Capítulo 347: El ruego de Krystal Flack

Basil Jaak regresó a casa a las once de la noche después de dejar a Jessica Flack. No esperaba que las luces todavía estuvieran encendidas cuando entró.

—Ja, ¿no decías que estar despierta después de las diez y media es perjudicial para las mujeres? ¿Por qué sigues despierta? —bromeó Jaak a Xenia Wendleton, que estaba sentada en el sofá viendo la televisión.

Wendleton miró a Jaak y replicó gruñona:

—¡Te estoy esperando, por eso!

—¿Esperándome? ¿Para qué? —preguntó Jaak con curiosidad.

—¿Funcionará tu método? Tengo una entrevista mañana y estoy realmente nerviosa —explicó Wendleton.

—Ten algo de confianza en ti misma, ¿de acuerdo? —Jaak se sentó al lado de Wendleton con una sonrisa—. Algunos nacen músicos, irrumpiendo espontáneamente en baile sin necesidad de ser enseñados; algunos nacen escritores, recitando poesía de memoria. Pero tú... tú naciste tonta. Actuar tonta y despistada no requiere esfuerzo para ti, solo sé tú misma y todo saldrá bien.