Casualidad o destino (futanari)

Dolor, habita en la piel, dolor.

Cómo deseaba beber un poco de agua para apagar las llamas en su alma. 

Le resultó difícil pensar más que desear morir. Que bello le resultó esa palabra que se negó a devorarle.Ser uno con la sangre que hervía aún bajo su piel, si es que quedara algo de su piel.

Purificar sus pecados le parecían muy lejanos pero tal vez está situación era producto de su vida y forma de redención con la muerte.

Oh, muerte tan bella presencia ahora se negó a visitarle, tan caprichosa criatura. Cómo deseaba sentir su fría presencia acabando este calor. 

Le extrañaba, esa amiga tan distante, tan silenciosa al vagar por las calles llenas de muertos. Pero aún así podría sentir su cariño por ella.

Muerte, le llamaron con ansias para acabar con todo este sentimiento de ahogo en su garganta. Esos actos cometidos por rabia estaban subiendo por su estómago amenazando por desbordarse entre sus labios. Sintió como salió por sus agujeros inferiores las venganzas sin venganza. Que ridículo le era toda su vida ahora que desbordaba sus pecados.

No quería olvidar.

No le pareció justo por aquellas personas que sufrieron por su egoísmo, deberá recordarles. 

Cómo le dolía los riñones, ni estado a las puertas del justo castigo le dejaba atrás sus problemas renales.

Pudo ver, si aún veía después de perder la vista. Logro ver su cuerpo ser derretido para ser embarrado con un líquido viscoso. Cómo odiaba lo viscoso.

Pero odiaba más aún estar consciente con todo este dolor que no es dolor, es vida.

  ...

¿Aún está viva?

No hay certeza de ello y al estar ahí tirada, confundida, sin fuerzas cómo adolorida no ayuda a su estado. Los pesados suspiros llenaron el ambiente con un ritmo extraño y acuoso.

Fué agotado el respirar, estaba intentando tranquilizarse buscando una bocanada de aire fresco pero consiguió algo elevarse en su pecho. Las arcadas comenzaron pero "eso" atorado fue expulsado por una tos poderosa, a tal grado que solo cambiaron sentir como fluía desde sus entrañas.

Todo fue expulsado pero como todo lo que sube tiene que bajar, le cayó en la cara. Lo que ocurrió un semi ahogamiento de esa cosa viscosa que luchó por entrar en su nariz como la boca que permaneció abierta. 

Solo pudo voltear la cara para sacar la sustancia en un patético intento de no morir.

Aún sentí un poco de líquido acunado entre su lengua, al tratar de moverlo fue inútil pues estaba grumoso.

Bufo con la nariz para despejar sus vías respiratorias ya que no sintió su cuerpo. Funcionó al sentir aire limpio, llenar sus pulmones. Y tratando de percibir algo más allá de su existencia noto que estaba a oscuras, una oscuridad total.

Estaba percibiendo nada a su alrededor a tal punto que solo estaba ahí. Nada bajo su espalda, no estaba acostada, no estaba parada. Estaba ahí con su dolor y recuerdos del dolor.

Desgarró su piel en un intento de liberarse de aquella atadura, estaba anclada a la carne.

Trato de olvidarse de ello no siendo este el momento oportuno para pensar. Y algo volvió.

Ahora podía sentirse, un sentirse completamente como si cada parte de ella estuviera dando signos de presencia. Todo parecía intensificado cómo abrumador.

Estaba aturdida en sus sensaciones cada vez más confusas hasta un soplo se sentido. Ahí estaba la rigidez del suelo soportando su cuerpo.

Un frío recorrió su columna hasta llegar a la nuca, algo estaba mal.

¿Cuánto tiempo lleva aquí? La pregunta rondaba su mente.

Busco valor para abrir sus ojos y mirar alrededor suyo. Trato de ver su nariz pero no alcanzó a mirarla, no vio su propia nariz.

Un cosquilleo inició en las plantas del pie provocando sensaciones raras. Sentía estirones vibrantes caminando hacías sus piernas.

¡Joder!

Sentía todo el cuerpo oprimido cada vez más fuerte al punto que pensó reventar. Está entrando en pánico en intento de liberarse pero estaba... Vibrando