—Aquí —William sacó uno de los muchos anillos que tenía— hay diez millones de cristales espirituales ahí.
—Gracias —Remy recibió el anillo y lo entregó a uno de los responsables de reunir las ofertas. A medida que el número de personas reunidas aquí crecía, el grupo Refos envió refuerzos para ayudar.
El número total de comerciantes trabajando aquí ya superaba el centenar, pero todavía estaban liderados por Remy. En cuanto a los guardias, se añadieron cientos más, y eso le dijo a William que el número de cristales espirituales involucrados aquí alcanzaba una escala inimaginable.
—¿Cuándo vas a empezar? —Esa era la principal razón de la venida de Remy aquí en primer lugar.
—Hmm… Voy a empezar en unos minutos —William sabía que ya había llegado al plazo de cinco horas que había decidido antes—, pero mantén la subasta en marcha. ¡El proceso de limpiar este lugar llevará largas horas, incluso días!
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