—Vivía en una montaña desolada, la cual era el lugar más remoto de la Ciudad Principal de Beishan. De hecho, no había nada en la montaña desolada. Desde las ruinas, no era difícil imaginar lo que había habitado allí antes, pero todo eso quedaba en el pasado.
—Como había dicho Arcoíris, no muy lejos hacia el este, había de verdad un templo abandonado. No había nada inusual en el templo. Incluso cuando Yang Chen estaba dentro de él, todavía no podía detectar nada extraño.
Yang Chen no pudo evitar preguntarle a Arcoíris, quien ya había entrado en el Espacio del Río de los Ocho Extremos, —Arcoíris, dijiste que hay algo inusual en este templo, pero yo no observé nada. ¿Por qué es eso?
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