Bromeando

—¿Lu Chao? —Xue Sheng estaba asombrado—. ¿Por qué es Lu Chao otra vez? Ese nombre debe ser realmente común.

No lo pensó mucho. Después de todo, ¿cómo podría la persona en la que el Anciano Gao había puesto sus ojos estar trabajando en una pequeña tienda de provisiones? Sin embargo, este Lu Chao parecía tener unos 25 o 26 años. Su edad coincidía.

Después de que Xiang Huai gritara, Lu Chao se dio cuenta de lo que su jefe quería decir. Tenían un cliente y querían que Lu Chao lo echara.

Durante este período de tiempo que habían estado en su tienda de provisiones, naturalmente había una razón por la que no vendían ni un solo artículo. En primer lugar, la ubicación era remota y realmente había pocas personas cerca. En segundo lugar, Lu Chao siempre estaba disponible para ahuyentarlos.

Después de todo, no se permitía la entrada a nadie en esta tienda de provisiones.

Lu Chao casualmente se metió el pan en la boca, se levantó, caminó hacia la puerta y murmuró: