Capítulo 230

—Después de que Miaomiao fue calmada, arrastró a Li Hanxian fuera de la habitación impacientemente y se dirigió a un rincón apartado, frunciendo el ceño mientras decía:

— ¿Cómo pudiste dejar que esa mujer viniera a la casa de la familia Li? ¡No estoy de acuerdo!

—¡¿Quién sabe si Rong Shengsheng se llevará al niño?!

—El niño ha estado llorando, ¿quieres que llore hasta el amanecer?

—No te preocupes, no se morirá de llorar, poco a poco se acostumbrará y luego no llorará.

—No puedo ser tan desalmado como tú.

—Li Jinghong se señaló a sí mismo conmocionado:

— ¿Desalmado yo?

—¿Qué broma es esa? Él siempre había sido el de corazón blando; por otro lado, Li Hanxian, ya fuera con la familia o con extraños, siempre era despiadado.

—Al menos él era muy afectuoso con su propia familia.

—Ahora que Li Hanxian había perdido la memoria, no podía recordar muchas cosas, pero afortunadamente su cerebro aún funcionaba bien y podía comprender muchas cosas con facilidad.