9. Ecos en la Cámara Abandonada

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—(R-18).

Jake no le prestó atención al medidor de ira después de haberlo visto una vez. También olvidó que Keirth estaba en esta cámara y se puso a trabajar.

—Ah~ —Perry arqueó su espalda baja y elevó más sus nalgas mientras Jake jugaba con su pequeña flor.

Su cuerpo y mente habían sido corrompidos desde aquel día. Aún tenía su memoria, pero su carácter había cambiado, volviéndose más malvado. Bajo la influencia de la esencia vampírica de Erin y los poderes demoníacos de Jake, ella se había transformado y convertido en su leal Sacerdotisa Oscura. Incluso si ahora recordara a Keirth, solo sentía desdén y desprecio por ese chico.

En ese momento, ella solo pensaba en los dedos de su maestro, que estaban aflojando sus labios rosas. Sintiéndolo pellizcar su pequeña perla, la mente de Perry fue asaltada por una ola de placer. Emitió un gemido primal mientras su cuerpo temblaba.

Ella separó más sus piernas y miró a Jake con las mejillas sonrojadas. Su boca se abrió en ese momento y su lengua se estiró.

—Annhh~

No pudo contenerse y expulsó un chorro de fluido pegajoso. Jake sacó sus dos dedos y se los lamió. El sabor sería amargo, pero el de ella era dulce. Al adquirir la esencia vampírica de Erin, las propiedades de su cuerpo habían cambiado.

Su esperanza de vida había aumentado unos 200 años. Sin embargo, ella no podría concebir un hijo a menos que Erin retirara sus restos de esencia vampírica. Por lo tanto, actualmente, no importa cuántas semillas él esparciera dentro de ella, era seguro.

[Ira: 288]

Esto era solo el comienzo. Jake ordenó a Perry darse la vuelta y sacar su serpiente dormida. Como un niño que apenas aprende a moverse, ella rotó sobre sus cuatro extremidades y se enfrentó a su vientre.

Sus manos tiraron impacientemente de los cordones de su pantalón negro. Era de un tamaño que solo los gigantes usarían. En el momento en que bajó los pantalones, vio la serpiente flácida de Jake, acurrucada entre sus muslos. Su lujuria aumentó.

Se escucharon sonidos de cadenas siendo jaladas. Jake giró su cabeza y vio a Keirth tratando de liberarse con todas sus fuerzas. Sin embargo, las cadenas eran demasiado resistentes y su intento fue inútil. Solo estaba malgastando su fuerza.

—Maestro, está levantándose... —Perry sostuvo su eje con una mano y lo miró con ojos inocentes.

[Ira: 301]

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Cuanto más alta la ira, más difícil era aumentarla. Sin embargo, Jake había planeado algo para resolver este problema. Se inclinó hasta que su barbilla tocó la mejilla de Perry y le susurró al oído.

Ella sonrió mientras él se enderezaba.

Le dio palmaditas en la cabeza y dijo:

—Chúpalo.

Perry besó la punta por su orden y abrió su boca llena de burbujas de saliva. En ese momento, de repente se detuvo y preguntó:

—¿Qué... estoy... haciendo?

Como por coincidencia, giró la cabeza hacia la pared izquierda y sus ojos se llenaron de lágrimas.

—¡Keirth! —gritó.

—¡Señorita Perry, finalmente está normal! —La esperanza floreció dentro del chico mientras usaba todas sus fuerzas para dar un solo paso adelante, alcanzar a la sacerdotisa y salvarla de ese demonio.

¡No importaba lo que costara, él sería su héroe! La sangre goteaba de sus muñecas y piernas. Cortes aparecieron en sus brazos y sintió un dolor insoportable. Sin embargo, eso no era nada si él pudiera-

Slurp...

Slurp...

—Mrrmm... mmm! —Perry chupaba amorosamente el miembro de Jake, quien no pudo evitar exhalar un gemido de placer. Él sostuvo su cabeza con ambas palmas y la movió hacia adelante y hacia atrás.

Sonidos de succión resonaron en la cámara. Notificaciones sonaron en la mente de Jake cada vez que ella chupaba. Era solo uno o dos Puntos Malignos. Colocó una pierna en el borde de la cama y atrajo la cabeza de Perry más cerca. Su nariz golpeó su vientre mientras se sumergía en la sensación de sus labios apretándose alrededor de su dragón.

Su lengua colgaba abajo y la saliva goteaba de la punta. El miembro de Jake palpitaba involuntariamente al sentir la sensación resbalosa mientras ella chupaba más.

Dejando escapar el miembro de Jake de su boca por un momento, ella sonrió y dijo:

—Es tan grande... Keirth, si te quedas obediente allí, estoy dispuesta a compartir esto con tu madre y hermana~

Eso fue lo que Jake le había dicho que dijera.

[Ira: 350]

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—Eso se sintió bien... —El sistema recompensaba un poco más en momentos como este.

—¡Ah~ Annhh~ Annhhh! —Perry comenzó a gemir y la frecuencia de las embestidas se volvió más y más rápida. Era como si un motor estuviera arrancando. Ambas palmas de Jake se hundieron en su blanco trasero mientras él desgarraba ávidamente el agujero rosa en medio.

—Annh~ ¡Sí! ¡Maestro~! —Perry agarró una almohada cercana y gritó en éxtasis.

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—¡Ding! Has cometido un pecado lujurioso. ¡Ganas...

...

Antes de que los mensajes del sistema bombardearan la mente de Jake, él lo apagó y se centró en disfrutar.

Aún no había desvestido a Perry de su ropa interior y estaba empapada en los jugos que fluían. Jake comenzó a prestar atención al medidor de pecado. La ira había pasado de 400 y rápidamente se acercaba a 430… ahora 433… 437…

—Annh~ Annhh —murmuró Perry.

Perry sentía como si se estuviera volviendo loca. Su maestro estaba siendo tan rudo con ella y sin embargo le gustaba. Dentro y fuera... dentro y fuera... ese palo de carne golpeaba su útero cada vez. Era grande y poderoso, dominante a su manera. ¡Le encantaba esta sensación!

—¡Sí, Annhh~ No pares! —exclamó.

Jake echó un vistazo al medidor de lujuria de Perry y era fácilmente más de 500. Esta chica era de una raza diferente. Su propia lujuria estaba sobre 400 y solo aumentaba.

Pah! Pah! Pah!

—Kuh —gruñó Jake.

Algo corrió desde los testículos de Jake. Estalló como una fuente y se deslizó dentro del vientre de Perry, como agua de una tubería apretada. La sacerdotisa gritó alegremente al sentir el líquido caliente dentro de ella. Sus piernas se debilitaron, pero Jake no se detenía. Ahora los sonidos de las palmadas parecían más "húmedos", como si un palo golpeara agua estancada.

¡Plat! ¡Plat! Plat...

Este acto de libertinaje duró casi tres horas antes de que Jake de repente se detuviera y se retirara. La mente de Perry daba vueltas después de haber sido completamente follada. No había gracia en sus movimientos mientras se acostaba plano sobre su vientre, abrazando las almohadas, líquido blanco goteando de su cueva.

Jake tenía sudor por todo su cuerpo y su sangre corría más rápido que nunca. Sus estadísticas eran más altas, por lo que no estaba tan exhausto como Perry. Rápidamente se subió el pantalón y entrecerró los ojos, mirando a Keirth.

Los ojos del chico estaban todos blancos con grietas de líneas rojas convergiendo hacia sus pupilas.

[Ira: 502]

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