—¿Ah, sí? ¿De qué químicos ilegales estamos hablando? —preguntó Sebastián, apretando su abrazo mientras la llevaba a su habitación.
—De venenos mata-vampiros —susurró Elliana y Sebastián murmuró, haciendo que ella apoyara su cabeza en el hueco de su cuello.
La colocó en el borde de la cama antes de sentarse frente a ella, arrodillándose en el suelo.
Colocó sus manos en su regazo y agarró las suyas, obligándola a mirarlo.
—Si alguna vez haces un veneno que mate a un vampiro, pruébalo en mí. Lo bebería con gusto por ti. Te ahorrarás algunas pruebas con vampiros —susurró Sebastián, sus ojos cristalinos sin ningún significado oculto.
Realmente quería decir lo que había dicho.
Elliana se congeló en sus pensamientos. No sabía qué decir.
¿Debería elogiarlo por preocuparse y pensar tanto en ella que por su felicidad, dijo esas palabras, o debería hacerle entrar en razón para que pudiera ver que ella le estaba diciendo la verdad y no estaba bromeando?
在webnovel.com支援您喜歡的作者與譯者