El hábito ha sido corregido

Hace unos días, había seguido a Su Wan para investigar.

En los siguientes días, incluso siguió a Lin Yu.

Se dio cuenta de que Lin Yu estaba bastante preocupado por Su Wan. Incluso durante ese período de tiempo, regresaba de vez en cuando al apartamento que Su Wan había alquilado o tomaba un desvío para pasar por su casa.

Tras darse cuenta de esto, Jing Chen pudo confirmar de manera aproximada cierta información, pero todavía desconfiaba.

Quería ver si Su Wan tenía algún contacto con Lin Yu.

Cuando vio las lágrimas de Su Wan, inmediatamente descartó este pensamiento.

Después de que Jing Chen preguntara esto, sus ojos estaban puestos en Su Wan, observando cada uno de sus movimientos.

Su Wan de repente abrió mucho los ojos y gritó con pánico:

—¡Conduce con cuidado!

Jing Chen salió de su ensimismamiento y frenó. Un sonido estridente resonó en sus oídos.

Era un semáforo rojo.

También le hizo darse cuenta de algo. Dejó de mirar a Su Wan y se concentró en conducir.