La quinta persona

Las habitaciones proporcionadas por la facción eran bastante agradables por dentro. No se parecían a las habitaciones militares, ya que tenían un toque personal hogareño. Había decoraciones adentro, un mensaje de bienvenida y todo tipo de cosas. Realmente parecía un lugar agradable para estar.

Las habitaciones se asignaron a cada uno de los miembros, por lo que Quinn y los demás estaban separados. Sin embargo, si uno tuviera una familia, habría habitaciones más grandes en el primer piso para ocupar. Al mismo tiempo, todos los demás permanecieron en los dos pisos superiores.

Todo lo que estaba sucediendo, todo lo que la facción hacía para mantener a estas personas leales y aquí, Quinn lo estaba tomando nota de todo. Parecía que tenían un buen sistema, y tendría que replicar lo que le gustó y lo que no le gustó en su propia facción.