.No dejaba de gemir de euforia mediante mas tiempo permanecía en aquella habitación. Algo dentro de mi pecho se estaba cerrando, y mi respiración había pasado a una mucho más lenta.
[Le recomiendo retirarse.]
Sali de mi estupor tras notar el escandalo que había provocado, aun inconscientemente.
¨S...si...será lo mejor.¨
Justo cuando estaba por abandonar la habitación, mi determinación por salir fue abruptamente pisoteada por los ruidosos pasos que se aproximaron a nuestra localización. Gire la cabeza en dirección a la puerta, y espere.No paso mucho hasta que la compuerta que antes parecía de madera fue abierta, viéndose ahora con mayor claridad las gruesas rejas de metal que la respaldaban.
Tres hombres entraron cautelosos, uno vestido con una bata blanca, y los otros dos con uniformes que no llegue a distinguir por la falta de iluminación.
¨Tks...esto es repulsivo...¨
El primero en hablar fue el de apariencia mas senil, dejando salir su repulsión al soltar tales comentarios con asco entrecortado, y a la vez tapándose la nariz por los olores a muerto que al parecer percibía.
Supongo que pierdo el sentido del olfato al estar en este estado.
Pense para mis adentros al notar el claro disgusto que tuvieron al entrar en contacto con el ambiente putrefacto.
¨¡Muévanse buenos para nada! ¨
El tercer miembro vestido de bata mando a un lado a los que aparentaban ser sus guardaespaldas con una molestia incontenible, para acto seguido extender su mano y disparar un arma de fuego en dirección a la criatura.
¡Buuum!
Había retrocedido dos pasos en cuanto el ruido ensordecedor llego a mis oídos. Aquel hombre había sacado un arma de su bolsillo y disparado directamente a lo que parecía ser la cabeza de la criatura. Era casi irreconocibles los restos que permanecieron en su lugar, y acompañado de un rio de sangre, eran en conjunto una escena de terror.
Ni una pisca de remordimiento se vio reflejado en sus inexpresivos rostros, proporcionando un panorama tenso.
El primero en hablar fue el más joven del trio, el mismo era el que mostraba una expresión mucho más pronunciada.
¨Es mas asqueroso de lo que recordaba. ¨
¨No es de extrañar muchacho, normalmente esa cosa permanece en completo silencio. ¨
En respuesta a su comentario, su acompañante respondió de forma desmotivada.
¨Si, pero...¨
¨ ¡Cállense, harán que vuelva a chillar! ¨
Aquel cullo enfado había dejado salir no era otro que el hombre vestido con la bata blanca, interrumpiendo abruptamente la conversación entre el viejo y joven guardia.
¨Si...bueno, lo sentimos jefe.¨
Hablo el mayor del dúo con la cabeza gacha.
Los firmes pasos sacaron a todos de la escena tan particular, y el primero en salir fue el denominado jefe del lugar seguido poco después por sus chacales. Ajenos a mi presencia, por mi parte permanecía quieto observando detenidamente los restos de aquella deforme criatura con un semblante serio, pues, en el momento en que estaba por salir de aquel lugar, algo termino llamando mi atención.
¿Qué está pasando aquí...?
Me aproxime lentamente a su posición, y lo confirme por mi propia cuenta.
¿Cómo demonios...sigues vivo...?
El ver como la masa de carne aún respiraba gracias a los movimientos constantes que tenía fue un descubrimiento conjeturado. No por cuenta propia, si no por la particular señal de vida detectada por el radar proveniente de la deformidad.
¨¿Qué eres? ¨
Dije entre mormullos que dejaban apreciar mi propia incredulidad.
Acerque mi mano a su cuerpo, llegando a traspasarlo. Fue ahí cuando comenzó el espectáculo, pues por irreal que pareciera, la criatura comenzó a reconstruirse pieza por pieza, curándose completamente de cada lesión provocada por el disparo.
Retrocedí en cuanto note esta particularidad, a lo cual pese a mis dudas acumuladas, sali del lugar atravesando la pared en cuanto me percate de lo sucedido, evitando incomodar una vez mas a la moradora de aquella habitación.
Fuera de aquella prisión era una cosa completamente diferente, un cambio abismal del entorno.
¨Increible...¨
De no ser por la época en la que nos encontrábamos, podría decir con confianza que aquel lugar era un área de experimentación, en resumen, un laboratorio.
Pese a todo lo anterior el lugar no era realmente muy acogedor, y las luces no eran las mejores para iluminarlo todo, sin embargo, guardaba una limpieza decente, además de un orden admirable.
Qué se supone que hace este lugar aquí..
No tuve mucho tiempo para pensar en una respuesta a mi duda, pues el sonido de las pisadas alejandose terminaron sacandome de mi estupor en el momento en que opte por seguirlos.
....
Dos y cuarenta de la mañana, un hombre de aspecto senil se veía envuelto en una acalorada búsqueda por los confines de la ciudad de Kiosawa.
Perspectiva de Yusuke Yamashita.
¨Buf...buf...ah...ah...¨
¡Esto está mal, hace tan solo unas horas él estaba junto a mí!
El miedo se apoderaba de mi conciencia mediante mas avanzaban los segundos, provocando por unos instantes un mareo acompañado de la dilatación de mis ojos.
¿Qué es este sentimiento? ¡Acaso me encuentro envuelto bajo sus ojos!
Mi visión se vio invadida por un fragmento del pasado, mostrándose frente a mi como...
El repentino sonido del aire siendo cortado hizo que detuviera involuntariamente mi carrera por la ciudad, dejándome ver por una fracción de segundo unos ojos familiares.
Palidecí del terror que me había provocado tal escena, cayendo al suelo con los ojos temblorosos.
¨! Quién eres ¡¨
Grite con furia tras verlo desaparecer tan pronto como me vio caer, dejándome como ultimo fragmento de su rostro una diabólica sonrisa.
Chasquie mi lengua al no recibir respuesta.
¨! Muéstrate cobarde ¡¨
El sonido de pisadas provenientes del callejón frente a mí me saco instantáneamente del frenesí de emociones que estaba sintiendo.
¨¿Cobarde yo...? cuanta hipocresía en una sola palabra proveniente de ti.¨
Su risa retorcida fue lo que me saco de mis casillas una vez más. Aprete los dientes al escuchar su voz...era exactamente como lo recordaba.
Cada paso era un latido mas a mis pulsaciones, mientras el terror y el enojo invadían mi cabeza.
Su inolvidable tes pálida, la misma variante de colores que adornaba su cabellera, acompañado de sus singulares ojos de gato.
¨A pasado mucho tiempo...señor Yusuke.¨
Refleje el odio que sentía atravez de mi mirada, cosa que noto de inmediato
¨O vamos, no tiene que estar tan enojado conmigo, tenga en consideración los años de convivencia junto a su aclamada familia de víboras. ¨
Su voz era demasiado amigable, y el cómo movía las manos era espantoso.
¨Era de extrañarse que uno de ustedes hubiera tardado tanto tiempo en recurrir a mí.¨
¨ ¡Es suficiente, no te atrevas a mencionar el pasado! ¨
¨ ¿Eh? A que se refiere, si es usted el que quiso verme para empezar, ¿Acaso no está siendo hipócrita de nuevo? ¨
¨¿Qué...?¨
Baje la cabeza en confusión, reflexionando profundamente en sus palabras. Para cuando me percate de lo que estaba sucediendo era demasiado tarde, el mismo truco utilizado contra mi familia hace tan solo ocho años era el mimo con el que me tenía aprisionado.
Subí la cabeza lo mas lento que pude rogando que todo fuera una simple ilusión, sin embargo, al momento en el que elevé mi rostro por completo.
¡Pumm!
¿Por qué...?
Fue lo último que pude acomodar en mi cabeza tras ser golpeado por un hombre de aspecto robusto.
...
Sentía frio, mis dedos temblaban por la baja temperatura a la que se me había expuesto tan repentinamente.
¨Ah...ah...¨
¿Donde estoy...?
No me atreví a hablar en voz alta dejando al descubierto mis incógnitas a mis enemigos, pese a eso, la imagen del muchacho al que debía buscar provoco un necio abrir de ojos por mi parte. Gruñí de dolor al instante, en verdad no había durado mucho tiempo con los ojos abiertos, siendo principal responsable de ello la potente e insoportable luz que me hizo ver estrellas.
El gruñido de satisfacción de alguien fue el detonante a mi angustia.
¨Tks...¨
Había intentado levantarme y atacarlo, pero no podía, tenía amarradas todas mis articulaciones a una silla, y ante todo pronóstico, hablar no era una opción viable en este momento.
Entreabrí uno de mis ojos para poder verlo, no fue una visión perfecta, pero me sirvió para notar que había más de una persona frente a mí.
¨Hagan informar de inmediato al jefe que cumplimos con su petición, y que el otro grupo ya está en camino.¨
¿Eh? ¿Otro grupo...? ¿jefe?
Las dudas nublaron mi cabeza por unos instantes, dejándome varado en un mar de posibilidades por un lapso de tiempo indeterminado, hasta que un sonido termino sacandome de mi estupor.
¨¿Umh? ¨
La puerta de la habitación había sido abierta con suma lentitud, a lo cual aprete los puños con fuerza y contraje los dedos del pie a la par que ejercía toda la fuerza que me quedaba para zafarme de mis ataduras.
¨Es inútil...¨
...
Por una décima de segundo mi mundo había caído en picada tras la voz que me había hablado, la fuerza que había reunido para escapar, se vio afectada por mis emociones.
¨Es inútil...¨¨Es inútil...¨ ¨Es inútil...¨
Era imposible no enredarme con sus palabras, después de todo, hace más de 10 años que no las escuchaba.
¨Sera mejor que nos dejen solos. ¨
Palidecí ante su mera precensia, armando el rompecabezas en mi mente, terminando en una simple conclusion.
¨Tks...era de esperarse, tras nuestra partida, que tomarías el dominio completo de todo.¨
Mi voz era demasiado débil, no era capaz de hablar con mi tono habitual. La luz fue retirada de mi rostro por su mano, y fue posicionada en esta ocasión en el rostro de mi interrogante. Abrí los ojos con sorpresa, sin querer creerlo.
¨¡Tu maldito demonio, te muestras frente a mi como si nada después de todos estos años! ¨
Mis emociones habían dominado mi juicio, al ver ese mismo rostro de presumido.
No había recibido respuesta hasta el momento, y eso solo me hacía enfurecer aún más, a lo cual bajando la cabeza y apretando los dientes al igual que mis manos opte por escucharlo.
Tengo que oírlo de él...
¨Pobre... ¿Esperabas que mostrara arrepentimiento? ¨Abrí ambos ojos producto del amargo odio que sentía.
¨¡Bastardo, se suponía que estabas muerto¡ Tú... ¿¡Este fue tu plan desde el principio¡?¨
¡Pumm!
Una bocanada de sangre había sido expulsada de mi boca tras recibir un potente golpe de mi captor.
¨Guarda silencio.¨
¨Tks...¨
Aguante las ganas que tenia para defenderme, y me limite a observarlo. Su rostro no había cambiado en nada, era como si los largos años que transcurrieron desde el incidente no le hubieran pasado factura.¨
Sigues siendo el mismo deplorable anciano de siempre, Yusuke.¨
Matsuda había dejado de hablarme cara a cara, y se encontraba recorriendo el claustrofóbico espacio que proporcionaba la habitación.
¨Creí...creía que después del incidente con nuestros parientes, todo esto terminaría en un instante, sin embargo...¨
Repentinamente la lejanía que se había formado por el corto periodo de palabras había sido roto, terminando con nuestras miradas una frente a la otra.
¨El tenerte aquí hoy es una muestra de lo débil que fui en el pasado, y el hecho de que no te haya mandado a asesinar en cuanto supe de tu existencia...¨
La voz de Matsuda se había vuelto mas grave, mientras que sus parpados se hacían mas diminutos.
¨Me hace pensar en lo débil que sigo siendo, Yusuke...¿Sabes lo que se siente, no es así..? El sentimiento de debilidad.¨
El como pronunciaba mi nombre era simplemente espeluznante, pero el hecho de que estuviera confesando su culpabilidad tras la tragedia hizo que todo sentimiento de temor desapareciera.
¨Tu...tu los mataste a todos...¨
Mi voz casi entrecortada había dejado en un silencio profundo la habitación.
¨! Ellos te hubieran seguido ¡¨
Las lágrimas habían llenado mi rostro, dejándome completamente vulnerable.
¨Lo hecho, hecho esta, y no hay retorno de lo que sucedió, tampoco estoy dispuesto a tener una conferencia contigo sobre mis acciones, o lo inmoral que fue ante tus ojos, la verdad es que no sabes nada, y por culpa de tu ignorancia tus parientes pagaron el precio.¨
El desinterés con el que hablaba solo lograba someterme a la locura.
¨Además si estoy aquí hoy no es por otra cosa que hablar del futuro, anciano.¨
Su fría mirada, carente de emociones o simpatía hacia cualquiera, me hizo darme cuenta de las pocas opciones que tenía.
¨Habla...Matsuda...¨
Al tan solo escuchar mi respuesta, la mirada de Matsuda había cambiado, dejándose ver una inexplicable sonrisa. Viendo su mirada, las agonizantes voces de personas gritando por auxilio llenaron mi cabeza por completo, mientras me perdía en mis propios pensamientos, atento a cada palabra que saliera de sus labios.
....
Bajo una de las cinco colinas que rodeaban la ciudad, el pálido cuerpo de un joven permanecía completamente quieto, sin importarle los fuertes vientos que arremetían sin piedad contra su cuerpo desprotegido del frio. Ajeno a esta visión, Alex se encontraba en la insaciable búsqueda de respuestas mientras recorría una de las tantas recamaras del lugar en el cual se encontraba.
Perspectiva de Kamado Alex.
¨Este lugar es bastante grande para estar tan pegado a la ciudad. ¨
[Lo más probable es que estemos yendo en dirección contraria a la ciudad.]
Rei al escuchar una vez mas las sabias palabras del sistema.
¨Sabes, si no fueras una maquina tan carente de emociones, seriamos grandes amigos.¨
Lo dicho por mi era completamente cierto, el complemento que era el sistema para un arriesgado como yo era fundamental para nuestra supervivencia.
[No es como si me interesara tus comentarios, pero déjame decirte que el mantener tu pellejo a salvo cada segundo es un fastidio.]
La sinceridad en sus palabras era casi hiriente, y hubiera replicado exhaustivamente de no ser por la habitación a la que habíamos llegado.
A primera vista no era mas que una habitación más, sin embargo, pese a lo que me decía mi visión, mis sentidos me hacían retroceder.
[¿Sucede algo?]
Entrecerré los ojos ante las dudas del sistema.
¨¿No tienes un mal presentimiento? ¨
No recibí respuesta inmediate, pero pasados algunos segundos tuve respuesta.
[He escaneado el lugar, y no hay ninguna presencia viva dentro...pero el olor que sale de ahí es repugnante.]
¨Ya veo..¨
Fruncí el ceño mientras mantenía la mirada pegada a la puerta de madera, observando con mayor claridad el mal estado en el cual se encontraba.
¨Ah...bueno, no es como si este lugar no fuera aterrador.¨
Deje caer mis hombros manteniendo la tensión fuera de mi cuerpo, e intentando sacar un lado positivo a todo, empecé a avanzar en dirección de la habitación, intentado mantener la mente fría a lo que podría encontrarme al entrar. Finalmente, terminé traspasando la puerta, y lo que vi, me mantuvo congelado.
Me fue imposible mantener mis emociones en calma, siendo prueba de eso el repentino cambio que había tomado mi rostro, pasando de la neutralidad al horror.
¨Q...Qué..¨
Las palabras no salían correctamente, y pese al miedo termine tropezando en el intento de escapar.
Fue una decisión poco efectiva.
¨¿Eh...?¨
Había terminado cayendo sobre una de las decenas de cadáveres de aquella morgue.
El deseo de dejar salir mi ultima comida empezaba a tomar mayor fuerza, al percatarme de que la mayoría de cadáveres eran pertenecientes a personas menores de treinta años.
Tape mi boca, sin tener resultado a mis esfuerzos, y un segundo antes de la desgracia, las palabra del sistema llegaron a mis oídos.
[El tiempo limite a llegado a su fin, preparándose para abortar.]
El giro de realidad me había golpeado demasiado profundo, en cuanto sentí el frio que cubría mi cuerpo no pude resistirlo mas y caí de rodillas sosteniéndome únicamente de mis manos.
¡Buagh!
¨Ah...ah...ah...¨
Al poco tiempo de terminar me había dejado caer sobre el suelo con una respiración agitada.
¨Qu..e frio...¨
[El mantenerse tanto tiempo quieto en una posición poco cómoda a la intemperie le ha traído graves consecuencias., lo mejor sería volver.]
Mantuve la mirada gacha al considerar la idea de abandonarlo todo y huir.
[¿Desea que active el piloto automático? ]
Gruñí ante la poca consideración hacia mi orgullo.
¨No es momento de bromas ¿Hemos llegado hasta aquí por nuestra cuenta no? Sera mejor que termínenos el trabajo.
¨Saque de mi inventario una linterna, y la había encendido justo al lado mío esperando encontrar algo de calor con la pequeña llama que iluminaba el lugar.
Solo necesito un segundo..
[Con que cosas tan insignificantes se pueden saciar algunos.]
Insignificantes...
Por unos instantes permanecí varado en mis recuerdos mediante mis ojos se veían cada vez mas sumergidos en el fuego
...
De repente vino a mi mente la molesta voz de unos niños de la secundaria.¨
Flashback.
¡Vamos déjenlo solo, no les va a hacer caso! ¨
La pequeña aglomeración formada por un grupo de menores al encontrar algo de lastima por uno de sus compañeros era el escenario que se materializaba en mis recuerdos. Sus miradas de pena, como si vieran a un cachorro atropellado, solo hacia que mi furia se intensificara más.
¨Tks... ¡Pueden dejarme en paz por los menos un segundo! ¨
Ese grito que había dejado salir, fue uno de los tantos errores que terminaron haciendo aún mas miserable frente a sus ojos. De entre los presentes, uno de los varones se había hecho paso entre todos hasta terminar frente a mí, para acto seguido sostenerme contra mi voluntad con una sola mano.
¨Cálmate. ¨
Su tono de voz mostraba que lo que exigía no era a medias.
¨Este no es el lugar para que desahogues tus penas, y menos frente a los que muestran algo de simpatía frente a ti.¨
Fruncí el ceño, manteniendo lo mejor posible el contacto visual.
¨No me pidas que me calme ¡No tienes derecho a pedírmelo! ¨
Empleando toda mi fuerza había logrado zafarme de su agarre, sosteniendo fuertemente las ganas de iniciar una pelea.
¨Que absurdo...vez a otros con enojo por la lastima que te tienen, y mírate nada más.¨
Su semblante había pasado a uno relajado, y a manera de burla me señalaba con su mano.
¨Pareces un pobre insecto.¨
El fin de mi paciencia había llegado, y sometido por la furia que tenía reprimida, dirigí toda mi ira contra mi compañero reflejado en un puño en dirección a su rostro.
El tiempo pareció detenerse en el instante en que mi ataque fue esquivado, y mi dirección era el suelo. Como pude acomode mis brazos para apaciguar la caída, pero no me esperaba lo que pasaría después.
¨Tch.¨
Con ambos brazos entrelazados en una equis, y con el rostro pegado al suelo, mis opciones se limitaban a visualizar con frustración al que había denominado como presa, sostener mi cuerpo contra el suelo.
Me queje entre murmullos maldiciendo mi mala suerte.
¨¡Ya déjalo ir Néstor! ¨
Se escuchaban algunos gritos de los presentes, intentando tranquilizar la situación. Pese a sus gritos, no lograba escuchar con claridad sus voces al estar tan centrado en escapar.
El reconocido como Néstor empezó a acercar su rostro a mis oídos, para susurrarme unas palabras.
¨Incluso ahora, solo piensas en escapar.¨
Quede inmóvil frente a su argumento, sin la confianza como para empezar un debate y ganar.
¨Mira a tu alrededor, ¿Aún crees que solo importas tu? ¨
¨Yo nunca e creído eso.¨
Gruñí una vez mas por el repentino aumento de presión en mis brazos.
¨No es verdad.¨
Una pausa momentánea se había formado entre nosotros, cosa que fue rota tiempo después.
¨Crees que tu dolor supera a los que te rodean, nadie puede entenderte, y ninguno es merecedor de estar a tu lado.¨
¨Mientes...no es así. ¨
¨¿Mentira? Con tan poca cosa logran hacerte estallar, te irrita que otros intenten apoyarte ¿Por qué nadie me comprende? Esos serán tus pensamientos.¨
Había dejado de intentar dialogar, y empecé a ejercer toda mi fuerza para escapar del agarre de Néstor.
¨Acciones tan insignificantes como las tuyas me hacen creer que lo que digo es verdad, porque de no ser así ¿Por qué molestarse en atacarme con tanta confianza? ¿Has olvidado contra quien te enfrentas? ¨
Involuntariamente mis ojos empezaron a humedecerse conforme perdía las fuerzas para seguir luchando. Néstor era uno de los finalistas de la competencia de karate entre instituciones, alguien como yo simplemente no era rival.
¨Te lamentas por permanecer solo, pero no te das cuenta que es por tu propia obra que no tienes a nadie.¨
Aprete los dientes con fuerza, mientras que hacía todo lo posible por ocultar mi rostro contra el suelo al sentir como empezaban a caer lágrimas.
¨Recuerda mis palabras, Alex, nunca tendrás a nadie para apoyarte, y no esperes recibir la compañía de alguien de nuevo. ¨
...
¨No esperes el final para averiguar si lo que digo es verdad, porque te prometo algo.
¨Mis brazos habían sido liberados, pero el rostro de Néstor permanecía pegado a mi oído.
¨Vas a terminar sintiéndote mas miserable de lo que hoy se sientes, si no dejas de pensar solo en ti.¨
Sus últimas palabras fueron las que más razón tuvieron.
¨Para cuando menos te des cuenta, todos los que alguna vez estuvieron a tu lado, te habrán abandonado.¨
.....
Fin de Flashback.
Con el miedo aun imprecando en mi cabeza había despertado frenético por el sonido de pasos que se aproximaba a mi dirección. Sin pensar en nada mas que evitar ser descubierto hice uso de Swift para salir de un impulso de velocidad del lugar en donde estaba reposando, terminando entre unos arbustos que cubrían mi presencia.
La luz que emitían sus linternas era evidencia aun mas concreta de que cada segundo estaban más cercanos a mí.
[El radar muestra que son solo cuatro los que vienen.]
Ya lo sé ¿Pero qué hacen cuatro personas deambulando a estas horas por las afueras de la ciudad?
De mi inventario saqué unos lentes color negro y me los puse en cuanto pude, al instante los mismos desaparecieron de la vista ajena y en mi barra de vida se añadió el símbolo de una armadura de un material similar al bronce.
¨Eso no me lo esperaba..¨
[No haga ruido.]
En cuanto el sistema me advirtió las presencias ya estaba a unos cuantos metros del arbusto en donde estaba escondido. Inconscientemente retuve mi respiración por los nervios que conllevaba el mantenerse oculto, tal escena duro unos cinco segundos más hasta que el hombre que se había parado frente a mí se marchó.
¨!No hay nadie por aquí!¨
El grito que pego hizo que sus acompañantes salieran de sus escondites hasta reunirse todos en un mismo punto. Uno de ellos era una mujer de aspecto provecto, pero que mantenía una postura firme, tres de ellos eran hombres robustos que mantenían contacto visual con la anciana.
¨Parece que no será necesario hacer uso de esto.¨ Dijo uno de los hombres mientras hacia énfasis en lo que aparentaba ser una bengala.
¿Existían las bengalas en estas época..?
[Su creación tuvo origen en el siglo 19, y en la actualidad estamos en el siglo 20, por lo que su uso no es algo raro de ver.]
Una pausa a su explicación hizo poner mis nervios alerta.
[Aunque en circunstancias como estas se puede tomar como actos de vandalismo.]
¨¿Vandalismo...?¨
Amplifique mi rango visual gracias a los lentes llegando a apreciar sus rostros con mayor nitidez.
¨Ah...que fastidio, juraría que vimos una extraña luz proveniente de aquí.¨
La mujer gruño con molestia mientras dirigía su mirada por los alrededores, hasta que finalmente hablo.
¨Eso ya no tiene ninguna importancia, ahora solo toca esperar a que llegue la carga, después de eso, habremos terminado.¨
De entre sus bolsillos saco una caja de cigarrillos, y con ayuda de su lampara lo encendió
¨Tengo entendido que esta vez no será una carga grande, por lo que podremos darnos algunos descansos.¨
¨Eso me parece perfecto.¨
Respondió inmediatamente uno de los hombres.
¨Después de todo, la paga llegara de todas formas¨
¨No te emociones tanto, Kenzo, recuerda que si llega a haber algún inconveniente en las próximas tres noches será un verdadero problema.¨
¨¿!Qué¡?¨ Replico el reconocido como Kenzo.
¨Si, se supone que dentro de unas horas trasladaran la mercancía de la casa principal a Tokio.¨
El golpe que recibió a continuación saco de su indignación al joven del equipo, quien sostuvo con dolor su cabeza.
¨!Idiota, no estes soltando ese tipo de información tan a la ligera!¨
Lo dicho por uno de sus miembros provoco un tic en mi ceja tras darme cuenta lo inútil que era permanecer tanto tiempo en las afueras de la ciudad.
Deben estar bromeando..
[Quién lo diría, hemos estado buscando en el lugar incorrecto todo este tiempo.]
Chasqueé la lengua en respuesta al sistema, y mantuve mayor atención a la conversación que se desarrollaba frente a mí.
¨!Ya te dije que lo sentía idiota!
¨Sin importar cuanto lo lamentara, el superior de Kenzo no dejo de replicarle su estupidez a punta de cachetadas.¨
Ah...¿Podrían callarse por lo menos una vez? Están arruinando mi cigarrillo¨
La aparente queja que había dado la mujer a sus acompañantes hizo que se detuvieran momentáneamente, dejándose apreciar el rostro del joven del equipo completamente rojo e hinchado.
Tras dejar escapar humo de su boca, las palabras de la mujer no tardaron en salir una vez que el lugar quedo en completo silencio.
¨Mientras mantengamos el lugar a salvo de posibles amenazas, no les importara un comino lo demás a esa familia de ricachones.¨
Un tono de molestia se había dejado notar en sus ultimas palabras, tras resaltar lo monetariamente afortunados que era la familia a la cual servían.
¨Bueno, no es de extrañar¨ Dijo uno de los hombres respondiendo a las palabras de la mujer.
¨Después del incidente de hace ocho años mas parece que se han vuelto mas influyentes en el mercado.¨
¨¿Eh?...¿De qué están hablando?¨ El responsable de plantear la pregunta no había sido otro que el joven Kenzo, el cual mantenía un semblante confuso.
¨Como que de qué¨ Replico su superior
¨¿Acaso no te enteraste del incidente que sufrió la familia Yoshikawa?¨
El rostro en blanco de Kenzo lo dejo más que claro.
¨Ah...¨
Dejo escapar un suspiro la mujer tras el intervalo de palabras.
¨No esperes que lo sepa, muy pocos son los que se atreven a contar la historia.¨
¨! Señorita Tsumugi, sería tan amable de contarme por favor¡¨
Nuevamente en el instante en que termino su petición, Kenzo fue rápidamente reprendido por su superior.
¨!Tonto como se te ocurre pedir algo así, no crees que hay una buena razón por la cual nadie habla del tema¡¨
Tras recibir nuevamente una ráfaga de golpes, el joven miro esperanzado en dirección a Tsumugi, esperando recibir apoyo.
¨Es suficiente Aoto, no culpes al chico por ser tan curioso.¨
¨Pero..¨
El reconocido como Aoto intento replicar, pero fue callado por otra voz.
¨Tsumugi tiene razón, no es de extrañar que alguien se sienta atraído por una buena historia¨
¨Kamo...¨
Susurro Aoto mientras mantenía la cabeza ligeramente reclinada.
¨Como sea.¨ Dijo Tsumugi dejando escapar humo de su boca.
¨Hace ocho años, la familia Yoshikawa se encontraba en una de sus muchas reuniones en su mansión vacacional, por temas de negocio, o algo así.¨
La narrativa fue pausada por un segundo mientras la mujer se dejaba llevar por el cigarrillo.
¨En esos años, el fundados de la compañía había muerto, y se estaba llevando a cabo un gran alboroto por decidir quien seria el siguiente al mando. ¨
¨¿Qué no debería ser el hijo mayor la cabeza de la casa tras la muerte del padre?¨
Dijo Kenzo interrumpiendo con confusión.
¨Tal y como has dicho, así debía ser.¨
Respondió Aoto en lo que se reclinaba en uno de los árboles.
¨El primogénito de la familia había sido asesinado dos años antes de la muerte del padre, y los principales sospechosos eran los hermanos, por lo tanto, no se podía llegar a una decisión.
¨El cigarrillo de Tsumugi estaba por ser consumido por completo, por lo que antes de que tal cosa pasara, la mujer lo escupió, y prosiguió.
¨Para su desgracia, en una de sus reuniones la casa se vio envuelta en un incendio accidental, dejando como sobrevivientes a unos cuantos.¨
¨Nadie sabe con exactitud si la historia es real¨ Intervino el reconocido como Kamo.
¨Lo único que se puede asegurar es que el actual responsable de la empresa hizo una alianza con una familia multimillonaria en Tokio, y gracias a eso se han mantenido relevantes en el negocio.¨
¨¿En serio? Si es una historia tan simple porque el alboroto¨
¨Si que eres cabeza hueca...¨Dijo entre lamentos Aoto.
¨No es recomendable estar fomentando la vigencia de ese tipo de historias, sobre todo dentro de la ciudad.¨
El tono de Tsumugi era sombrío, y mantenía un semblante serio.
¨Los Yoshikawa mantienen un ojo por todas partes, y no les es conveniente que otros se enteren de ese tipo de historias.¨
¨Tch...eso no importa, lo mejor será seguir con nuestro trabajo.¨
El primero en irse fue Kamo, seguido de Aoto y Tsumugi.
¨!Hey espérenme ¡¨
Los gritos del menor del grupo no tardaron, mientras corría intentando alcanzar a su grupo.
Espere unos segundos más, hasta que terminaron saliendo de mi radar, a lo cual negue con la cabeza en respuesta mi propia frustración.
¨Esto a sido una perdida de tiempo...¨
Fije mi visión en la ciudad, recapitalizando lo que había escuchado.
¨Familia...Yoshikawa. ¨
Murmure sosteniendo mi mentón con una mano.
[¿No es propietaria del edificio con el gran logo de águila?]
Fruncí el ceño.
¨Así es.¨
Mantuve una mirada perdida, indeciso de lo que debía hacer.
¨Actuar en estar circunstancias puede ser perjudicial, si intento algo arriesgado podría acabar, muerto...¨
Palmee mi cabeza con ambas manos, sacando de mi mente la posibilidad de morir.
[¿Vale la pena mantener la misión?]
Me mantuve en silencio.
¨Yo...no lo sé.¨
Perfectiva de Yusuke Yamashita.
El cansancio acumulado estaba provocando un desenfrenado agotamiento mental como físico, causándome un gran impedimento a la hora de estar despierto.Matsuda había permanecido al margen de mi situación, pero mostraba poco interés en mi bienestar y solo se interesó en hablar.
El agua fría que fue vertida sobre mi rostro provoco un desconcierto de mis sentidos, poniéndome alerta.
¨Aún no es hora de morir viejo.¨
Su voz era irritante, estaba cansado de escucharla.
¨Hay cosas que tienes que responder antes de morir.¨
Lo mire confundido, esperando su pregunta. Una vez más nuestra distancia fue rota, y quedamos con nuestros rostros uno frente al otro.
¨No me mires así, deberías esperar este tipo de peticiones.¨
Dude por un segundo, hasta que un pensamiento hizo que todo tuviera sentido.
¨¿Qué quieres saber...?¨
Una sonrisa adorno su rostro, y de entre sus vestimentas rebusco por un segundo, hasta que saco un collar. El mismo estaba hecho de madera, la cual se encontraba levemente quemada y con los bordes destintados, prueba de la tragedia sucedida, y coste de los años de antigüedad que poseía. Tal articulo contaba con un símbolo, el aleteo de un águila blanca.
¨Recuerdas que es esto ¿No es así?¨
Me mantuve callado, sin poder creer lo que veía.
¨¿Cómo podría olvidarlo..?¨
¨Sabes lo que sucedió en verdad. ¨
El collar fue apretado con fuerza, y el rostro de Matsuda cambio, mostrándose la furia que sentía.
¨Yo, no lo sabía.¨
¨!Es mentira!¨
El collar fue tirado al suelo, a la vez que mi cabeza era sostenida de mi cabello.
¨!Todos ustedes lo sabían! ¿¡Y que hicieron¡?¨
Me mantuve callado, pese a que quería responder las palabras no salían de mi boca. El enojo que mostro Matsuda se disolvió con rapidez, y su semblante volvió al habitual.
¨Que decepcionante, y pensar que podrías serme de utilidad.¨
Matsuda replico su desinterés en mí, alejándose hasta llegar a la salida.
¨Ya saben que hacer.¨
Fruncí el ceño con desconfianza, mientras precionaba mi cuerpo contra mis ataduras.
¨!Qué piensas hacer Matsuda ¡¨
No había recibido respuesta de su parte, mientras unos hombres entraban en la habitación.
¨!No creas que esto terminara aquí, me oíste¡¨
Los hombres me sostuvieron entre sus hombros y me sacaron del lugar, dejándome ver el lugar en el cual estaba. Una sala repleta de lujos muebles, buenos acabados, y resaltando la habitación al final de esta se podía apreciar el emblema de un águila blanca, lugar a donde se dirigía Matsuda.
Aprete mis dientes con furia, mientras intentaba liberarme.
¨! Juro que nos volveremos a encontrar, y esta vez terminare el trabajo que ellos iniciaron¡¨
La puerta tras de mi fue cerrada, y fui arrastrado por los pasillos de la casa, llegando a visualizar un lugar que de alguna manera me traía nostalgia. Del rabillo del ojo pude observar algunas habitaciones nuevas, lugares en los que jamás había estado.
Me resigne a escapar, y me deje caer sobre mis captores; justo en ese momento, alcance a ver lo que parecía ser una carrosa a la cual estaban siendo transportados personas encadenadas. Por unos segundos mi mirada se entrelazo con uno de ellos, pero no pude mantener contacto visual al no poder hacer nada.
En otro lugar.
Sera mejor que el lugar este por aquí, si no el señor Yoshikawa estará de muy mal humor¨
La voz llena de enojo perturbo el silencioso camino que recorrían nueve personas.
¨¡Shh, no hagas comentarios como ese aquí!¨
La voz de una mujer callo al hombre, dejándolo aún mas enojado.¨
Por lo menos espera a que nos alejemos mas de la ciudad¨
Replico otro hombre unas filas atrás.
Todos mantuvieron sus bocas calladas, sin detener la carreta que los transportaba.
¨!A este paso nunca llegaremos, acelera a esos caballos¡¨
¨!No es mi culpa, solo ha pasado un día y medio desde que partimos, faltan aún dos horas, ten algo más de paciencia¡¨
El chasquido de lengua que se escucho hizo irritar a uno de los presentes, pero manteniendo sus emociones guardadas para sí, siguieron su camino.