El momento de tensión pareció llegar a su punto máximo, fue entonces que finalmente Jean cedió, dando un suspiro de resignación pero aún sin estar totalmente convencida dijo. —Continuaré esperando pero solo por tres días más, si pasando ese tiempo aún no hay noticias de Scott entonces dejaré el grupo, de esa manera ninguno podrá detener mis acciones individuales.
Jean miró a Leech con molestia y desgana, posteriormente miró a Hank. —Lo digo en serio. Espero que no me detengas en ese momento. -mostrando su evidente disgusto salió de la habitación. El grupo de tres jóvenes también la siguieron a toda prisa.
Una vez que ella se fue todos parecieron dar un suspiro de alivio y pudieron sentir que la atmósfera se volvía más ligera y tranquilo.
Hank miró a Leech y dijo mostrando una sonrisa. —Chico en verdad no sé qué hubiera hecho sin ti, llegaste en muy buen momento.
El resto de los presentes volvieron a tomar asiento y escucharon el reporte de misión de Leech, pasó el tiempo mientras el grupo también lo ponía al tanto de la situación más reciente. Como si se tratara de un acuerdo tácito nadie preguntó por la ausencia de Lorna.
Una vez que Leech estuvo al corriente dijo. —No creo que sea un ataque por parte de Magneto, también hay bajas posibilidades de que sea una acción represiva por parte del gobierno.
Antes de que Leech continuara fue interrumpido por Ororo. —Pero no es Magneto ni el gobierno ¿Entonces quién es? No tenemos enemigos con tales habilidades mostradas por el intruso aquel día.
Esta vez Leech continuó. —A eso quiero llegar. Recuerden que todos tuvimos misiones asignadas por el profesor, pero después de un día para el otro se les pidió a otros equipos que regresaran. ¿Acaso no lo ven? Parece que el profesor predijo este suceso, quienes regresaron lo hicieron principalmente con el fin de proteger la escuela contra un ataque repentino. Eso fue lo que al final sucedió. Pero lejos de lo que posiblemente el profesor planeó como contramedida al final terminaron por capturar a Scott.
Hank se mostró pensativo por las palabras de Leech. —Lo que dices parece tener sentido. Si el profesor presentía un ataque por parte de Magneto o el gobierno nos lo hubiera dicho directamente. -dijo mostrando un punto importante para reflexionar de la situación.
—No sabía que el profesor tuviera habilidades precognitivas, aunque pensándolo bien si tomamos en cuenta el poder de su mente no sería una gran sorpresa. También me suena razonable. -dijo John para mostrar su acuerdo con las palabras de Leech.
—Entonces el profesor sabía que nos atacarían. Sabía muy bien el cuándo pero no el quién y posiblemente tampoco el cómo sería... Ahora uno de nuestros miembros fue capturado desconociendo su vida o muerte, Cerebro sufrió gran daño y nos es imposible usarlo para rastrear a Scott, el profesor también sufrió daños y ahora no sabemos cuándo se despertará del coma... Parece que todo terminó de la peor manera. -dijo Ororo con un estado de ánimo decaído e impotencia en su tono de voz.
El silencio se extendió por toda la sala. Tras unos segundos Hank habló. —No podemos quedarnos de brazos cruzados y pensar de forma negativa, con suerte las reparaciones de Cerebro estarán listas en los próximos tres días. Jean será la que use a Cerebro en ausencia del profesor, con sus capacidades estoy seguro que lograremos encontrar alguna pista para rescatar a Scott.
Hank volteó a mirar a Ororo y le dijo con un tono serio. —En caso de que los planes no vayan como lo deseamos tendré que molestarte para que contactes con tus conocidos. Me disculpo por pedirte eso pero lo necesitaremos, estoy seguro de que ellos pueden tratar la condición del profesor.
La expresión de Ororo cambió, no era tristeza sino simplemente complejidad, era la misma expresión que pondría un niño al enfrentarse a un dilema por primera vez. Ella suspiró y dijo. —No te preocupes, por el profesor contactaré con ellos cuando sea necesario.
Leech sonrió al ver que ninguno de sus compañeros se había dado por vencido, al sentirse más relajado recordó a una persona. —Esperen ¿Dónde está Logan?.
Los demás miembros guardaron silencio y entonces se miraron entre ellos. Fue entonces que Ororo dijo. —No te preocupes, Logan no está tan loco para enfrentarse a Magneto solo, al menos no ahora que el profesor no está presente.
...
Mientras esto sucedía Logan por su parte había comenzado un viaje para despejar su mente, se encontraba viajando a través de una carretera fuera de la ciudad con su motocicleta en dirección a un bar.
No era por nada simplemente Logan sintió ganas de beber una cerveza fría, si bien se puso agresivo al pensar que Magneto había atacado, lo cierto es que no era tan estúpido, pensándolo con la cabeza fría se dio cuenta de que la situación no pudo ser causado por Magneto.
Sus pensamientos también llegaron a apuntar al gobierno, pero debido a sus experiencias previas al tener más contacto con ellos directamente, Logan sabía muy bien cuál era el estilo de hacer las cosas de todos esos funcionarios. Entonces ya había pensado que el ataque probablemente provenía de algún enemigo desconocido.
Logan pronto llegó a un bar en las afueras de la ciudad, estacionó su motocicleta y caminó dirigiéndose a la entrada del bar. Con solo acercarse Logan pudo escuchar lo animado que estaba dentro.
Abrió la puerta lo primero que pudo ver era un ring de pelea encerrado en uma jaula en donde dos sujetos se enfrentaban violentamente, la multitud vitoriaba al ver la sangre y sudor de los competidores.
Alejado de esa multitud ruidosa habían otros sentados en sus mesas disfrutando de sus bebidas, algunos jugaban póker y más alejado de ellos habían otros jugando ajedrez, esto último era extraño de ver en un bar. Logan continuó caminando hasta llegar a la barra y tomar asiento.
En la barra quienes atendían eran dos personas, un hombre y una mujer. La mujer era una joven de aproximadamente 18 años con cabello castaño, no era fea pero tampoco se destacaba mucho por su belleza, si se pusiera entre una multitud podría pasar desapercibida y olvidada poco después. Su nombre era Clarice Fortress.
El hombre cuyo nombre era Jack Hammer era un joven de piel bronceada que no parecía tener más de 22 años, tenía un cabello corto de color negro y usaba anteojos circulares. Se veía como un chico simpático, viéndolo por primera vez cualquiera se llevaría una buena impresión de él.
El hombre se acercó a Logan una vez que había tomado asiento, dirigiéndole una sonrisa le dijo. —Buen día señor ¿qué desea para tomar?.
—Whisky doble. -le dijo Logan simplemente y posteriormente lo ignoró, tomó un puro de su camisa y lo cortó con una herramienta especial.
El joven no pareció molestarse por la actitud de Logan, parecía estar acostumbrado a ese tipo de actitud solo devolvió una sonrisa y se dirigió a preparar la bebida justo frente a la vista de Logan. Este último Encendió su puro mientras esperaba su bebida mirando su proceso de preparación.
El joven colocó frente a Logan un vaso con hielos y whisky. Logan lo tomó de un solo trago y suspiró. —Dame otro. -dijo deslizando el vaso en la barra hacia el joven.
El joven sonrió y respondió. —A la orden señor.
Pasaron un par de horas y Logan paso de beber en un vaso a tomar directamente de la botella. Debido a sus características mutantes Logan poseía un gran límite de tolerancia al alcohol, antes de llegar a ese límite el alcohol que consumiera era como agua en su sistema. Por esa razón no podía emborracharse de tal manera como un ser humano común, si quería sentir los efectos de la bebida debía consumir una mayor cantidad con alto grado de alcohol.
El joven se acercó a Logan. —Si desea entretenerse puede acercarse para mirar la arena de lucha, nuestro bar también ofrece los servicios de apuestas. -dijo mientras señalaba un pizarrón con nombres escritos en un diagrama de eliminatorias. —También si desea participar en las peleas le pagaríamos un porcentaje de las comisiones por apuestas.
Logan negó con la cabeza. —No me interesa. -dijo mientras continuaba con su bebida.
El joven simplemente sonrió y después de dejar una palabras amables se dirigió a atender a otra persona que se sentó cerca de la barra.
Esta persona era un hombre de piel oscura con cabello negro y ojos marrones, su altura aproximada era de 1.83 metros. Vestía con pantalones beige y una camisa naranja, saco beige y zapatos cafés también usaba un sombrero con una cinta marrón alrederor de la corona. Su espesa barba y bigote junto a unos lentes oscuros cubrían por completo sus rasgos faciales.
Tomó asiento no muy lejos de donde estaba Logan, con una voz animada habló con el joven camarero. —Chico sirveme un vaso de vodka con poco hielo. -sacó un cigarrillo de la bolsa de su camisa y lo encendió dando una calada.
Logan pareció recordar esta voz de algún lugar, su mente dio vueltas para tratar de recordar a esta persona, después de unos segundos finamente recordó de quién se trataba. Volteó la cabeza y miró al hombre.
El hombre también pareció sentir la mirada de Logan y también volteó, ambos ojos se encontraron. Expulsando el humo de su boca el hombre hablo con cierta familiaridad. —Logan, cuanto tiempo sin verte.
Los labios de Logan parecieron formar una sonrisa, poco después comenzó a reír. —John, John Wraith. Infeliz malnacido pensé que habías muerto durante la caza indiscriminada de Stryker, nunca más volví a verte o escuchar de ti después de eso.
Con otra calada y expulsión de humo John Wraith también comenzó a reír. —También creí que estaba muerto. -se encogió de hombros. —Pero qué puedo decir, soy duro de matar. Pero hablando de ti, aún me siento sorprendido y un poco envidioso por tu habilidad de inmortal, sigues igual que hace años.
Logan bebió de su trago y dijo. —No tienes nada que envidiar, tú también después de estos años no has cambiado tanto.
—Si. -John Wraith dio otra calada a su cigarrillo y guardó silencio. Pareció pensativo.
Al verlo reflexionando Logan también guardó silencio, dando una calada de su puro esperó a que John Wraith rompiera este silencio.
—Escuché que viajaste por varias partes del mundo, conociste a tantas personas y al final regresate a los Estados Unidos. Después de tanto te uniste a una facción pacifista de mutantes, ¿y ahora peleas por el derecho mutante? -expulsado el humo de su boca y dando un trago de su Vodka continuó. —Nunca me pareciste un filántropo, es difícil imaginarte como un pacifista y amante de sus semejantes.
Logan terminó lo último de la botella de whisky de un trago, con una risa dijo. —Yo tampoco. La verdad es que simplemente estoy en un equipo de respuesta a ataques mutantes. -Logan miró a John Wraith y dijo. —Ser pacifista no significa que no podamos responder a provocaciones. En primera opción siempre recurriremos al diálogo, pero si nada de eso funciona entonces será el momento de ponerse violento.
John Wraith soltó una carcajada. —Eso se parece más a ti. Tus palabras tienen sentido.
—¿Y qué has estado haciendo en todo este tiempo?. —preguntó Logan también mostrando una sonrisa.
—A diferencia de ti yo no puede salir nuestra línea de trabajo tan fácilmente, sin ninguna otra habilidad a destacar solo hay un único trabajo que puedo ejecutar sin muchas complicaciones. Eso me obligó a continuar desempeñandome como mercenario para diferentes clientes, extranjeros o nacionales no importaban siempre y cuando pudieran pagar mis servicios. Son trabajos variados a veces en grupos y otras en solitario.
Entre la charla Logan supo un poco más de lo que John Wraith había hecho en los últimos años, él también también habló de sus experiencias y de lo último que había ocurrido en la escuela mutantes, aunque omitió lo sucedido con el profesor. No era que no confiara en John ya que sabía muy bien que cuando este último te consideraba su amigo nunca te traicionaría, simplemente Logan quería evitar ciertos porblemas o complicaciones que esa información le traería a John.
Logan también intentó invitarlo al grupo de X-Men pero John rechazó la invitación cuando supo que la paga no era tan generosa como el trabajo de mercenario, cuidar de una esposa y siete hijos requería de altos ingresos, dejar su actual vida por la paz y aceptación de otros mutantes no era el estilo de John Wraith. Además de ser un buen amigo, para otros que no tenían nada que ver con él era indiferente, la vida y muerte de desconocidos no podían moverlo.
Mientras que ambos hablaban, alejados de ellos estaba el joven camarero encargado de la barra. Entendiendo la regla de respetar la privacidad de sus clientes tomó la distancia suficiente para no escuchar su conversación.
De pronto la joven mujer se acercó a él, al verla pudo notar preocupación por la expresión de su rostro. Se mantuvo tranquilo y dedicándole una sonrisa le dijo. —Clarice ¿qué sucede?.
Clarice aún mostrando preocupación le contestó. —Weasel hay un hombre buscándote, dijo que se llamaba Wade Wilson.
Entonces Weasel supo lo que la preocupaba, ambos eran pareja desde hace un par de años, al conocerla mejor él nunca le guardó ningún secreto. Ella sabía muy bien que él aparte de ser dueño de un bar tenía otro negocio, este negocio era un poco ilegal, se trataba del contrabando de armas. Al final el bar lejos de ser el negocio principal era solo una fachada para continuar con sus operaciones como vendedor de armas.
Weasel puso su mano en la cabeza de Clarice y le agitó el cabello. —Tonta, no tienes que preocuparte estaré bien. Cuida del lugar regresaré en un momento.
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