La recompensa por el primer lugar

Inmediatamente, la lanza larga de Lu Ming empezó a moverse rápidamente.

La lanza se blandía y el viento era fuerte. La lanza con patrones de fuego en las manos de Lu Ming parecía haberse convertido en un Dragón de Fuego.

—hu hu...

Luego, apareció una escena impactante. Las llamas circundantes subían y bajaban con el movimiento de la lanza larga de Lu Ming. Al final, fueron impulsadas por la lanza y se convirtieron en un enorme Dragón de Fuego, danzando alrededor de Lu Ming.

Lu Ming se paró en el mar de fuego con dragones de fuego danzando a su alrededor. Era como un dios del fuego que había descendido al mundo.

—¡Vamos!—Al final, Lu Ming lanzó su lanza al cielo. Un Dragón de Fuego se elevó al cielo, espiralando hacia arriba y elevándose entre las nubes.

Después de alcanzar una altura de cien metros, el Dragón de Fuego lentamente se disipó y se convirtió en energía, regresando al cielo y la tierra. En el ring de lucha, donde Lu Ming estaba parado, ya no quedaba ninguna llama.