Como estaba programado, Mineah pasó la noche en una posada en Ursa, con Niran quedándose con ella, donde compartieron una cena juntas.
—¿Vendrá Su Majestad a verte esta noche? —Niran preguntó con curiosidad.
—No estoy segura. Está muy ocupado ahora, y va a estar aún más ocupado porque quiere resolver asuntos con Haman mientras buscamos una oportunidad para salvar a Zoran —Mineah respondió con una sonrisa—. Por lo general, sólo se mueven de noche, así que Lai se encarga de vigilarlos a esta hora. ¿Y tú? ¿Cómo están las cosas entre tú y Raúl?
No se molestó en leer los pensamientos de Niran esta vez. Últimamente, sus pensamientos estaban llenos de asuntos privados cada vez que preguntaba sobre su relación, y no era algo que Mineah quisiera saber.
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