Capitulo 27

No quería perder tiempo valioso en otras cosas, pero su abuela era la única que lo haría viajar por horas para hacer oración, de esa forma encontrar más rápido a su querida hermana que llevaba tres meses desaparecida.

Lo último que habían sabido de ella era que había salido con algunas amigas incluyendo a su mejor amiga pera celebrar sus diecinueve años algo insólito conociendo esa actitud de siempre querer estar con su amada abuelita. Pero su hermosa abuela estaba empeñada que la pequeña no se aislara de la vida y con gran esfuerzo la convenció para que saliera esa noche.

Sin saber que pocas horas después una desgracia caería sobre ellos que ahora debilitaba día a día a la tierna anciana que los había educado junto a su madre después de que su padre muriera, incluso cuidándolos después de la muerte de su madre manteniéndolos juntos como una familia y sin hacer caso a sus parientes que querían separar a los hermanos por ella lograron seguir unidos.

Se lamentaba todos los dias su decisión de insistirle tanto que fuera, había estado en la casa haciendo todo lo posible para recuperarla mientras todos ellos la buscaban por todos lados algunos tenían la facilidad de pertenecer a los cuerpos de rescate o policía para poder buscarla al encontrar algunos limites en sus esfuerzos hicieron de todo para localizarlo a él.

Pero parecía que había sido demasiado tarde, en los últimos dias esa bonita anciana lo había estado llamando incesantemente para pedirle que pusiera una fecha para ir a rezar a la aldea, le dio todas las escusas que pudo, pero la anciana lo llamo diciendo: –Sé que fue mi culpa y mi castigo es que no la podamos encontrar…mientras sorbía por la nariz decía, pero lo hemos intentado tanto tiempo de tu forma déjame intentar esto podemos rezar en tierra sagrada.

Mientras sollozaba, –Son los ritos especiales de los hilos de la luz son las festividades que a ella más le gustaban…Por favor…Eso fue lo que decía su querida abuela mientras sollozaba entonces acepto para tranquilizar a la frágil mujer.

Llegando a la aldea lo primero que tenía que hacer era visitar el Katrix pero ahora iba de camino a la casa que poseía su abuela, al llegar vio como todos corrían de un lado a otro totalmente en pánico tomando del brazo a uno de sus hermanos le pregunto –¿Qué sucede ahora?

–Eres idiota o que la abuela está mal, tenemos que llamar a un médico.

–No esta Nielia aquí, podría revisarla ve a su auto y tráele su maletín.

–Cierto…Al ver como salía aprisa se dispuso a gritar que buscara las llaves cuando se escuchó un vidrio romperse.

Todo el caos se pauso al escuchar ese estruendo, cerrando los ojos y dejando escapar el aire de sus pulmones se asomó al mismo tiempo que su hermana lo estaba haciendo por la ventana.

–Estas demente porque quebraste la ventana de mi carro…sin decir absolutamente nada vimos como abría el maletero y sacaba el maletín lo encontré baja para que puedas revisar a la abuela.

–Excelente idea, hermano y bienvenido.

Escuche como mi hermana, comenzaba a maldecir por lo bajo entre rápidamente para ver a mi abuela coloque el celular cerca de la puerta me fui directamente a lavar las manos para después ingresar al cuarto de la primera planta donde estaba la anciana intentando levantarse mientras mi otra hermana, junto otro de mis hermanos la intentaban de ayudar a acostarse.

–Abuela por favor, él jamás te fallaría dijo que vendría y únicamente se retrasó por cinco minutos debe haber ido al Katrix tu misma nos has dicho desde jóvenes que no debemos de hacer nada antes de visitarlo.

La anciana se resistía mientras sujetaba su pecho, se veía tan débil que mi corazón se estrujo de manera muy dolorosa sin dudarlo le dije desde el umbral –Abuela, ya llegué disculpa mi tardanza, pero el Katrix estaba algo lleno veo que varía gente volvió para las festividades.

Al escuchar mi voz, la anciana dejo que la a recostaran en la cama, me acerque rápidamente y le sujete la mano para darle un tierno beso en su frente. En ese preciso momento entro Nielia a revisarla mientras lo hacía comenzó a sonar un teléfono.

Todos nos volvimos a ver y en coro gritamos –Naim contesta de una vez.

Lo escuchamos salir de algún lado renegando mientras buscaba cual celular sonaba…Pero de repente quedo en silencio al poco tiempo empezó a sonar otro, solo oímos que gritaba –Ya voy.

Nils nos volvió a ver y simplemente nos dijo –Iré ayudarlo, antes que queramos asesinarlo.

–Eso ya lo deseo hacer yo. Dijo por lo bajo Nielia vi como nuestra tímida hermana sonreía al escuchar las palabras de la otra.

De repente se oyó el fuerte sonido del teléfono de Nasir este volvió a ver hacia afuera –Abuela, voy a contestar y regreso. La anciana volvió a verlo y asintió con su cabeza.

A la vez, escucho como Naim respondía de repente cayo un silencio como si todos se hubieran ido…Al poco vio como aparecía él y asiéndole un gesto con la cabeza le pidió salir.

–Nils, está trayendo la computadora quiere enseñarte algo…vamos a la cocina abuela quieres algo.

Viendo como la anciana negaba y como su hermano volvía a ver de vez en cuando el celular se apresuró hacia allá al entrar conectaron el celular a la computadora con movimientos agiles de sus dedos en la computadora vio como comenzaba el rastreo de la señal de celular.

–¿Qué está pasando?

–La llamada es de Nika hemano estoy casi seguro de que era su voz. Pidió que rastreáramos la llamada y dejo el teléfono conectado para que lo pudiéramos hacer.

–¿Qué? Tantas preguntas corrían en mi mente que no pude hacerlas. Volviendo a ver la pantalla de mi celular vi como la llamada continuaba conectada pero silenciada para que nuestra bulla no llegara al interlocutor.