¿Tienes la última palabra?

Al ver que Qiao Dongliang no respondió a sus palabras, Qiao Zijin lanzó una mirada a Ding Jiayi. Ding Jiayi le indicó a Qiao Zijin que continuara, y así lo hizo.

—Nan Nan aún es joven. No puede permanecer despierta toda la noche. Es normal que descanse más. En realidad, no me canso para nada. Mi padre biológico está herido y estoy tan ansiosa que ni siquiera puedo dormir. Me alegra poder quedarme a cuidarte. Papá, Nan Nan también se preocupa por ti. Cuando te operaron, Nan Nan y yo donamos algo de sangre para ti.

—Está bien, tu papá acaba de despertar y está cansado. Deja que descanse más. Cuando se recupere, ambos tendrán muchas oportunidades para platicar —Ding Jiayi interrumpió con una sonrisa en su rostro—. Old Qiao, ¿te gustaría dormir un rato?

—... —Qiao Dongliang hizo algunos movimientos como si estuviera suspirando. Cerró los ojos sin echar otra mirada a Ding Jiayi y Qiao Zijin.