Al ver que ambos se habían asentado, Oberón se volvió hacia Atticus.
—Tu fuerza de voluntad es muy impresionante, niño, especialmente para alguien tan joven. Viéndote en acción en la cumbre de líderes, asumí que eras un intelectual, lo que hace que me resulte difícil comprender tus acciones ahora. Actualmente te estás dirigiendo a nueve seres, cada uno de los cuales puede poner fin a tu vida fácilmente. ¿Por qué intentas provocarnos? —Oberón habló con calma, sin un atisbo de ira en su voz. Que un paragón perdiera la compostura por las palabras de un niño sería vergonzoso.
Atticus se volvió hacia Magnus y respondió con calma después de recibir un asentimiento de aprobación.
—No dije nada más que los hechos —Oberón sonrió levemente.
在webnovel.com支援您喜歡的作者與譯者