Entonces... Por eso eres tan hermosa

—Sí, Everly. Quiero que duermas a mi lado —él habló tan rápido que por un momento, Everly pensó que no lo había escuchado bien.

—¿P-por qué? —preguntó ella.

Un profundo suspiro escapó de la nariz de Valerio mientras caminaba para sentarse en la cama.

—No lo sé, Everly. Quizás... porque quiero que te sientas mejor —respondió con una mirada distante en sus ojos.

—Ya sabes, no me llevo nada bien con mi familia. Bueno, básicamente, con mi hermano y mi padre. Tienen esta hostilidad hacia mí que aún no puedo entender de dónde viene. No puedo decir que alguna vez les haya hecho algo malo, así que... por eso tengo un apellido diferente al de ellos —el apellido de mi padre es Lé Mort, que es el que debería llevar, pero ellos, um, me cortaron, así que tuve que usar el apellido de mi madre. Leia y yo —explicó.

—¿Puedo... preguntar quién es tu madre? —Everly avanzó y se sentó en la cama junto a él.