—Ya Molian dijo.
—Lin Caisang: "..."
¡Qué mala suerte para Liu Qingshui! Claramente un hombre inocente, ¡ahora era tratado como un fugitivo por las maquinaciones de su propia madre!
Ella se rió sin vergüenza alguna. Liu Qingshui solía antagonizarla por su hermana, Liu Yushui, aparte de acosarla. Ahora todo lo que enfrentaba era simplemente el resultado de sus acciones pasadas.
—¿Dónde está Liu Qingshui ahora? —preguntó ella.
—En la casa de la familia Liu —dijo Ya Molian.
—Lin Caisang: "!!!"
Ella admiraba el descaro de Liu Rumei al mantener a su hijo escondido a su lado en momentos como este. ¿Acaso se sentía afortunada de que Liu Qingshui aún no había muerto por su mala gestión?
—Sang, hoy voy a salir a la montaña. ¿Qué te gustaría que cazara para ti? —preguntó Ya Molian.
Mientras Lin Caisang reflexionaba sobre los asuntos de la familia Liu, escuchó la pregunta de Ya Molian y se quedó sin palabras.
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