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Torneo: preliminares (II)

Mi adversario es un estudiante alto y musculoso. Lleva un enorme martillo. Me mira con aire de superioridad.

–Si te rindes, no te harás daño– me provoca.

Según mis informes, es más fuerte que los dos anteriores. Aunque tampoco un luchador excepcional. Hay uno en mi grupo, pero no es él. Contra ese, probablemente no tengo ninguna oportunidad. Hay otros contra los que no está claro. Los informes de los esclavos no eran precisos. Si quiero pasar las preliminares, tengo que ser capaz de vencer a este y a otros más fuertes.

No le respondo. Tan solo un saludo formal. Me coloco en posición. Dejo que me pongan la protección de qi. Espera a que el árbitro de la señal.

Es una sensación extraña. El escudo tiene que protegerme de la mayoría de ataques. Aunque no del dolor. Además, va acumulando información de los golpes. Si supera el umbral, se pierde el combate.

–¡Empezad!– anuncia el árbitro.

–Tú lo has querido. Tendrás que ser por las malas– me amenaza.

Sin dudar, se lanza hacia delante. Usa una técnica de movimiento, aunque no parece muy diestro en ella. Blande el martillo hacia arriba. Lo baja antes de llegar. Supongo que en parte para protegerse. Quizás, para alguna técnica también.

No voy a bloquearlo directamente. Un martillo es muy poderoso, aunque lento.

Me aparto usando mi propia técnica de movimiento. A la vez que alargo mi arma con Bastón Fantasma. Apunto a su tobillo. Justo en el momento en el que el pie llega al suelo.

Estoy preparado para reaccionar cuando lo esquive. Lo obligará a cambiar de postura. Quizás, me dé la oportunidad de atacar. ¿Oh? ¿No se ha dado cuenta? Un golpe seco en el tobillo lo hace tropezar. No se cae, pero trastabilla hacia delante. El qi en el martillo se disipa, cancelando la técnica que fuera a usar.

Aprovecho para lanzarme contra él por el costado. Muy atento. No vaya a ser una trampa. La punta del bastón impacta en sus costillas. Junto a una Explosión de qi. Lo impulsa hacia el lado, haciéndolo rodar.

Voy hacia él para seguir el ataque. Pero logra detenerse y golpear el martillo contra el suelo. Es de admirar que no lo haya soltado en ningún momento.

Una onda de qi sale del martillo. Frena mi carrera. Aunque no hace apenas daño, detiene mi ataque.

–Tú… Maldito… Me has cogido por sorpresa. ¡Ahora verás!– amenaza.

¿No habla demasiado? Se levanta doliéndose del costado. Mueve el martillo frente a él en círculos. Añadiendo bastante qi. Se le va a acabar pronto a este paso.

Yo me alejo un par de pasos. Es una pena que no haya podido continuar mi ataque. El color de su escudo indica que le he causado la mitad del daño necesario.

–¡Cobarde! ¡Ataca si te atreves!– me provoca.

No soy tan estúpido. Él está malgastando qi con su técnica. Parece peligrosa. Así que me mantengo a distancia. Me aparto cuando intenta acercarse.

Aprieta los dientes y detiene la técnica. Supongo que se ha dado cuenta de que no iba simplemente a caer en ella. ¿Hay alguien tan estúpido para hacerlo? Bueno, no lo descarto.

Justo en ese momento, me abalanzo hacia él. Su martillo aún gira, pero el qi ha dejado de fluir. Intento aprovechar esa brecha en su defensa. Cuando ha finalizado una técnica. Antes de que empiece otra.

Con Bastón Fantasma, lo vuelvo a alargar para golpearle por el costado. Él fuerza el martillo y su posición para bloquear mi ataque. El impacto simplemente destruye el qi de la extensión. Cuando he visto que no iba a tener éxito, he dejado de invertir qi. Así que casi no ha ejercido fuerza.

En el proceso, he logrado acercarme. El martillo es grande y lento. Poco adecuado para distancias cortas. Por supuesto, es peligroso. Siempre hay que ir con mucho cuidado.

Logra detener mi ataque con el mango. Yo enlazo el siguiente, usando el punto de impacto como apoyo para girar el bastón. El martillo es demasiado lento y pesado, así que no le queda más remedio que bloquear con el antebrazo. Mmm. Lleva unas protecciones.

A pesar de su musculatura, el golpe lo empuja un paso hacia atrás. Su bloqueo ha sido precipitado. Contra mi golpe que iba a acumulando qi.

Esta vez, hago girar completamente el bastón hacia el lado del brazo. El contrario del que ha bloqueado con el mango. No le da tiempo a reaccionar, y le golpeo en el otro costado, por la espalda. Aprovecho para otra Explosión de Qi, usando el qi acumulado de los golpes.

El impacto lo desestabiliza. Intenta bloquear un fuerte golpe de bastón en la barbilla. Y recibe una patada en el estómago. Aún no se me da muy bien añadir qi en los pies. Un poco rudimentario, pero sirve.

Está desequilibrado y confundido. Así que aprovecho para, ahora sí, impactar con la punta del bastón en su hombro. Le sigue otro golpe en el costado. Aprovecho para intentar desequilibrarlo, pero el árbitro detiene el combate.

–Vencedor, Kong.

Me retiro y espero a que se levante. Me mira desde el suelo. Respira profundamente, doliéndose. Parece irritado. Quizás, incrédulo por haber perdido. Aunque logra levantarse y me saluda como yo a él.

–Te he subestimado. Buen combate– me alaba, antes de irse.

Me ha sorprendido. Al menos, no es un mal perdedor. Ignoro los gritos de mis tres fans. Resultan embarazosos. Fen Huan está también con ellas. Aunque hace como que no las conoce. Ahora son los combates de los de la etapa uno. Los suyos serán otro día. Al menos, las gemelas son discretas.

–¡Muy buena!– me saluda Dai Quon. Chocamos las manos.

–Se ha confiado y me ha dejado muchas aperturas. Ves con cuidado cuando luches contra él– le aviso.

No tengo claro quién es mejor de los dos. Tengo la sensación de que están igualados.

–Eso haré. He mejorado bastante, sabes. Te lo demostraré ahora– presume orgulloso.

Justo le están llamando. Veo a su adversario. Suspiro.

–Intenta no salir herido, y no gastes mucho qi. Este es demasiado fuerte– lo aviso.

–¿Eh? ¿Tan poco confías en mí?– se queja.

–Si mis informaciones son correctas, llegó a cuartos el año pasado– le revelo.

–¿¡A cuartos!?– se sorprende.

Esta vez, parece nervioso. Ya no está tan confiado. Debería ser el más fuerte de nuestro grupo. Tengo interés por ver cuál es su nivel.

Por desgracia, no tengo la oportunidad. Avasalla a Dai Quon con el simple intercambio de golpes. Este se acaba rindiendo. No ha mostrado apenas sus técnicas y fuerza. Pero es evidente que su nivel es alto.

–Por el qi, tenías razón. ¿Hay más como él?– me pregunta, un tanto asustado.

–Creo que es él más fuerte. Los siguientes son…

Le explico un poco sobre nuestros adversarios. Me cae bien. No me cuesta nada ayudarlo un poco. Precisamente, el combate que empieza es entre dos de los siguientes favoritos.

Ambos llevan espadas. Son de la misma facción que Tai Feng. Sus habilidades y técnicas son similares. Están un buen rato enfrentándose. El intercambio de ataques es intenso, aunque no hay mucho qi involucrado.

Finalmente, uno de los dos comete un error. El otro le ha enviado el qi residual de los golpes, y ha sido incapaz de contrarrestarlo. Eso lo distrae un momento, y recibe un corte. Bueno, el escudo de qi lo recibe.

–Me rindo– abandona el combate.

–¿Ya? Aún podía continuar– me extraño.

–Lo suelen hacer en las facciones. Acuerdan que el primer golpe gana. Así, ahorran energías– me explica Dai Quo.

–¿No es hacer trampas?– protesto.

–Un poco, pero las reglas lo permiten– se encoge de hombros.

Bueno, no hay nada que pueda hacerse. Al menos, he podido observar un poco de su pericia. Creo que puedo enfrentarme a ellos. Aunque no sé que otros recursos tienen. Ya veremos.

Sigo un rato observando los combates. Estudiando a mis rivales. No tardará mucho en tocarme otra vez. Oh, es el turno de mi joyera en la plataforma del grupo VII.

Esta vez, su rival es bueno. Hace lo que puede, pero acaba rindiéndose. Al menos, no parece haber sufrido ningún daño. Como mucho, su amor propio.

No ha usado ninguna de las joyas. Supongo que ha hecho caso a Fen Huan. Le dijo que, si había mucha diferencia, se reservara para otros combates.

—————

Mi siguiente enfrentamiento es contra la del hacha que ha ganado el primer combate de mi grupo. Por lo que he visto, es peor que mi anterior rival. Aunque siempre hay que ir con cuidado.

Su mirada parece desconfiada. Cuando el combate comienza, no ataca de frente como contra su anterior rival. Se queda esperando. En posición defensiva. Supongo que ha visto mi combate, como yo el de ella.

Me acerco rodeándola. Obligándola a girar sobre sí misma. Estoy preparado para de activar mi técnica de movimiento.

De nuevo, uso Bastón Fantasma para alargarlo. Para golpearla desde arriba. Ella bloquea con el hacha. Hubiera sido más inteligente apartarse.

El qi explota en mis pies. Impulsándome hacia ella. A toda prisa, baja el hacha para recibirme. La imbuye con qi. Preparada para el choque.

Cambio de dirección en el último momento. Y vuelvo a cambiar para ponerme a su espalda. Ella se gira. Bloquea apresuradamente mi ataque con su hacha. Pero no ha podido usar la técnica defensiva que estaba preparando.

Atacó con el otro extremo del bastón. Luego de nuevo con el anterior. Con el otro. Incluso con el centro.

Mis continuos ataques la obligan a mantenerse a la defensiva. Además, está claro que su dominio del qi es menor que el mío. Puedo enlazar más golpes, dándoles más peso. Además, como el martillo, el hacha es una arma lenta. Muy peligrosa a media distancia. Pero no tan efectiva a corta.

Lanzó el qi residual contra ella para interrumpir su defensa. Para perturbar la circulación de su qi. Permitiéndome alcanzarla varias veces. La verdad es que sus pechos son bastante firmes… Mejor no me despisto.

También aprovecho ese qi para aplicar Golpe Estremecedor por sorpresa. Así, no puede detectar la acumulación de qi, al no usar el mío. La vibración del golpe se transmite a su arma.

Ella intenta controlarlo. Pero eso le hace perder la concentración. Lo que me permite golpear sus manos.

El dolor le hace soltar el hacha. En ese momento, el combate ha acabado. Aún intenta protegerse con las manos. Pero tras alargar el bastón con qi y hacerla tropezar, decide rendirse.

No he gastado mucho qi. Ni he estado en desventaja en ningún momento. La victoria ha sido relativamente fácil.

Dai Quo se enfrenta al que fue el adversario de la mía en el primer combate. Su victoria es trabajada, pero siempre tiene la iniciativa. Sin duda, ha mejorado un poco desde la última vez. No creo que esté al nivel de los espadachines. Pero quizás sí de mi primer rival.

En cuanto a la artesana, ha perdido los dos combates. Es de las que viene al evento solo para cumplir la cuota. Nunca la he visto entrenar. No le debe interesar. No creo que gane ningún combate. De todos, parece la más débil.

Tampoco le he visto usar ningún producto de artesanía. No recuerdo qué era. Quizás alquimista. O herrera. O alguno de los que no se puede usar directamente.

Mi tercer encuentro es contra un estudiante que usa dagas. He visto sus dos combates previos. Es poco más hábil que la artesana. El peor hasta ahora.

Puedo ver en su mirada que no tiene ninguna convicción. De todas formas, me preparo. Siempre puede tener alguna técnica peligrosa que no haya utilizado.

–Me rindo.

¿Uh? Ni siquiera hemos empezado. Al menos podría aprovechar para entrenar. Aunque, ahora que lo pienso, en el combate anterior ha recibido una pequeña paliza. ¿Estará asustado? Bueno, supongo que mejor así. Mis "fans" parecen desilusionadas.

Me quedo un rato observando los combates. Uno de los espadachines vence a Dai Quon. Hay una sensible diferencia entre ellos

El otro se enfrenta contra el favorito del grupo. El resultado es el esperado. De hecho, no opone mucha resistencia. Tras unos ataques que más bien eran pruebas, decide rendirse. No gastar fuerzas. No revelar todos sus trucos. Lástima. Me hubiera gustado ver más de los dos.

Probablemente quiere reservar fuerzas. Es el que ha ganado. Si vence en todos los demás, se clasificará.

Bien, ya está por ahora. Por la tarde, tengo tres más. No todos serán tan fáciles. Por ahora, me voy a ver a mis "fans". Se lo he prometido.

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