Su Chengyu condujo hasta la mansión de la familia Qiao, donde Qiao Yuxuan y Qiao Anran lo recibieron personalmente. Al bajar del coche, Su Chengyu le dijo a Qiao Yuxuan —Has enviado a alguien a encargarse de Li Wanpeng, ¿no es así?
—Puede estar seguro, señor Su, ¡definitivamente manejaré de manera adecuada el asunto que me asignó! Li Wanpeng desaparecerá por completo.
Su Chengyu asintió ligeramente, nunca había tenido la intención de dejar vivir a Li Wanpeng. Después de que se divorciara de Xia Ruolan, lo enviaría a su muerte.
—Este escoria, vivir es solo un desperdicio de aire.
—Señor Su, por favor —dijo Qiao Anran, acompañando a Su Chengyu respetuosamente.
En la mansión, Qiao Yuanting organizó un banquete para agasajar a Su Chengyu, y Qiao Xiuyuan lo acompañó personalmente. El poder de Su Chengyu era suficiente para que Qiao Xiuyuan le concediera gran importancia.
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