Toma tu medicina

Los ojos de Nan Hua centellearon al escuchar las palabras de la boca de la Princesa Yue. La princesa frente a ella parecía haber madurado de la noche a la mañana. No, no completamente madurada, pero tenía un tipo de determinación diferente.

Incluso si estaba puesta en una posición tan baja, la Princesa Yue se prometió a sí misma que no quería vivir con arrepentimientos. Incluso si fue abandonada por la Emperatriz Viuda y usada como un peón, tenía que asegurarse de vivir su vida al máximo.

En el palacio del Reino Zhang Xu, demostraría que enviarla allí había sido la decisión correcta.

—Por favor, no se esfuerce demasiado, Su Alteza. Todavía tiene que cuidar su salud —Nan Hua miró el rostro de la Princesa Yue.

La Princesa Yue se quedó atónita. Observando a la chica que parecía frágil frente a ella, la Princesa Yue solo se dio cuenta de que sus ojos eran completamente negros. Al mismo tiempo, no había falsedad en sus ojos cuando le hablaba.