Cayéndose

—¡Entra! —gritaron al mismo tiempo los cinco expertos del reino Primordial del Caos.

Después de decir eso, Kuang Bai, Mi Tian, He Xuan, Monje Nian Xin, Wu Hen y los demás saltaron con facilidad. Ajustaron sus cuerpos en el aire y descendieron lentamente por la boca abierta de la cueva.

—¡Yo también voy! Ziyu, por favor ayúdame a averiguar más sobre Venerable Inmortal Ling Yun —Cuando Ye Chen habló, cientos de personas ya habían saltado. Él hizo lo mismo y cayó un número desconocido de metros. Cuando vio la barrera dorada, miró a su alrededor y se dio cuenta de que caía más rápido que los demás—. ¡Extraño!

—Ellos saltaron primero. ¿Por qué están detrás de mí?

—¿Será que hay algo sospechoso? —Debería haber aterrizado varios cientos de metros abajo después de entrar en la cueva, donde había una plataforma construida por los cinco expertos del reino Primordial del Caos.