—¿Qué es? —Abby tenía curiosidad. ¿Qué se dio cuenta Iris?
Las cinco espadas que la gente del Reino Santo veía como objetos sagrados contenían el poder divino de Na, por lo tanto, podían purificar a todos los Serafines de efectos negativos, lo que les llevaba a visitarlas a menudo.
Sin embargo, debido a que el mapa había desaparecido hace cincuenta años, Abby nunca había estado allí, y la gente asumía que era porque nunca había sido purificada, por lo que era muy débil.
Pero la verdad no era esa.
Iris en realidad no estaba segura de la teoría que tenía en su mente y en momentos como este, lo primero que se le venía a la mente era que realmente quería correr hacia Caña y discutir esto con él, escuchar su opinión. Él sería capaz de ayudarla a desenredar el nudo en su mente.
Pero, Caña también estaba ocupado.
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