- ¡Si señor!
Los guardias se movieron rápido ante mi orden abriendo la celda y amordazándolos. Mientras ellos terminaban de cerrar la celda no pude evitar pensar en lo que haría con Damián.
Ese tipo era el amor de Camila por lo que tenía que desaparecerlo del mapa para siempre. Los animes, mangas y videojuegos me enseñaron a nunca dejar cabos sueltos.
Si lo mataba directamente Camila me odiaría y no podría ganarme su corazón. Pensando un momento comprendí algo. Tengo control mental solo necesito corromperlo para luego ordenarle suicidarse muy lejos de esta ciudad.
El destino de Damián ya había sido decidido sin que él lo sepa. Me divertiré mucho torturándolo.
Mi mirada se desvió a la celda adjunta. Pude ver a dos hermosas bellezas atadas y una gorda horrible. A la gorda la recordaba ya que era la ama de llaves de la casa y la causante de mis problemas.
Todo empezó por su culpa filtrando información a los terrenos aledaños y causando que mi posición cayera día tras día.
Sus crímenes eran innumerables desde blasfemia, robo, espionaje, etc. Ella merecía la pena de muerte y la peor posible entre ellas.
- Dame un resumen de ellas.
El guardia inmediatamente dio un paso hacia adelante y señalo a una de las dos bellezas.
- Olivia, 16 años. Vive únicamente con su madre enferma. Recientemente compró una rara medicina a un alquimista en la torre de alquimia de otra ciudad. Después de eso volvió para dársela a su madre. Ahora goza de salud.
- Solo se encontraron algunas monedas de cobre y plata en su posesión. También tenemos el frasco de la medicina.
El hombre me entregó un frasco vacío elaborado de vidrio. Por los adornos en oro supe que era una medicina de nivel de oro. Dentro del juego una medicina como está bajo encargo llegaba a costar como mínimo 1000 monedas de oro. Al parecer gasto todo el dinero que me robo en eso.
- Tuvimos que irrumpir en su casa lo cual alarmó a su madre. Al ver a su hija siendo llevada por los guardias se desmayó. La llevamos donde el curandero. Actualmente se encuentra despierta y no para de molestar en la orden de caballeros del sur.
Levanté mi mano en señal de alto al guardia. Apunté a la otra mujer y entendiendo mis gestos el guardia hizo otro informe.
- Doménica, 18 años. Tenía una deuda en el casino hasta hace poco de 600 monedas de oro. En su posesión se encontraron 400 monedas de oro y unas pocas monedas de cobre. No tiene propiedades y su único pariente es su padre borracho.
Las miré a ambas lentamente. Recibí una mirada fija de Olivia mientras que Doménica evadía mi mirada. Una tenía una razón pura y la otra simplemente era adicta al juego. Ambas eran diferentes en cuanto a personalidad. Olivia era una belleza con cabello castaño, grandes pechos y ojos verdes que vestía un lindo vestido blanco sin adornos. En cambio, Doménica tenía pelo corto de color negro, sus ojos eran azules parecían que contenían al mismo mar dentro. Su ropa por otra parte era ruda. Su blusa era mangas cortas con un corte en v que dejaba a la vista parte de sus grandes senos. Llevaba un jean y botas negras.
Ambas decidieron abandonar por completo su trabajo de sirvientas a juzgar por sus nuevos atuendos.
- Bien hora del veredicto. No todos los días puedo castigar a mujeres hermosas como estas.
Antes de que si quiera pudiera dictar el castigo Olivia me interrumpió.
- Aceptaré cualquier castigo, pero por favor deje a mi madre a un lado.
Inmediatamente un guardia dijo.
- ¡Silencio el señor…!
Levanté mi mano deteniendo al guardia.
- Tus crímenes son graves. Robar el dinero para el desarrollo del territorio se castiga con la muerte de todos los involucrados y al usar el dinero para comprar la medicina y dárselo a tu madre la convertiste en una cómplice.
Estas palabras fueron como un balde de agua fría para Olivia. Antes de que pudiera abrir la boca para refutar continué mi discurso.
- Sin embargo, no tengo interés en lastimar a gente inocente. Por lo que voy a hacer la vista gorda por esta vez.
Miré al guardia y dije.
- Trae al comerciante de esclavos y dile que quiero crear dos sellos.
Ambos asintieron y luego uno de los guardias se marchó apurado. La esclavitud era algo normalizado en este mundo.
Los esclavos incluso llegaban a tener diferentes jerarquías en base a como se convirtieron en uno. Las tres maneras legales de convertirse en un esclavo eran cuando se cometía un crimen atroz como el caso de Olivia y Doménica.
La segunda forma era mediante un contrato de deuda. Este era el método favorito de los estafadores que creaban clausulas absurdas y tasas de intereses altas.
El ultimo método era por voluntad propia a cambio de un deseo. Sin embargo, este método era el menos popular debido a los absurdos pedidos de las personas. Un ejemplo podría ser el de un plebeyo que exigía que a su familia se le diera una mansión y dinero ilimitado.