Grayson se echó los patines al hombro esperando mientras Ari se ataba los cordones de sus patines. Habían pasado la mayor parte de la mañana patinando juntos y hasta la tarde, habiendo perdido la noción del tiempo. Una vez que ella terminó, él le pasó los patines.
—Toma. Los llevaré por ti.
Ari negó con la cabeza: —No. Lo tengo.
Grayson sonrió: —Sólo ten cuidado con las cuchillas. No querrás que te apuñalen por la espalda.
—No. Seguro que no. Y creo que tú tampoco —bromeó—. Supongo que deberíamos haber puesto los protectores en las cuchillas.
Grayson sonrió: —Sí... bueno... supongo que tendremos que hablar con el jefe de equipo al respecto cuando volvamos.
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