Gabe la sostenía suavemente al darse cuenta de que ella temblaba, incluso mientras relataba lentamente todo lo que había sucedido. Estaba contento de que hubiera decidido tomar una ruta diferente, sin embargo, también le preocupaba. Necesitaba trasladarla a un turno de día, que no requeriría que ella saliera sola del resort eventualmente o al menos en un mejor momento.
Finalmente, cuando se calmó y se cambió de ropa, decidieron revisar el teléfono.
—Está bloqueado... —murmuró Autumn mientras miraba el teléfono con decepción. Había esperado poder encontrar el número de quien ordenó el ataque contra ella y luego...
—No estará bloqueado por mucho tiempo. Ya le pedí a Lucifer que lo hackeara.
Autumn frunció el ceño.
—¿Lucifer?
—Mi hermanito...
—Ah, está bien... ¿Él puede hackear teléfonos? —Autumn preguntó preocupada. Hasta donde sabía, hackear no era legal...
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