¿No quieres venir conmigo?

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William no tenía palabras. En su vida pasada en la academia, todo lo que disfrutaba era una habitación estrecha con una cama incómoda.

Sabía que tal trato era gracias a los arreglos del anciano, pero esto era simplemente demasiado para aceptar.

Después de todo, no tenía intención de utilizar ese lugar para ninguno de sus planes futuros. Tenía suficientes núcleos para conseguir un buen lugar lejos de la academia.

Sin embargo, necesitaba tiempo para planificar las cosas bien. El clan no estaba tan lejos de la capital del reino. Pero viajar allí tomaría al menos un mes, si no más.

Un mes podría parecer mucho, pero comparado con la inmensidad de este mundo, en realidad no era tanto.

Además, William sabía que había otras maneras de llegar allí en mucho menos tiempo que eso.

Necesitaba ir a la capital del reino no solo para comprar una base para su futuro equipo allí, sino también para visitar la casa de subastas.