Siempre te esperaré

—Escuché eso —dijo Mason detrás de las dos mujeres.

Lila se sorprendió un poco al girarse y encontrarse con Mason mirándola con preocupación razonable. —Solo estoy experimentando síntomas normales del embarazo.

—Vamos al hospital para un chequeo.

Lila miró a su esposo con impotencia, pero no se molestó por su sugerencia. Sabía que si Mason no recibía resultados de un chequeo, no sería capaz de relajarse.

Hana miró a la pareja. Hace apenas un momento, Lila era evidentemente una mujer inteligente y capaz en el poder. Pero, frente a Mason, de repente parecía débil y necesitada de protección.

—En ese caso, Hong Jie, nos vamos primero.

—Sí, apúrate y ve —asintió Hana antes de reimmergirse en su entrenamiento. Aunque Lila ya le había establecido un camino, no podía relajarse. Sabía que si quería sobrevivir en la industria por mucho tiempo, necesitaba mostrarles a todos cosas que los asombrara.