Capítulo 301: Arresto

—¡Bang!

Conocido por sus buenos modales, Pablo vio el largo corte en la cara de su hijo y estrelló su teléfono celular contra la pared de la cama del hospital, asustando a su comitiva, haciéndoles contener la respiración.

Girándose para mirar a su hijo postrado en cama, Joyce, la expresión de Pablo finalmente se relajó un poco. Le preguntó a Joyce —¿Realmente él hizo lo que pasó anoche?

Joyce resopló —Aunque se convirtiera en un fantasma, todavía lo reconocería.

Pablo reflexionó un momento antes de instruir a Joyce —Está bien, no tienes que preocuparte por esto. Solo concéntrate en sanar tus heridas aquí. En cuanto a tu madre, hablaré con ella. Sin mirar a Joyce, salió directamente de la habitación.

Después de dejar la habitación, Pablo no se fue directamente sino que fue a buscar al director del hospital, Edgar.