Esa noche, Finn dijo que quería empezar de nuevo con ella.
Ella lo rechazó en ese momento.
Era cierto. Desde que había decidido no estar con Finn, ya no quería enredarse con él. De hecho, tenía su propio límite a mantener.
Cuando lo rechazó, sabía cuánto le dolía el corazón y lo difícil que era para ella.
Por lo tanto, esa noche, realmente lloró mucho y fue al trabajo al día siguiente con los ojos hinchados.
Sin embargo, Finn no mostró ninguna emoción.
Lo admitió. Si Finn hubiera sido más persistente, o si lo hubiera dicho algunas veces más, tal vez ella cedería.
Sin embargo, Finn no lo hizo. Si ella lo rechazaba, ya no había vuelta atrás.
En ese caso, ella no quería quedarse más tiempo. Nunca podría lograr que Finn le diera demasiado de todos modos.
A partir de entonces, Mónica realmente aceptó a Michael, desde solo decirlo hasta aceptarlo.
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