Nayara entra en el aula sin querer creer que tendrá que aguantar a esta mujer en la misma clase que ella.
Intenta mantener la calma y dice:
- Buenas tardes, bienvenidos. Si necesitas ayuda, llámame.
- Hola, me alegro de que trabajemos juntos. Así podemos conocernos mejor. Te pido disculpas por cómo te traté antes, pero dejemos eso a un lado, ¿vale?
Pero ella realmente piensa:
"Voy a hacer de tu vida un infierno, chica".
Y Nayara piensa:
"¿Por qué me habla así?"
La nueva profesora empieza la clase y Nayara se afana en ayudar a los niños mientras la mujer va pasando diversas tareas a los alumnos.
Llega la hora del recreo y Nayara sale del aula para tomar un tentempié, pero la mujer la tira del brazo y le dice:
- ¿Adónde crees que vas?
- Voy a merendar. Tengo ese derecho cuando es el descanso de los niños.
- Lo siento, pero eso no será posible. Tienes que quedarte con los niños y yo puedo salir a merendar. Cuando vuelva de mi merienda, entonces podrás irte, ¿entendido?
- Sabía que tu buen carácter era una tapadera. Tengo mis derechos y no me des autoridad, si no me quejaré a la dirección y sólo porque hayas venido hoy, no creas que puedes darme órdenes, ¿vale? Y no tardaré mucho.
Salió del local y se dirigió a la cantina, mientras Carolina resoplaba enfadada.
Nayara pide un bocadillo en la cantina y un zumo de mango. La chica que trabaja allí se da cuenta de su mirada triste y le dice:
- Nayara, ¿qué te pasa?
- La ex de mi ex marido es la profesora sustituta y quiere darme órdenes y hablarme sucio y eso me estresa, porque yo no he hecho nada para molestarla, sólo he venido a merendar como me corresponde y la directora incluso me ha dicho que es el único momento en el que puedo salir.
- No le hagas caso, Nay. Si te molesta, habla conmigo y lo arreglaré. Ni siquiera me presenté, lo siento, me llamo Josiane, pero puedes llamarme Josi.
- Encantado de conocerte Josi. Aquí está el dinero. Hablaremos más tarde. Voy a seguir con esto porque no quiero más estrés hoy.
- Buena suerte con la arpía.
- Gracias", dice Nayara.
Sale del comedor y se dirige a clase. Suena el timbre y pone a los niños en la cola para ir a clase.
Los niños la abrazan y la llenan de caramelos. Ella abraza a los niños y uno de ellos dice:
- Tía, yo prefería cuando enseñaba el tío Manoel. Era tan simpático y ella es tan aburrida - dice una alumna llamada Renata.
Y Nayara dice:
- Yo también, guapa, pero vamos a la clase para no estresar a la otra tía, y pórtate bien, ¿vale?
- Vale, tía.
La profesora llega en unos minutos y empieza sus clases. Nayara se pone manos a la obra y la mujer queda impresionada porque tiene talento y los niños la adoran. Curiosa por saber por qué Nayara gusta más a los niños que ella, decide preguntar:
- ¿Cómo puedes aguantar a estos niños?
- Soy maestra de formación y siempre he convivido con niños, así que no es difícil, sólo hay que tener paciencia y saber darles cariño y les caerás muy bien.
- Pues vale. ¿Puedes ayudarme con los deberes? Tengo problemas con los deberes de algunos alumnos.
- Vale, te ayudaré.
- Te trato mal y tú no haces lo mismo conmigo. No lo entiendo.
- No se paga mal con mal, hay que demostrar que eres diferente.
Siguen hablando y haciendo los deberes de los alumnos y cuando llegan las cinco salen de la escuela y ella dice:
- ¡Adiós! Nayara, nos vemos el miércoles.
- Nos vemos, adiós.
Cuando la chica se iba, vio venir a Nathaniel y, justo cuando iba a decir algo, el chico se bajó de la moto y dijo:
- Hola ángel - Y le da un abrazo a Nayara.
La mujer se disgusta y abandona el lugar.
Nayara se acerca a Nathaniel y le dice:
- Oi- responde alegremente y le devuelve el abrazo.
- Venga, vámonos- le pide.
- Vámonos.
Ella sube a la moto y él la lleva a su casa. Cuando llegan, se bajan de la moto y ella le invita a merendar en su casa.
Cuando llegan, él le dice:
- ¿Qué hacía en el colegio?
- Es la profesora sustituta.
- ¡Vaya! Qué suerte, ¿eh?
- ¿Por eso me llamaste ángel? ¿Para ponerla celosa?
- No. Te llamé así para que supiera que eres a quien amo.
Se acerca a ella y le besa el cuello. Ella se estremece y dice:
- No hagas eso, chico - se ríe.
- ¿Por qué? - pregunta sonriendo.
- Me pones la piel de gallina -dice ella y siente cómo se le sonroja la cara.
- Es bueno saberlo.
Empieza a besarle el cuello y ella empieza a hacerle cosquillas y justo cuando está a punto de besarla, se aparta y dice:
- Por favor, tómalo con calma. Todavía es demasiado reciente para mí. Aunque quiera que sea feliz, prefiero esperar y si de verdad me quieres como dices, sabrás esperarme.
- Nayara, he esperado toda mi vida para tenerte en mi vida y esperaré el tiempo que sea necesario para que volvamos a estar juntos. Te quiero mucho mi ángel - te acaricia la mejilla - Pero no te voy a dejar.
- Y tampoco quiero que te alejes de mí - le acaricia el pelo y le dice - Te quiero Nathaniel.
Se miran fijamente, pero no se besan, y luego ella va a su habitación y se cambia de ropa. Entonces oye el timbre de la compañía.
Baja las escaleras y contesta, dándose cuenta de que son los muebles que han llegado.
Deja que coloquen todos los muebles en su sitio y luego llega el montador y termina de montarlo todo a las diez de la noche.
Nayara coge el dinero, paga al instalador y pone en marcha su nueva cocina, preparando arroz, judías, pollo y patatas.
Nathaniel cena con ella y elogia su cocina, y cenan en silencio. Después de cenar, se lavan y Natanael se va a casa, pero antes besa a Nayara en la frente y le dice:
- ¿Serás capaz de dormir sola?
- Creo que sí.
- Si quieres, me quedo aquí contigo -responde Nathaniel.
- No tienes por qué, ángel. Un día tendré que dormir aquí solo.
- Soy tu ángel, ¿verdad? - Dice sonriendo.
- Sí, pero no te pongas tan gallito, ¿eh? Ven a verme cuando puedas.
- De acuerdo -quiere besarla, pero ella le dice que espere. Así que esta vez no hace ningún movimiento.
- Cuando llegues a casa, mándame un mensaje, ¿vale? Estoy preocupada. No quiero perderte a ti también.
- No hay problema, ángel.
La abraza, le da un beso y susurra:
"Buenas noches, amor"
Y ella dice
"Buenas noches"
Él sube a su moto y se va a casa. Ella lo observa hasta que desaparece por la calle y entra en casa. Entonces deja comida y agua para el cachorro y se dirige al cuarto de baño para ducharse. Cuando termina, se pone un camisón blanco y se tumba en la cama.
Nayara saca el móvil y mira los mensajes de sus amigas:
Andressa: Buenas noches colega, no te olvides de venir a mi boda-18:10
¿Estás mejor? He oído lo que ha pasado. Envíame noticias. Saudades-16:23
Raele: Amigo, háblame. Estoy preocupado por ti. Pásate por aquí cuando puedas. Besos-19:45
Nathaniel: Mi ángel, te quiero. Que tengas una buena tarde en el trabajo. Cuando sean las cinco te paso a buscar-13:30
Nathaniel: Ángel, estoy en casa, te quiero, te quiero, te quiero. Mañana iré a verte. Cualquier cosa, llámame e iré a verte-22:55
Nayara responde a todos los mensajes:
"Andressa, no me he olvidado. Vas a venir, ¿eh? -00:00"
"Gabi, estoy bien, estoy recibiendo mucho apoyo de Natanael y siento no haber sabido de ti antes, estaba en el trabajo. Yo también te echo de menos-00:02"
"Raele, no contesté antes porque estaba en el trabajo. Estoy bien, pero sigo muy triste. Vendré más tarde a verte, buenas noches-00:05"
"Nathaniel, estoy bien. Que pases buena noche, ángel. Cualquier cosa, te llamo. Mañana voy a casa de Raele y si no me encuentras en casa, ya sabrás por qué. Besos-00:07"
Nathaniel: Muy bien, ángel, vendré por la tarde, si quieres-00:10
"Claro que quiero ángel-00:10"
Nathaniel: De acuerdo entonces. Te quiero-00:11
WhatsApp indica que ha recibido un nuevo mensaje:
Nathaniel le ha enviado un audio-00:12
Música: Ángeles del amor-Nayara Yamamoto.
Le envía la canción con la letra para que la siga y le manda un mensaje diciendo:
Natanael: Siempre que no esté y me extrañes, que escuches esta canción y sepas que siempre estaré contigo, te protegeré y te amaré, porque, eres el amor de mi vida, la única chica que he amado y amo hasta el día de hoy. Te amo, eres todo para mi-00:15
"Natanael, que hermosa canción y mensaje. Te quiero. Me voy a dormir, ¿vale? Besos, te amo. Eres tan cariñoso y considerado y te quiero con todo mi corazón-00:20"
Se desconecta de Internet y se va a dormir, pensando en el día que ha pasado y en el beso que él le dio:
"Justo cuando pensaba que ya no te amaría más, descubrí que nunca dejé de amarte. Nuestro amor es tan hermoso que incluso después de todo lo que hemos pasado y después de separarnos y seguir adelante con nuestras vidas, nuestro amor mutuo nunca se ha borrado ni olvidado y nunca hemos dejado de querernos. Tú, sí, puedo decirlo con todo mi corazón: eres el gran amor de mi vida".