Lavado de cerebro

Scarlett miró a su hermanita Nicole, sentada frente a ella. Sus ojos y nariz estaban un poco enrojecidos. Se veía muy desdichada. Había claras señales de que acababa de llorar.

—¡Tsk! ¿Esa maldita mujer también está hostigando a Nicole?—

Esa mujer era demasiado ambiciosa por la riqueza y el dinero, hasta el punto de dañar a su propia hija. ¡Qué patético!

Scarlett todavía no podía creer que su padre pudiera enamorarse de Lauren. Esa mujer es hermosa, pero sus valores morales son menos que cero.

—¿De qué quieres hablar?— preguntó Scarlett después de ver a Nicole terminar el vaso de agua que le había dado.

Nicole dejó el vaso en la mesa y miró a Scarlett con sentimientos encontrados. No quería obligar a Scarlett a firmar un contrato de transferencia de la empresa, pero realmente quería que su padre se sometiera a una cirugía. 

Su madre le había dicho que la única forma en que su padre podría sobrevivir era pidiendo a su hermana mayor que transfiriera la empresa.