Libérala

Al ver esto, Lu Guo se agarró el pecho y casi se desmaya del coraje. Podía imaginarse cuán embarazosa sería la familia Lu mañana. ¡Lu Shaoyang era un hijo desnaturalizado!

—¿Por qué sigues ahí parado? —Lu Guo gritó al guardia de seguridad con voz ronca—. Apúrate y bájalo. ¡Está haciendo el ridículo ahí arriba!

—Espera... —En ese momento, Lu Feng de repente lo detuvo—. Hermano, las cosas ya han salido así. Aunque los guardias de seguridad suban y bajen a Shaoyang, es inútil.

—Lu Feng, no creas que no sé que te alegras de esto. No olvides que también eres miembro de la familia Lu. ¿Qué beneficio te traería si perdiéramos nuestra reputación? —Lu Guo señaló a Lu Feng y replicó—. Sé que odias las cosas que sucedieron hace más de diez años, ¡pero esas cosas ya son pasado!