Capítulo 393
"Allí también han empezado a pelear, ¿eh?"
Magni agarró Mjölnir con firmeza mientras miraba las nubes oscuras que se arremolinaban en la distancia, parecidas al ojo de una tormenta.
"¿No deberíamos empezar pronto también?"
"No es necesario que me digas eso", respondió Kwon Ji-ah, sin apartar los ojos de Magni.
El aura abrumadora que había estado exudando por un tiempo ahora le impedía relajarse incluso por un segundo.
Aunque tenía una sonrisa en su rostro, sus ojos no sonreían en absoluto.
En el momento en que bajara la guardia, Mjölnir apuntaría directamente a su cabeza.
"Estaba esperando esto con ansias. Me pregunto cuánto del poder de Fenrir has heredado, el cual pensé que había desaparecido hace mucho tiempo. Si has heredado ese linaje, deberías poder entretenerme lo suficiente, ¿verdad?"
"¿No lo sentiste suficiente esa vez y huiste?"
"Oye, eso es algo que ni siquiera me voy a molestar en corregir. Tú eres la que interfirió en la pelea en ese entonces. Yo ya tenía un compromiso previo".
Magni expresó abiertamente su descontento y dijo que no habría tenido que huir si no fuera por eso.
"¿No fuiste tú quien interfirió en la batalla de Yu-hyun primero?"
"Si es que a lo que hizo se le puede llamar pelea".
"¿En serio? Para algo así, trajiste a un buen número de subordinados, ¿no?"
Kwon Ji-ah se burló mientras miraba a los distantes soldados Asgardianos que estaban en formación detrás de Magni.
Ante sus palabras, Magni dejó escapar un largo suspiro y se rascó bruscamente la cabeza con su mano izquierda, la que no sostenía a Mjölnir.
"Esos tipos no se unirán a la lucha. Para empezar, yo solo me basto más que bien".
"¡Qué arrogancia!"
"Teniendo en cuenta tu nivel, incluso si algunos guerreros de Asgard se lanzaran contra ti, el daño solo aumentaría. Esos tipos son solo un seguro para circunstancias imprevistas".
"¿Circunstancias imprevistas? Hablas como si estuvieras esperando que sucediera algo más".
"Bueno, es natural."
Magni se rió entre dientes mientras desviaba su mirada hacia una dirección completamente ajena a la guerra en curso.
"Puede que ustedes no se den cuenta todavía, pero yo puedo sentirlo. Esos tipos del Olimpo parecen decididos a aprovechar esta oportunidad. De todos ellos, lo han convocado a Él..."
"¿Qué?"
"No importa, eso es solo lo que pienso en voz alta. Lo que importa ahora no es eso".
Magni reajustó su agarre en Mjölnir y estalló en carcajadas.
"Entonces tengamos una pelea apropiada, ¿de acuerdo?"
¡Whoooosh!
Un rayo deslumbrante recorrió Mjölnir y giró alrededor del cuerpo de Magni.
Al mismo tiempo, Kwon Ji-ah desató todo su poder.
Un Aura violeta brilló detrás de ella y se transformó en la forma de un lobo gigante.
Al mismo tiempo, la capucha que llevaba fue echada hacia atrás, dejando al descubierto sus orejas de lobo.
"Te voy a romper la cabeza."
"Te arrancaré la garganta."
***
"La batalla ha comenzado."
El Príncipe Heredero Patrick murmuró en voz baja mientras se giraba para mirar hacia atrás desde la aeronave de gran altitud que había regresado por encima de las nubes de tormenta.
Detrás de él estaba el Equipo Alfa del Cuerpo Mágico, alineado en perfecto orden.
El propio Patrick no era una excepción.
Como alguien que priorizaba la seguridad, todo su cuerpo, excepto la cabeza, estaba cubierto de equipo mágico.
"Sabes cuál es nuestra misión, ¿verdad?"
No hubo respuesta de los miembros de la Unidad, pero en su silencio, Patrick encontró la confirmación.
Su misión era eliminar el núcleo de la Alianza que buscaba rebelarse contra el Imperio Salio mientras la guerra continuaba.
Con la mayor parte de las fuerzas enemigas, desde los Señores hasta los seres Trascendentes, absorbidos en la guerra, sólo aquellos que no podían luchar quedaron atrás en su base.
Si pudieran eliminar a las figuras clave de la Alianza, el enemigo perdería la principal fuerza motriz necesaria para continuar la guerra.
En cierto modo, la velocidad de sus acciones podría determinar el resultado de la guerra.
Patrick activó un mapa holográfico en el aire.
"Ya hemos analizado el terreno. Familiarizémonos todos con la ruta óptima".
"Su Alteza, ¿qué pasa con los que están dentro?"
"¿De verdad necesito explicar eso? Son rebeldes contra nuestro Imperio Salio. Mátenlos a todos. No dejen a nadie con vida".
No hubo ninguna vacilación ni negativa.
Como se esperaba del Equipo Alfa del Cuerpo Mágico, pensó Patrick mientras terminaba sus preparativos.
Patrick y el Cuerpo Mágico abordaron las cápsulas de desembarco, con cuatro miembros asignados a cada una.
Pronto, las cápsulas se movieron a través de los silos.
Al mismo tiempo, los enormes cañones del dirigible apuntaban al suelo.
¡Bum! ¡Bum! ¡Bum!
Los cañones dispararon las cápsulas de desembarco, iniciando el despliegue aéreo hacia el suelo.
Las cápsulas se hundieron verticalmente hacia la superficie, perforando el suelo y excavando profundamente bajo tierra.
"En la superficie están sucediendo cosas horribles".
Patrick se estremeció, al haber presenciado brevemente el desastre natural masivo causado por las Tres Piedras Naturales que Yu-hyun había usado, a través de una barrera transparente.
Así era la batalla entre seres conocidos como Señores.
Él no tenía intención de involucrarse, ni siquiera el coraje de seguir observando la guerra de escala mítica.
'Sí, tenemos que hacer lo que podamos'.
Las cápsulas continuaron excavando bajo tierra hasta que llegaron a su destino.
Los soldados del Cuerpo Mágico bien entrenados desembarcaron rápidamente y examinaron los alrededores.
Patrick, protegido por su escolta, dio la orden.
"Mátenlos a todos."
***
Yu-hyun se enfrentó a Deolraka.
En un paisaje apocalíptico, donde las capas de la tierra se volcaban, enormes plantas brotaban y una lluvia interminable caía desde las nubes oscuras del cielo, los dos se concentraron intensamente en los movimientos del otro.
La mano de Deolraka se volvió borrosa.
Yu-hyun inclinó inmediatamente la cabeza hacia atrás.
Un enorme corte le rozó la parte superior de la cabeza y atravesó en diagonal el paisaje que tenía detrás.
Los ataques de Deolraka no se detuvieron allí.
Su voluntad resonó en el mundo y desató innumerables cortes a su alrededor.
Yu-hyun no vaciló, bloqueando y parando los golpes de Deolraka con los suyos, potenciado por la Habilidad Divina de los Siete Demonios del Cielo Negro, incluso logrando contraatacar ocasionalmente.
Yu-hyun no se detuvo allí.
Utilizó el Poder de Descartes e invocó numerosas criaturas de fantasía a su alrededor para desconcertar a Deolraka.
"Trucos ridículos."
"Sólo lo sabrás después de intentarlo."
Sus cuerpos chocaron de frente. La espada de Deolraka y Baekryeon (Loto Blanco) de Yu-hyun estaban enzarzados en una batalla de fuerza.
Los ojos de Deolraka se abrieron cuando vio a Baekryeon.
"¿De dónde sacaste esto?"
"¿A ti qué te importa?"
"¿Se lo robaste a la Familia Real?"
"Suenas igual que Piren."
Ante la mención del nombre de Piren, las cejas de Deolraka se levantaron.
"¡No te atrevas a pronunciar ese nombre!"
"¿Era ella tu querida discípula o algo así?"
Yu-hyun atacó directamente al corazón del asunto.
Deolraka apretó los dientes e intentó empujar a Yu-hyun hacia atrás con fuerza. Sin embargo, poco a poco se dio cuenta de que su propio cuerpo era el que estaba siendo empujado hacia atrás.
'¡¿Qué clase de fuerza monstruosa es esta…?!'
Había blandido una espada durante muchos años, sin soltarla ni una sola vez, y aun así, estaba siendo dominado por el mucho más joven Yu-hyun.
La realidad era difícil de creer.
Deolraka decidió que necesitaba reprimir su ira por un momento.
Este hombre era el enemigo que había matado a su discípula, pero atacar a ciegas no funcionaría, ya que las habilidades de Yu-hyun eran formidables.
Aunque Piren era considerada la más débil entre los Ejecutores del Imperio Salio, seguía siendo una Ejecutora.
Y Yu-hyun la había derrotado.
Incluso había rumores de que había vencido a Choi Do-yoon, el Señor de las Espadas.
'Con el Demonio Celestial desaparecido y el Señor de las Espadas herido, pensé que era el momento perfecto para nuestra victoria. Pero ¿de dónde salió este hombre?'
Deolraka aún no conocía la identidad de Yu-hyun.
No la conocía ni le interesaba saberla.
Deolraka canalizó su Voluntad (Intención).
A su alrededor se materializó un ejército que solo podían ver quienes habían despertado el Poder de Voluntad (Intención).
"¿Estas convocando soldados?"
"Son mis compañeros que han luchado junto a mí."
"Te unirás a ellos muy pronto."
Deolraka no respondió a la provocación de Yu-hyun. Los soldados, formados a partir de la Voluntad (Intención), corrieron hacia Yu-hyun desde todas las direcciones.
Sus movimientos desafiaban las leyes de la física: algunos surgían del suelo, otros caían directamente desde arriba.
Yu-hyun, usando la Máscara de Aporia, leyó el futuro con sus ojos.
Un ligero dolor de cabeza palpitaba en su cráneo, pero encontró la ruta óptima para evadirlos.
Fue mucho más fácil que atravesar las Espadas Espirales Negras de Kang Hye-rim cuando ella era la Señora del Trueno Negro.
Ese solo hecho le dio a Yu-hyun una clara medida de las habilidades de Deolraka.
"Eres débil."
Más débil que Kang Hye-rim.
Más débil que Choi Do-yoon.
Aunque Deolraka fue aclamado como un Ejecutor que superaba a los Trascendentes, al final, ese fue solo un título que se dieron entre sí dentro de la Alianza.
El verdadero poder no estaba limitado por tales títulos.
"Espada Espiral Negra".
La habilidad que Yu-hyun había adquirido al obtener el libro de Kang Hye-rim.
Yu-hyun extendió su mano y convocó una espada de rayo.
Incontables espadas se arremolinaron en una formación de doble hélice, avanzando hacia Deolraka.
Sintiendo el peligro, Deolraka se mordió el labio y activó algo.
¡Boom! ¡Boom!
Dos escudos enormes cayeron del cielo, bloqueando las Espadas Espirales Negras de Yu-hyun.
Los escudos no duraron más de un segundo, pero fue tiempo suficiente para que Deolraka se retirara.
Al observar las consecuencias de su ataque, Yu-hyun entrecerró los ojos detrás de su máscara.
"Entonces actúas como si estuvieras luchando con las manos desnudas, pero en realidad, ¿confías en todo tipo de herramientas eh?"
"Sabía que no tenía otra opción."
"Ya veo. Entiendo muy bien lo que tu discípula aprendió de ti."
¡Crack!
Al oír mencionar a Piren, a Deolraka se le hinchó una vena en la frente.
Las Herramientas Mágicas y constructos mecánicos comenzaron a flotar alrededor de Deolraka.
Al ver las Herramientas Mágicas de Combate Autónomas provistos por la aeronave, Yu-hyun reajustó su agarre sobre Baekryeon.
Sería un error subestimar esas herramientas solo porque eran mágicas.
Cada una de ellas era peligrosa a su manera.
Yu-hyun miró al Baekryeon en su mano.
Si el Imperio Salio realmente fue el que forjó esta arma, entonces significaba que podían crear incluso algunos objetos a Nivel Mítico.
Al darse cuenta de esto, Yu-hyun sonrió.
¿De qué se estaba preocupando?
No importaba lo fuerte que fuera el enemigo o lo peligrosas que fueran las herramientas que manejaban.
"¿Estan todos preparados ahora?"
"¿Qué?"
"Me estoy cansando de esperar. Saca todo lo que tengas".
"¿Has perdido la cabeza? ¿Le estás dando una oportunidad al enemigo? ¡Deberías estar presionando tan fuerte que ni siquiera pueda respirar!"
"¿Y si no lo hago?"
"Pagarás caro por subestimarme. Pero no te arrepientas después".
Las espadas y escudos que habían bloqueado las Espadas Negras Espirales de Yu-hyun comenzaron a girar alrededor de Deolraka nuevamente.
Los escudos, que habían resistido brevemente el ataque, también eran parte de este sistema.
Rodeado de numerosas herramientas mágicas, Deolraka levantó su espada y apuntó a Yu-hyun.
En el cielo, el Cuerpo Mágico del Imperio Salio flotaba, mirando a Yu-hyun.
Al final, no existía nada parecido a una pelea justa uno contra uno.
Nadie esperaba una batalla honorable en la guerra.
'Al menos los demás parecen estar luchando bastante bien por ahora'.
Wilford y los otros Señores de la Alianza se mantenían firmes contra el último Ejecutor del Imperio Salio en medio del desastre causado por las Piedras Naturales.
Pero incluso eso era solo cuestión de tiempo.
El Imperio Salio no se quedaría de brazos cruzados.
Además, la brecha en armamento era significativa.
Aunque los habían tomado por sorpresa por ahora, la situación pronto se revertiría.
Por eso primero necesitaban cortar la cabeza del comandante enemigo.
'Yo controlaré el flujo de la batalla.'
No bastaba con derrotar al enemigo.
Tenía que abrumarlos con la disparidad de poder para aplastar su moral.
Por eso Yu-hyun estaba esperando a que Deolraka se preparara por completo.
Pronto, Deolraka hizo su movimiento.
Las espadas y escudos que flotaban a su alrededor reaccionaron simultáneamente.
Había comenzado.
La espada apuntó a Yu-hyun, y de repente se partió por la mitad, disparando un láser.
Pensar que la espada misma dispararía rayos láser de esa manera.
Aunque Yu-hyun ya lo había previsto con el Ojo de Laplace, presenciarlo en persona fue algo completamente diferente.
Esquivando el rayo con movimientos fluidos, Yu-hyun avanzó hacia Deolraka.
"¡Deténganlo!"
"¡Mátenlo!"
Simultáneamente, el Cuerpo Mágico del Imperio Salio apuntó sus lanzas hacia Yu-hyun y cargó.
En medio de los innumerables bombardeos y ataques enemigos que cruzaban el aire, Yu-hyun permaneció solo, enfrentándolos con nada más que su propio cuerpo.