Sol, playa y problemas
Nota 1: Todos los derechos de la serie Neón Génesis Evangelion pertenecen a Gainax/Khara, o a aquellos quienes les sucedan legalmente en el futuro. Esta historia fue escrita sin fines de lucro, solo como medio de esparcimiento. No me demanden.
Nota 2: Shinji tiene dos tipos de diálogos, "Normal" y "Cursivo", esto es para poder diferenciarlos correctamente. Ya lo entenderán cuando lean.
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Asuka y Hikari estaban comiendo su almuerzo sentadas en una de las bancas del patio de la escuela. Ninguna de las dos hacia el más mínimo comentario. Comían de manera casi ausente cada una perdida en sus propios pensamientos, pero con algo en común, la desaparición de cierto grupo de chicos, y la confirmación de que otro grupo de chicas también había desaparecido a la misma hora.
— ¿Dónde crees que hayan ido? — preguntó finalmente Hikari.
— ¿Cómo quieres que sepa eso? — preguntó de vuela Asuka, algo molesta.
— ¿Crees que estén… teniendo sexo? — preguntó Hikari, roja de vergüenza.
Asuka frunció el ceño. Sabía que Shinji no tendría el valor como para proponer algo semejante, pero no podía decir lo mismo del "Shinji Hentai"; no después que el día anterior le propusiera hacer un trío con Rei. Eso la llevaba al siguiente punto: ¿Ha tenido sexo Shinji con Isuzo? Asuka supo la respuesta apenas formuló la pregunta. Sí, lo habían hecho.
Si Shinji e Isuzo habían llegado hasta ese punto en su relación, era una completa incógnita para todos; pero no para ella. Luego de meses de convivencia, Asuka podía decir que conocía a Shinji mejor que nadie.
Con el tiempo, Asuka comenzó a entender los gestos y las actitudes de Shinji; llegó a comprender su lenguaje corporal, lo que era genial para meterse con él. Ahora sabía perfectamente qué gesto, qué palabra o qué mirada lo hacía cagarse de miedo, solo viendo su lenguaje corporal. Pero eso además le hizo comprender otras actitudes de él. Sabía que ella y la muñeca no le eran del todo indiferentes. A ellas las miraba de una forma un tanto distinta a como lo hacía con las demás chicas. Es por eso que al ver la forma en que se comporta con Isuzo, la forma en que la traba; aun siendo el "Shinji Alfeñique", la hacía estar segura de que ellos habían cruzado esa línea.
Asuka sintió una punzada al imaginar a Isuzo en la cama con Shinji. Se sintió herida y traicionada, pero sabía que no tenía nada que reclamar. Él no le pertenecía, nunca le había pertenecido. Ella misma se había encargado de alejarlo y abrir una brecha entre ellos. Asuka se sobresaltó al encontrarse pensando de esa manera. ¿Por qué tenía que importarle lo que hiciera ese cochino Hentai?
Con una infinita sorpresa y un sonrojo en las mejillas, la pelirroja vislumbró una respuesta a esa pregunta, pero no tuvo tiempo de procesarlo, ya que fue sacada de su tren de pensamientos cuando escuchó los sollozos de su amiga. Hikari estaba llorando; llorando por culpa de ese troglodita de Suzuhara.
— ¡¡Deja de llorar!! Ese idiota no merece tus lágrimas — dijo enojada a su amiga, pero sus palabras solo lograron que aumentara el llanto de Hikari.
— Pensé que era diferente… pero ahora está con esas chicas lindas… yo… creí que le gustaba… — dijo Hikari entre sollozos.
Asuka miró a su amiga sufriendo por un amor que nunca se había concretado; y no por falta de intentos de su parte. Era el idiota de Suzuhara que no se daba cuenta de la grandiosa chica que estaba ahí esperando por él. Aun no podía comprender qué es lo que veía Hikari en ese troglodita de Suzuhara, pero decidió que lo patearía hasta la muerte por hacer llorar a Hikari.
— No creo que esté con una de ellas.
Las dos chicas dieron un respingo de susto ante esa repentina voz detrás de ella. Al girar la cabeza en dirección a esa voz, vieron a Rei Ayanami de pie a unos cuantos pasos.
— ¿Y a ti quien te invitó muñeca? — gruñó Asuka.
— Espera Asuka — dijo Hikari limpiándose las lágrimas — ¿Qué quieres decir con eso? — preguntó.
Rei caminó hasta las dos chicas y se sentó junto a Hikari. Mantuvo la vista al frente por unos momentos mirando un punto indeterminado, hasta que respondió la pregunta de la chica pecosa.
— Él te quiere. Todos lo saben. Puede verse en su cara cuando te mira.
Hikari sintió que se le erizaba el cabello al escuchar esa declaración, y su cara comenzó a arder, roja como señal de tráfico. Muy a su pesar, Asuka debió reconocer que la muñeca tenía razón. Para todos era evidente que Suzuhara babeada por Hikari. Esa era una de las razones que más le disgustaba del idiota ese. Era evidente que le devolvían sus sentimientos y no hacía nada por concretar las cosas. Pero eso bien podría estar cambiando para mal ahora mismo.
— Si quisiera a Hikari, no estaría con una de las amigas de la Vaca Lechera — regañó Asuka.
— ¿Estás segura que está con una de ellas? — preguntó Rei mirando seriamente a la pelirroja.
Asuka y Hikari miraron a Rei realmente sorprendidas. Primero porque la chica se acercara a ellas, segundo porque realmente estaba hablando; y es que en estos pocos minutos había dicho más palabras que en todo un año. Y tercero, el tren de pensamientos de la chica era interesante.
— Shinji no tuvo amigos antes de llegar a Tokio-3. Suzuhara y Aida fueron sus primeros amigos y ahora son inseparables. Van a todas partes juntos — dijo Rei, comenzando a exponer su punto.
Asuka y Hikari miraron a Rei con sorpresa. Lo que estaba planteando la chica peliazul no era ninguna locura; de hecho, tenía mucho de razón en sus fundamentos.
— Con Isuzo y sus amigas es algo parecido — continuó Rei, y miro fijamente a Hikari antes de continuar — Como Isuzo y Shinji son pareja, es lógico que sus amigos se junten, pero eso no quiere decir que ellos se hagan pareja también.
Hikari abrió los ojos en sorpresa por lo que Rei acabada de decir, no lo habían pensado de esa forma. Por su parte, Asuka también fue golpeada por el razonamiento de Rei y recordó que el troglodita de Suzuhara y Hikari habían estado muy cercamos últimamente; tanto, que no dudaba que un día u otro se harían novios, entonces ¿Qué pasó?
— Sabes que el idiota de Suzuhara nunca me gustó para ti — dijo Asuka atrayendo la atención de su amiga — Siempre lo encontré un tonto salido, pero por alguna razón, para ti es el hombre perfecto. Tú lo quieres y se nota que él te corresponde. ¿Qué pasó que lo cambió todo? — preguntó con curiosidad.
— Pensé que era diferente — respondió Hikari con el ceño fruncido — Pero fue capaz de espiar a las chicas en las duchas. De Kensuke no me extraña, pero Touji no era de ese tipo; o eso creí. Me decepcionó.
Asuka miró a su amiga y no pudo dejar de concordar un poco con ella. En su momento también se había decepcionado de Shinji cuando pasó ese incidente, aunque ahora tenía sus dudas al saber que fue el "Shinji Hentai" el causante de todo ese lío.
— Son hombres — dijo Rei, atrayendo la atención de las dos chicas — Los hombres son así. Si ven a una mujer bonita, van a voltear a mirarla, pero eso no quiere decir que dejen de quererte — finalizó Rei, dejando a las dos amigas con los ojos como platos.
— ¿Y tú como sabe tanto sobre hombres? — pregunto Asuka sorprendida.
— Sentido común — contestó simplemente Rei, dejando a Asuka totalmente descolocada.
— Gracias. Hablaré con él — dijo Hikari, mirando con una sincera sonrisa a la chica peliazul.
Rei afirmó con la cabeza ante el agradecimiento de la chica de pecas. Asuka miró seriamente a su amiga y suspiró pesadamente. Hikari ya había tomado su decisión, lo único que podía hacer ahora es apoyarla. Le puso una mano en el hombro para llamar su atención y le sonrió afirmando con la cabeza.
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El balneario era hermoso, arenas blancas, aguas cristalinas y una suave brisa marina. Había un buen número de personas en la playa para ser un día laboral, por lo que el grupo caminó un poco hasta encontrar un buen lugar, pero unos minutos después ya se habían instalado con sus cosas junto con un par de sombrillas.
Las chicas se quitaron la ropa dejando ver sus trajes de baño. Isuzo llevaba un infartarte bikini blanco, que de alguna forma se las arreglaba para abrazar y sostener sus impresionantes senos. Aya llevaba un pequeñísimo Bikini Azul y Mouki; la más recatada, llevaba un traje de dos piezas rojo con tirantes laterales, pero que a cambio la hacía verse tremendamente sexy.
Kensuke estaba con la boca abierta y los ojos desorbitados; al menos hasta que Shinji se apiadó de él y le cerró la boca con una mano. Touji también estaba sorprendido, pero no se mostraba tan entusiasmado como sus amigos.
— ¡Vamos al agua chicas! — dijo Mouki y corrió hasta la orilla del mar seguida de unas entusiasmadas Aya e Isuzo.
Los tres chicos se quedaron de pie viendo como las tres hermosas chicas se internaban en el agua y comenzaban a jugar, lanzándose agua unas a otras mientras gritaban y reían felices como niñas pequeñas.
— Gracias Shinji — dijo Kensuke con los ojos anegados en lágrimas — Gracias a ti, se acaba de cumplir uno de mis sueños. Estar en la playa con grupo de hermosas chicas… soy tan feliz — dijo emocionado.
Shinji esbozó una enorme sonrió y le puso una mano en el hombro a su amigo, mientras contemplaban a las hermosas chicas en el agua.
— No hay nada que agradecer. Solo disfruta del día y lígate a una de las amigas de Isuzo — dijo con una sonrisa traviesa, causando que la nariz de Kensuke sangrara un poco.
— ¡¡Chicos!! Vengan, el agua está deliciosa — les gritó Isuzo haciéndoles señas con una mano.
— Ve con ellas — dijo Shinji a Kensuke, dándole una palmada en la espalda — Touji y yo aseguraremos las cosas y te alcanzamos en un minuto.
Kensuke afirmó con la cabeza y fue corriendo hasta donde estaban las chicas. Una vez que estuvo lo suficientemente lejos, Shinji se volteó hacia Touji con el ceño fruncido.
— ¿Qué te pasa? Hace un rato que te veo raro. ¿Estás enfermo?
— Estoy bien — respondió Touji algo desganado.
— ¿Cuál es tu problema? Mira este lugar — dijo Shinji extendiendo los brazos — Es precioso, tenemos un hermoso día y a tres espectaculares chicas; una para cada uno. ¿Cuál es el problema?
— Ninguno, es solo que… — intento decir Touji, pero no pudo terminar lo que decía.
— Es por Hikari. ¿Verdad? — preguntó Shinji, entendiendo para donde iba esto.
Touji observó a Shinji por un momento considerando qué hacer. Nunca había sido bueno para expresar sus sentimientos. Cada vez que quería hacerlo, sentía que se le desconectaba el cerebro, pero en este momento se sentía tan en confianza, que decidió abrirse por primera vez en su vida.
— Sí, es ella — reconoció un avergonzado Touji.
Shinji miró a su amigo y luego de unos segundos se sentó en la arena, invitando a Touji a imitarlo. Se quedaron ahí en silencio por un rato, observando como las chicas le lanzaban a agua a Kensuke.
— Ustedes habían estado muy cercanos últimamente. Incluso ella te llevaba el almuerzo a la escuela todos los días. ¿Qué pasó? — preguntó Shinji, curioso.
Touji suspiró pesadamente antes de responder esa pregunta.
— Todo iba bien hasta lo del incidente en las duchas de las chicas. Desde ese día ya no me quiere ver ni en pintura — reconoció con resignación.
— Oye, lo siento amigo. Nunca creía que eso podría traerte tantos problemas — dijo Shinji apenado.
— No fue tu culpa. Tú no me obligaste a espiar a las chicas. Yo fui porque quise; además, no es como si Hikari y yo fuéramos novios. Solo somos amigos… éramos. Ya no sé — se quejó Touji.
— ¿Amigos? Sí como no — dijo Shinji con sarcasmo — Por si no lo sabías, en nuestra clase corren las apuestas sobre cuando se harán novios. Incluso un par de maestros apostaron.
Touji gimió tomando se la cabeza con las manos y Shinji se largó a reír dándole unas palmaditas en la espalda.
— Tranquilo. No puede ser tan malo. El día que le partí la cara al Ex de Isuzo, te vi junto con ella.
— Sí, pero cuando vio que no me iba a morir, dio media vuelta y se fue — dijo Touji resignado.
— Eso es estupendo — dijo Shinji atrayendo la atención de Touji — Si se preocupó por ti, es porque aún significas algo para ella.
Touji abrió los ojos desorbitados, no lo había pensado de esa forma. Shinji se puso de pie y se sacudió la arena de su traje de baño.
— La quieres. ¿Verdad? — preguntó Shinji mirándolo con seriedad a su amigo.
Touji dudó por un momento, pensó en salir corriendo o simplemente golpear a Shinji por ser tan impertinente, pero finalmente desechó esa idea. Estaban hablando en confianza, no había de qué avergonzarse. Asintió con la cabeza, confirmando lo que era evidente para todos. Shinji sonrió.
— Bien, entonces deja de perder el tiempo y ve por ella — dijo a su amigo guiñándole un ojo.
Touji se puso rojo como señal de tráfico. Estaba por replicar algo cuando Shinji lo levantó jalándolo de un brazo, le puso una mano en el hombro y le dio una mirada seria.
— Deja de lamentarte y disfruta del día. Para eso viniste. ¿Recuerdas? Y si no quieres ligarte a las amigas de Isuzo, entonces no hay problema, déjaselas a Kensuke. Él estará encantado — finalizó Shinji señalando al mar, donde el susodicho estaba siendo ahogado por unas entretenidas Aya y Mouki, mientras Isuzo reía a más no poder.
Touji sonrió, negó con la cabeza y le dio una mirada a su amigo.
— ¿Qué rayos te pasó, Shinji? Hay veces que te desconozco. Es como si fueras otro — dijo Touji.
— Sí, ya me han dicho eso antes — respondió Shinji con un encogimiento de hombros — Bueno, será mejor que vayamos a salvar a Kensuke, o esas dos lo van a terminar ahogando de verdad.
— Tienes razón. ¡¡El último que llega es un huevo podrido!! — gritó Touji y corrió al agua.
— Oye, espera. Eso fue trampa ¡Saliste antes que yo! — reclamó Shinji corriendo detrás de su amigo.
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Misato ingresó casi corriendo al laboratorio, en donde unas concentradas Ritsuko y Maya estaban sentadas ante unas terminales tecleando frenéticamente mientras analizaban una cantidad monstruosa de datos.
— ¿Encontraste la cura? — preguntó una ansiosa Misato, quedando de pie a un lado de Ritsuko.
— No — fue la lapidaria respuesta de la científica — Buenas tardes también para ti — agregó con el ceño fruncido, un tanto molesta porque esta falta de cortesía se estaba haciendo la norma.
— ¿¿No?? — preguntó Misato sorprendida, sin tomar en cuenta el reclamo de a rubia — ¿Entonces para que me llamaste? Pensé que ya habías encontrado una cura — dijo Misato con el ceño fruncido.
— Nunca dije que había encontrado una solución al problema de Shinji. Lo que dije es que había encontrado algo nuevo — explicó Ritsuko con toda calma que le fue posible — Maya, pon los gráficos en pantalla.
— Sí doctora — respondió la mujer de cabello corto y desplegó unos gráficos en un monitor.
— Mira esto — dijo Ritsuko, señalando con un lápiz cierta parte de los gráficos desplegados en frente de ellas.
— ¿Qué estoy viendo? — preguntó Misato con ojos estrechos.
— Estos gráficos muestran los patrones mentales de Shinji. Los de arriba son del "Shinji Normal" y los de abajo son los del "Shinji Hentai" — comentó Ritsujo con una pequeña sonrisa.
Misato estrechó los ojos pero finalmente suspiró con cansancio y asintió con la cabeza. Le gustase o no, el apodo de Asuka para la otra personalidad de Shinji, iba de camino a convertirse el nombre oficial del "Otro" Shinji. Ritsuko continuó.
— Analizando estos nos percatamos de dos cosas. Primero: los patrones del "Shinji Normal", están siendo lentamente reemplazados por los del "Shinji Hentai"
— ¿Quieres decir que Shinji va en camino a ser el "Shinji Hentai" por tiempo completo? — preguntó Misato visiblemente sorprendida y espantada por esa idea.
— Efectivamente. Poco a poco esta otra personalidad está tomando el control de Shinji, pero es un proceso bastante lento, así que aún tenemos tiempo antes de que el cambio sea completo. Aun así, Shinji ya debe de haber cambiado un poco su personalidad — concluyó Ritsuko.
— Él me comentó algo de eso el otro día — dijo Misato poniéndose seria — Me comentó que se sentía con más confianza que antes, y que había ocasiones en que se desconocía a sí mismo.
— Sí, de hecho ya leí el informe que hizo el psiquiatra después de que vio a Shinji aquí en NERV. Él llegó a la misma conclusión que yo — comentó Ritsuko, a lo que Misato afirmó con la cabeza.
— Habló con Shinji y logró calmarlo un poco. De hecho, Shinji solicitó que me quedara durante la sesión y pude ver que en verdad lo ayudo y le dio algunos consejos para lidiar con eso — reconoció Msato, recordando lo bien que la hizo sentir que Shinji fuera volviendo a confiar en ella. El que pidiera que se quedara con él durante la sesión con el psiquiatra, era un gran inicio.
— En el informe el psiquiatra habla sobre no someter a Shinji a situaciones estresantes, ya que estas son propicias para gatillar la liberación del "Shinji Hentai" — comentó Ritsuko con ojos estrechos — Eso valida mi idea de no tener a Shinji encerrado en un calabozo, estando triste, amargado, deprimido y por supuesto, estresado.
— Pilotar un EVA y tener que luchar contra los Ángeles es algo muy estresante. Incluso para nosotros que no tenemos que estar afuera peleando. ¿Eso no lo afecta también? — preguntó Maya.
— Eso es verdad — reconoció Ritsuko.
La rubia científica le dio una intensa mirada a su "subordinada", a la vez que le dedicó una sonrisa un tanto sensual, que arrancó un lindo sonrojo da la joven mujer. Ritsuko amplió su sonrisa por esa reacción y devolvió la vista a Misato, que parecía perdida en la última afirmación de Maya. Decidió retomar la conversación.
— Si bien concuerdo con tu planteamiento Maya, estamos en una situación excepcional. No tenemos más opción que hacerlo luchar o no habrá un futuro para nadie.
Las tres mujeres guardaron silencio por un momento analizando esas palabras, hasta que Ritsuko volvió a retomar la conversación.
— En todo caso, el proceso de cambio de personalidad de Shinji ya se inició y es algo que no podemos detener — señaló la rubia.
— Mayor razón para que te apresures en encontrar una cura —declaró Misato.
— Ese es el otro punto del que quería hablar — dijo Ritsuko y le dio una seria mirada a la Directora de Operaciones de NER — ¿Estamos haciendo bien en buscar una cura para este problema?
— ¿Qué quieres decir con eso? — preguntó Misato, estrechando los ojos.
— Según el análisis de estos patrones mentales, ambos Shinji son personas totalmente diferentes, pero a la vez siguen siendo Shinji. Eso me lleva a pensar. ¿Estamos haciendo bien en tratar de eliminar al "Shinji Hentai"?
— ¿De qué hablas Ritsuko? El otro día casi le vuela la cabeza a un chico con una pistola — regañó la morena.
— Sí, soy plenamente consciente de eso. Ese incidente quedó registrado — señaló Ritsuko, tecleando en su terminal y desplegando una nueva ventana en el monitor frente a ella — Eso pasó porque ese chico lo hizo enfurecer. Los gráficos que ves aquí, muestran que Shinji estaba mucho más furioso que en la pelea contra el último Ángel. Según estas cifras, sus emociones en ese momento eran 100% furia. No es de extrañar que actuara así.
— Por lo mismo debes encontrar una cura — insistió a morena.
— No Misato. No es una cura lo que debemos encontrar. Según MAGI ambos son Shinji. ¿Entiendes? No podemos eliminar a esta otra personalidad, porque si lo hacemos, estaríamos matando una parte de Shinji.
— ¿¿QUÉ?? — preguntó Misato espantada.
— Lo que oyes. Si eliminamos al "Shinji Hentai", estaríamos matando una parte de Shinji, porque esa personalidad es parte de él. Ahora, el problema es que tampoco podemos unirlas, porque son incompatibles, si lo hacemos, la posibilidad de que Shinji muera es de un 80% — concluyó la doctora.
— ¿Y qué pretendes hacer? — preguntó Misato sintiéndose mareada por la revelación de Ritsuko.
— Ya estoy trabajando en algo. No es totalmente seguro, pero haré todo lo posible — dijo la rubia.
— Está bien. Lo dejo en tus manos — dijo Misato tratando de asimilar las cosas.
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El grupo de fugitivos la estaba pasando realmente bien ese día, aprovechando al máximo la escapada de la escuela. Habían jugado en el agua, luego nadaron durante un rato y un poco después fueron a dar una vuelta en unas motos de agua que había para la renta. Shinji se fue con Isuzo, Touji con Aya y Kensuke con Mouki. Luego de recorrer el balneario, se sirvieron unos helados y regresaron donde tenían sus cosas, con la firme intención de descansar y tomar un poco de sol.
Isuzo se tendió boca bajo sobre una toalla y le pidió a Shinji que le aplicara Protector Solar en las piernas y la espalda. Touji y Kensuke miraron con envidia a su amigo mientras recorría con las manos el voluptuoso cuerpo de su novia, aplicándole el "bendito" Protector Solar. Inmediatamente desviaron su vista hacia Aya y Mouki.
— ¡¡NI LO SUEÑEN!! — rugieron ambas chicas.
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Clinton y Reagan no eran hombres felices; a decir verdad, estaban bastante enojados. Primeramente, estaba el humillante episodio de la patata en el tubo de escape del automóvil y después los mil malabares que debieron realizar para dar con el paradero de Shinji Ikari.
Lo primero fue localizar al taxi que había recogido al grupo de chicos en la escuela. Clinton alcanzó a memorizar la matrícula, así que no les fue difícil dar con la compañía y luego con el conductor. Una vez que hablaron con él, supieron que Shinji se había bajado en pleno centro de Tokio-3 y los demás en una zona residencial.
El lugar donde Shinji había bajado no tenía nada en especial, solo algunos negocios pequeños y un salón de juegos, así que comenzaron por ahí. Luego de una frustrante hora, no habían llegado a ninguna parte, Shinji se había hecho humo, por lo que decidieron seguir con la otra pista. Los chicos se habían bajado en un barrio residencial, pero nadie los había visto. Supusieron que uno de los chicos vivía allí, así que solicitaron los datos a NERV. Efectivamente, Touji Suzuhara vivía a un par de cuadras. Al allanar la casa, la encontraron vacía y sin ninguna pista del paradero de los chicos. En ese momento la suerte les sonrió.
Una anciana apreció en la puerta de la casa de Suzuhara, preguntando qué pasaba. Al mostrar sus credenciales como Agentes de Seguridad de NERV y conversar con ella un momento, se dieron cuenta de que la anciana era la cotilla del barrio. Le sabía la vida completa a Suzuhara y su familia, además de contarles con lujo de detalle cómo el chico había llegado a casa en horas de clase con tres chicas y uno de sus amigos, y como poco después había llegado otro chico en un Jeep color rojo, que identificó como Shinji Ikari, al mostrarle una fotografía. Dijo que los chicos se habían cambiado de ropa al salir, que cargaron el Jeep y se fueron unos minutos después con Shinji al volante.
Con esa detallada información, los Agentes de Seguridad de NERV armaron el puzzle. Shinji se había bajado en la ciudad para recoger el Jeep, mientras que sus amigos preparaban las cosas en casa de Suzuhara. Después se habían ido a algún lugar, pero si necesitaban un automóvil, no debía ser muy cerca, por lo que debieron conseguir prestado o rentar el Jeep, ya que Ikari no tenía vehículo; y ahí estaba la clave.
Ambos hombres apostaron porque Shinji había rentado el Jeep y regresaron a la ciudad. Recordaban haber visto un "Rent a Car", cerca de donde Shinji había bajado. Al cabo de unos minutos estaban ahí, pero era hora de colación y debieron esperar a que los dueños regresaran. Una hora después el local se abrió y pudieron confirmar que efectivamente Shinji Ikari había retirado un Jeep de color rojo durante la mañana. Como la empresa tenía un sistema de rastreo en todos sus automóviles en caso de robo, no tuvieron muchos problemas para encontrar al grupo de fugitivos, por lo que ahora los dos hombres iban en camino de un conocido balneario a las afueras de Tokio-2.
— No puedo creerlo — se quejaba Reagan — Perdimos la mañana y parten de tarde buscando, y resulta que el maldito mocoso está tomando el sol en un balneario con su novia y sus amigos.
— Espera a que lo atrapemos — dijo Clinton igual de enojado, apretando los puños.
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La tarde estaba cayendo en el balneario y los chicos decidieron que ya era hora de regresar a casa. Había sido un día espectacularmente hermoso, lo habían pasado muy bien, y Aya y Mouki debieron reconocer que Touji y Kensuke no eran tan idiotas como habían creído en un inicio; de hecho, Mouki terminó llevándose bastante bien con Kensuke.
Los chicos caminaban rumbo al Jeep cargando las sombrillas y el resto de las cosas, cuando Mouki abrió desmesuradamente los ojos y se detuvo en su lugar, como si fuera un conejo encandilado por las luces de un automóvil.
— ¿Qué pasa Mouki? Parece que viste un fantasma — preguntó divertida Aya.
Mouki retrocedió unos pasos y le hizo frenéticas señas al grupo para que la siguieran. Los demás se miraron entre ellos sin entender de qué iba todo eso, pero igualmente siguieron a la chica que se alejaba un poco más entre la gente del lugar.
— ¿Qué pasa Mouki? — preguntó Isuzo, un tanto preocupada.
— Esos tipos Clinton y Reagan, acaban de bajar de un automóvil y comenzaron a buscarnos — dijo una preocupada Mouki.
— ¿¿Qué?? — preguntaron todos, espantados.
— Bajen la voz y no volteen — dijo Mouki haciendo señas para que bajaran la voz.
— ¿Nos han visto? — preguntó Shinji con ojos estrechos.
— Aún no — respondió Mouki, mirando disimuladamente en dirección a los hombres de negro.
— Bien, alejémonos un poco y mezclémonos con la gente antes de que nos vean — dijo Shinji apuntando a un grupo de gente.
Los chicos asintieron y caminaron discretamente hasta salir del rango de visión de los Agentes de Seguridad, para mirándolos escondidos desde atrás de un local de bebidas.
— ¿Y ahora qué haremos? El Jeep está justo por donde están ellos — dijo Kensuke.
— Tengo una idea — dijo Mouki con una sonrisa traviesa, que hizo estremecer a todos.
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— Para ser día de semana el lugar está repleto de gente — dijo Clinton mirando alrededor, viendo el lugar lleno de bañistas hasta donde alcanzaba la vista.
— Es como buscar una aguja en un pajar — se quejó Reagan, concordando con su colega.
Justo en ese momento, cuando ambos hombres miraban alrededor en completa frustración, un contentísimo Shinji Ikari apareció caminando directo hacia ellos, en compañía de tres hermosas chicas; siendo una de ellas su novia tetona. Apenas el Piloto EVA los divisó, se congela en el acto.
— ¡¡Ustedes!! — exclamó un sorprendido Shinji.
— ¡¡IKARI!! — rugieron Clinton y Reagan.
— ¡¡Corran!! — gritó Shinji dando media vuelta y comenzando a correr junto con las chicas, seguidos de cerca por Clinton y Reagan, mientras todos los hombres presentes miraban idiotizados como rebotaban las tetas de Isuzo mientras esta corría.
Shinji y las tres chicas corrieron esquivando a la gente que se les atravesaba y luego un momento, se encaminaron directo hasta un local que se encontraba repleto de hombres muy musculosos, ya que se estaba llevando a cabo una competencia de vencidas. Shinji ingresó primero y se perdió rápidamente ente la multitud, las chicas ingresaron segundos después seguidas de cerca por Clinton y Reagan.
— ¡¡AUXILIOOOO!! — gritaron Isuzo, Aya y Mouki apenas entraron al local, y se lanzaron a los brazos de los hombres más musculosos que encontraron.
— ¿Qué pasa chicas? ¿Por qué lloran? — preguntó uno de los hombres, mientras los demás dejaban lo que hacían y se acercaban para escuchar de qué iba todo eso. Fue justo en ese momento en que ingresaron Clinton y Reagan.
— ¡Esos tipos querían abusar de nosotras! — dijo una afligida Mouki entre lágrimas, señalando con un dedo a Clinton y Reagan.
— ¿¿QUEEEEEEE?? — rugieron todos los hombres presentes.
— ¿Qué? — preguntaron Clinton y Reagan.
— Les dijimos que no somos de ese tipo chicas, pero… pero… ¡Intentaron manosearnos y quitarnos el traje de baño! — dijo Mouki entre lágrimas, aferrándose con más fuerza al brazo del tipo al que se había agarrado, clavándole las tetas en el proceso para aumentar el efecto.
— Oigan, no; esperen. Esto es un malentendido — dijo Reagan cuando vio que todos esos hombres musculosos caminaban lentamente hacia ellos con miradas de furia, mientras enseñaban amenazadoramente los dientes.
— Este es un asunto oficial — dijo Clinton mostrando su credencial de Agente de Seguridad de NERV, pero nadie se intimidó por eso.
— ¡¡HIJOS DE PUTA!! — rugieron todos los hombres musculosos y se fueron sobre ellos.
Lo siguiente que vino fue una brutal y descarnada escena de violencia explícita… mucha violencia.
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Clinton y Reagan, Agentes de Seguridad de NERV, caminaban lenta y dolorosamente rumbo a su automóvil. Llevaban la ropa destrozada, moretones y magulladuras por todas partes, ojos morados, dientes menos y un poco de sangre saliendo de nariz y boca... Clinton también había perdido un zapato.
— Malditas mocosas — se quejó Reagan.
— ¡No de nuevo! — exclamó Clinton, cayó de rodillas y comenzó a llorar silenciosamente.
— ¿Qué pasa? — preguntó Reagan. Entonces vio que los cuatro neumáticos del automóvil estaban sin aire — ¿Qué hice para merecer esto? — se preguntó resignado.
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El grupo de fugitivos iban a bordo del Jeep avanzando a buena velocidad por la carretera de regreso hacia Tokio-3, mientras seguían riendo por la forma en que se habían sacado se encima a los dos gorilas de Seguridad de NERV. Podrían ser fuertes, pero enfrentar a más de 40 mastodontes tan grandes como ellos, no debió ser tarea fácil.
— Debieron haberlo visto chicos. Los hicieron puré — dijo una entretenida Mouki entre risas.
— Fue una idea genial, Mouki — dijo Aya divertida — Y eres una gran actriz.
— Y gracias a que le sacamos el aire a los neumáticos de su automóvil, no creo que nos sigan muy pronto — dijo Kensuke, sentado junto a una prendida Mouki, que seguía riendo por su brillante plan.
— Pero Shinji, ¿Esto no te traerá problemas? — preguntó Isuzo, sentada junto a su novio, que iba conduciendo relajadamente con una sonrisa en los labios,
— Tal vez, pero valió la pena — dijo Shinji dándole un guiño de ojos a su hermosa novia — No te preocupes, todo estará bien. Lo importante es que lo pasamos bien. ¿Verdad?
— ¡¡Sí!! — respondieron todos con alegría, ya que en verdad lo había pasado muy bien.
El camino de regreso fue mucho más tranquilo, principalmente porque estaban cansados por el largo día. Aun así, conversaban y reían recordando lo que habían hecho ese día, mientras observaban el atardecer desde la carretera.
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Cuando el grupo llegó a Tokio-3, Shinji los fue a dejar a cada uno a sus casas, por lo que cuando llegó al edifico donde vivía con Kaji, eran ya casi las 9:30 de la noche. Estacionó el Jeep que debía devolver al día siguiente y se encaminó a la entrada del edificio con una radiante sonrisa.
— ¡¡IKARI!!
Shinji se sobresaltó al escuchar ese rugido y al voltear hacia su origen, vio a unos aporreados Clinton y Reagan bajando de su automóvil y caminando aceleradamente hasta él; y por lo que podía ver, con no muy buenas intenciones. Cuando los hombres estaban por ponerle las manos encima, un conocido deportivo azul se estacionó junto a ellos con un rechinar los neumáticos.
— Shinji, Clinton, Reagan. ¿Qué paso? — preguntó Misato, bajando de su automóvil, mirando a los Agentes de Seguridad de arriba abajo, ya que eran un completo desastre.
— ¡¡Misato!! — dijo Shinji y corrió hasta los brazos de la mujer.
— ¿Qué pasó? — preguntó la mujer, mirando con preocupación a Shinji
— Venía de casa de Touji cuando apareció una pandilla de motoristas. Me rodearon y me gritaron cosas. Creí que me matarían, pero justo en ese momento aparecieron ellos y pelearon con toda la pandilla para salvarme — exclamó un emocionado Shinji.
— ¿De verdad? — preguntó Misato incrédula.
— De verdad ¡Mira como los dejaron! — dijo Shinji señalando a Clinton y Reagan — Pero pudieron con todos ellos y al final los tipos arrancaron, después de eso me trajeron a casa y llegaste tú.
— ¿Es verdad eso? — preguntó Misato a Clinton y Reagan, mirándolos interrogante.
— Bueno… — comenzó Reagan rascándose la nuca, sin saber qué decir.
— Los felicito — dijo finalmente Misato — Buen trabajo ustedes dos. Los voy a recomendar para un aumento de suelto.
— Gracias Mayor — dijo un descolocado Clinton, apenas creyendo semejante locura. ¿El desgraciado de Ikari les acababa de conseguir un aumento de sueldo? ¿De verdad?
— Pueden tomarse la noche libre. Yo me encargo de Shinji, pero mañana los quiero aquí a primera hora. ¿Está claro? — dijo una seria Misato.
— Si Mayor. Gracias Mayor — contestaron ambos hombres de forma marcial.
— Ahora entremos Shinji, en el departamento me cuentas todo lo que pasó — dijo Misato encaminándose con su protegido al edificio.
— ¿Vienes de NERV? — preguntó Shinji.
— Sí, acabo de salir y decidí venir a visitarte —explicó la mujer.
— En ese caso te haré una deliciosa cena. Pídeme lo que quieras y lo prepararé para ti — dijo Shinji dándole una linda sonrisa a su tutora, sabiendo que con la promesa de una buena comida, podría distraerla lo suficiente para que ella pasara de largo cualquier cosa fuera de lugar.
— ¡¡Genial!! Entonces quiero Katsudon — dijo una emocionada Misato, ya saboreando la deliciosa comida de Shinji — Por cierto, estás algo bronceado. ¿Estuviste tomando sol?
— Sí, un poco. Hoy comí en la azotea de la escuela y cogí algo de sol — explicó Shinji restándole importancia y Misato no hizo más comentarios al respecto, más preocupada de la comida que tendría dentro de poco, haciendo que Shinji sonriera internamente. Su plan ya estaba funcionando.
Un poco más atrás, parados en mitad de la acera, dos hombres en destrozados trajes de color negro miraban como la pareja desaparecía dentro del edificio. Estaban de pie uno al lado del otro con los hombros caídos y dos puntitos donde antes tenían los ojos.
— Lo odio — dijo Clinton.
— Yo también — dijo Reagan.
Continuará...
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Notas del Autor: Hola a todos. Este fue un capítulo cargado de diversión; al menos espero que se hayan divertido o al les haya arrancado una sonrisa.
Clinton y Reagan ya están sufriendo las consecuencias de ser los guardianes de Shinji, pero no todo fue tan malo ya que consiguieron un aumento de sueldo.
¿Habrá más capítulos entretenidos? Seguro que sí. Se viene una locura "Made in Shinji Hentai" que tendrá repercusiones monstruosas. Falta poco.
Saludos y nos leemos.