Los labios de la princesa se sellaron como si les hubieran puesto pegamento en los labios.
- Déjame decirte esto. Ya no eres una princesa. Tú nuevo rey te acaba de vender como esclava así que acepta de una vez tu nuevo destino.
A diferencia de la princesa, quien estaba furiosa, la reina mantuvo la compostura con la mirada hacia abajo. Estaba seguro que ella tampoco podía aceptar lo que sucedió.
- A partir de hoy serán sirvientas en esta mansión y estarán a cargo de las tareas domésticas. También deberán de satisfacer todas mis necesidades. Eso incluye calentar mi cama.
Al oír lo último todas tragaron saliva. La princesa y las reinas fueron las más afectadas sobre esta información. Ambas eran altas y poderosas hasta hace poco. Nadie se atrevería a ponerles un dedo encima y mucho menos hacerlas servir en la cama de un hombre.
- Sé que dentro de ustedes existen personas con habilidades interesante que no realizaran el trabajo doméstico.
Señalé a tres mujeres con el dedo. La primera fue Akari que poseía talento con la espada, la segunda era la mujer del cuerpo tonificado y por último la maga.
- Ustedes tres estarán a cargo de la seguridad del territorio. Además, la maga deberá de ayudarme a regar los campos de cultivo mañana.
Las tres mujeres asintieron sin dudar.
- Sera mejor que se presentes ustedes dos.
La maga fue la primera en dar un paso al frente tras escuchar mis palabras. Aunque la vi en la subasta todavía desprendía un aire de belleza natural.
- Mi nombre es Jenna Von Aqua. Era la hija de un noble caído en otro territorio. Caí en esclavitud después de ser capturada en un juego por el territorio. Actualmente soy una maga de tercer circulo con una sola afinidad que es agua.
Sus palabras no me sorprendieron. Ya sabía que era una noble caída. En cuanto a sus afinidades era mediocre.
- ¿Qué hechizos puedes usar?
Solo pregunté por curiosidad.
- Bala de agua, Jaula de agua, Flecha de agua y Aquaquinesis.
Sus respuestas fueron decepcionantes. Solo conocía cuatro hechizos básicos. ¿Eran todos los magos como ella?
Saqué un papel de mi escritorio y gravé una formación mágica. Luego se la entregué y dije.
- Apréndelo para mañana.
Lo que le había dado era el hechizo de área amplia rocío. Se usaba para regar campos de cultivos. Debido a su gran área de efecto se necesitaba una cantidad extremadamente grande energía elemental haciendo que los magos de tercer nivel en adelante sean los únicos capaces de realizar la técnica.
Jenna asintió y volvió a su posición original. Luego la mujer de cuerpo tonificados dio un paso al frente.
- Mi nombre es Louise. Soy una artista marcial que se especializa en el combate con puños. Mi nivel es 30 y hasta hace poco era una aventurera clasificada como plata.
Su rango no estaba mal y su aura daba a entender que tenía la fuerza para sustentarlo.
- Caí en esclavitud junto a mi hermana después de que mi padre muriera. Él tenía una deuda y nos puso como garantía.
No me sorprendió mucho su caso. El mercado de esclavo tenía muchas formas de hacer cumplir un contrato. El padre de ellas también debió de haberse convertido en un esclavo.
- Entrenarás a los guardias y estarás a cargo de la seguridad de la mansión. Te llevaré a cazar monstruos de vez en cuando.
Louise dio un paso atrás y Akari avanzó.
- Mi nombre es Akari. Como ya sabe provengo de las islas del sur. Soy una espadachina, mi nivel es 20.
Akari fue de pocas palabras y tampoco dijo la forma en que se convirtió en esclava. No la iba a presionar por un asunto tan pequeño.
- Te unirás a Louise.
Ella asintió y se regresó a su puesto. Luego miré a las otras mujeres y señalé a la reina y princesa. Ellas entendieron y la reina fue la primera en dar un paso al frente ya que su hija no podía hablar.
- Mi nombre es Dara Von Pearl y esta es mi hija Alexia Von Pearl. Era la ex reina y mi hija era la segunda princesa y guerrera del reino. Ella se encuentra en el nivel 39 y yo solo tengo el nivel 10.
Sintiendo curiosidad por esta mujer dije.
- ¿Tienes experiencia en el manejo de asuntos del reino?
La mujer asintió.
- Como reina debía de estar enterada de los cambios en el país. Además de revisar cualquier tipo de error o intento de fraude.
Cada vez que veía a esta mujer me emocionaba. Su cuerpo era muy parecido al de su hija. Su cabello rubio que combinaba con sus ojos amarillos la hacían lucir como una belleza divina. Durante todo el tiempo de la subasta la princesa cubrió el cuerpo de su madre haciéndome difícil apreciarla. Su hija poseía los mismos rasgos solo que carecía del encanto maduro de la reina. Los exuberantes atributos de la reina podrían provocar a cualquier hombre. Su hija al contrario poseía un aura de fiera. Aunque su cuerpo también era exuberante y solo perdía ante su madre y Alejandra, lastimosamente carecía de esa aura maternal y cálida de la reina.
- Me gustas mucho. Estarás exenta de las labores domésticas de la mansión. A cambio realizaras los trabajos de administración y gestión del territorio. Tu hija será tu guardia personal.
- Muchas gracias maestro.
La reina realizó una reverencia mientras su hija intentaba impedir que lo haga. Esta mujer conocía su lugar a diferente de su hija. Ella será la primera con la que me divertiré hoy.
*TING *TING *TING
Antes de que pudiera decirle a la reina que vaya a mi habitación las campanas de la ciudad sonaron. La campana sonó tres veces indicándome que estábamos siendo atacados. Lena entró corriendo a la habitación y sabiendo que no era momento para divertirme dije.
- Lleva a estas mujeres a la habitación de pánico.
Durante la semana anterior había realizado varios cambios a la mansión y este fue una de ellas. Solo Lena y yo conocíamos de la existencia de este lugar. Si hubiera una pelea por el territorio tenía que cuidar mis debilidades inmediatas y esas eran mis alimentos y juguetes.