Copia de seguridad

—El pensamiento de que su presa fuera robada por otros Señores no le sentaba bien a Miguel, pero estaba demasiado cansado para quejarse de la ayuda.

—Preferiría aceptar algo de ayuda en el último tramo de la batalla final contra el Señor Kitsun en lugar de morir contra él. Su brazo derecho estaba gravemente aplastado y su dolor de cabeza empeoraba. Ni siquiera absorber la fuerza vital del Kitsun que había herido antes fue de mucha ayuda.

—La fuerza vital alivió un poco el dolor en su cabeza, pero se centró principalmente en atender a su brazo herido. El brazo derecho de Miguel colgaba lánguidamente. Ni siquiera podía moverlo en este punto. Pero aún peor era que su fusión con la Emperatriz Elemental estaba a punto de disolverse.