Divinidad

Vale aspiró un aliento frío después de escuchar sus palabras.

Parece que la colección del Director de la que estaba tan orgulloso realmente sería impresionante por la forma en que hablaba.

Después de unas cuantas respiraciones, Vale calmó su respiración y asintió al Director. —Estoy listo, Director. No importa la colección de cadáveres que tenga, solo estaré contento cuanto más raros sean —dijo Vale como un verdadero entusiasta de los cadáveres.

El Director miró a Vale divertido, ya que no esperaba tal respuesta. No pudo evitar reír, ya que su humor había mejorado mucho.

—¡Genial! Siempre he querido mostrar mi colección a alguien… Supongo que realmente encontré a la persona adecuada. ¡Sígueme! —Dicho esto, el Director Jean caminó hacia la puerta de la casa de campo y la abrió. Parecía que no estaba cerrada con llave, pero Vale notó la fluctuación de energía en cuanto el Director tocó la perilla de la puerta.