Shi Xiaolan no ocultó nada:
—Nuestra familia está mucho mejor este año gracias a ti y al Hermano Xiao. Hemos ganado un poco de dinero, haciendo la vida mucho mejor que antes. La gente ve que vivimos bien y tienen sus ojos puestos en Fu Zi, incluso algunos han enviado intermediarios a nuestra casa. Están proponiendo que Fu Zi las tome como concubinas. Si Fu Zi acepta, podrían ser llevadas a la casa el próximo año.
An Jing se quedó sin palabras y miró a su devoto y altivo esposo antes de preguntar:
—¿Cuál es la actitud del Hermano An Fu sobre esto?
—De hecho, Fu Zi no desea casarse con ellas, pero mis suegros están tentados. Sin embargo, como estoy embarazada, no han añadido a mi estrés y han rechazado las propuestas, diciendo que por ahora no están considerando estas cuestiones.
An Jing frunció el ceño. ¿Por ahora? ¿Eso significa que lo considerarán en el futuro?
Solo porque hay un poco de dinero en casa, están pensando en todos estos líos... ¡Sería mejor seguir siendo pobres!
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