Me debes dinero.

—¿Ojos... Ojos fijos? ¿Qué ojos fijos... no hay... nada con que fijar la mirada —balbuceó Fu Yu Shen mientras miraba al fantasma que todavía estaba tan cerca como siempre—. Ni siquiera lo miré... quiero decir, de todos modos no hay nada que ver, ¿cómo diablos lo miré a los ojos?

—No importa si hay algo que ver o no —inclinó la cabeza para mirar a Fu Yu Shen y sonrió de manera escalofriante—. Si miras su rostro, entonces significa que fijaste la mirada con ellos, no hay nada que pueda hacer al respecto.

—Y... ¿qué pasa cuando fijas la mirada con ellos? —Fu Yu Shen sintió ganas de llorar mientras su mirada se dirigía al fantasma, ahora que Song Yan lo ha dicho, sintió que el fantasma realmente lo estaba mirando.