A Nuan

Mu Chen miró a la joven jugando con su hijo junto a la cuna. No esperaba que ella tuviera una vida tan difícil. Si Song Ning estuviera aquí, sin duda se sentiría angustiada.

Hermana Yu continuó diciendo:

—Pensé que primero debería adaptarse a vivir en la ciudad y aprender las formas del mundo antes de pedir al Joven Maestro y a la Joven Señora que encontraran un lugar para ella donde aprender algunas habilidades para la vida. Con eso, podrá asentarse y vivir una buena vida. Eso también cumpliría el deseo de su padre. Ella creció en el campo así que es sencilla y amable, pero es muy madura. Solo necesita que se le enseñe despacio...

Jiang Jin dijo:

—Mira lo bien que se lleva con el bebé. Ella es la más adecuada para cuidar del bebé. Yu, no te preocupes. Deja que ella nos ayude a cuidar del bebé en casa. La familia Mu cuidará de ella por el resto de su vida.

Hermana Yu se secó las lágrimas mientras asentía. —Esta es la bendición de A Nuan.