Capitulo 263: jejeje~ (Editado)
Mientras el elfo doméstico iba a avisar a la profesora McGonagall, Dumbledore, quien ya había decidido proteger al gato, tomó a Fish y lo confrontó con su declaración, para evitar que el pequeño gato se le resbalara la boca accidentalmente.
Todos los directores de la pared se mostraron despreciativos, y Fawkes se posó en su percha, enterrando la cabeza bajo el ala, fuera de la vista.
"Albus, ¿Querías verme?"
Después de un rato, la profesora McGonagall con una melena en la cabeza abrió la puerta y entró.
Al ver a Fish, frunció inmediatamente el ceño.
"¿Fish? ¿En qué problema te metiste otra vez?"
"¡Fish no está en problemas nya!"
?(●`ω′●)?
El gatito refunfuñó en señal de protesta: "¡Fish es el que llamó el abuelo Albus a...!"
"Ejem", al ver que las primeras palabras de Fish estuvieron a punto de salir mal, Dumbledore se apresuró a tomar el relevo de la conversación, explicando a la profesora McGonagall: "El asunto es el siguiente, Minerva, ya sé cómo Voldemort controló a Ginny para que abriera la Cámara de los Secretos antes, y como eso implicaba a la Cámara de los Secretos y al basilisco, Fish también fue llamado".
Si había que culpar a Dumbledore de haber encontrado el diario, habría que cambiar el motivo de Fish para acudir al despacho del director, que era la excusa que ambos acababan de acordar.
"¿Oh? ¿Qué es?"
Minerva se acercó al escritorio de Dumbledore en unos pocos pasos, frotando la cabeza de gato de Fish en señal de disculpa.
"Un Horrocrux, fue el alma de Voldemort en el Horrocrux el que controló a Ginny para que abriera la Cámara de los Secretos, por eso no hemos podido encontrar al llamado 'intruso'", respondió Dumbledore solemnemente: "No me equivoqué en mis sospechas anteriores"
"Abuelo Albus, Minerva ya está aquí, ¿Puedes decirle a Fish qué es un Horrocrux ahora nya? ¡Fish no has entendido nada de lo que has dicho hasta ahora!".
? (●?ω?●)
Fish tiró impacientemente de la manga de Dumbledore.
Dumbledore dirigió su atención a la profesora McGonagall.
Naturalmente, la profesora McGonagall comprendió lo que dijo, y frunció el ceño ante Fish, dudando de exponerlo a un conocimiento tan maligno.
Pero, al igual que Dumbledore, la profesora McGonagall sabía que, con la curiosidad de Fish, si no se lo decía, no se sabía en qué clase de problemas podría meterse el pequeño...
Así que la profesora McGonagall, después de pensar un rato, finalmente suspiró impotente, y tomó la iniciativa de explicarle a Fish: Los horrocruxes son elementos creados por magos oscuros para almacenar fragmentos de alma para hacerse inmortales. Es una forma muy malvada de magia negra. "
La profesora McGonagall se agachó frente a Fish y le dijo con una expresión muy seria: "¡Por cada Horrocrux, hay que matar a una persona, así que Fish nunca, nunca debes aprender nada sobre Horrocruxes!".
"Fish lo sabe, Fish hará lo que se le diga".
Al ver la solemne amonestación de la profesora McGonagall, Fish asintió con la cabeza rápidamente.
Con una palmadita en la cabeza, una sonrisa apareció en el rostro serio de la profesora McGonagall, confiaba en Fish en este sentido, el pequeño gatito era travieso, pero siempre tenía un buen corazón.
Palmeando suavemente la cabeza de Fish, la profesora McGonagall mostró una sonrisa en su rostro serio, confiaba en Fish en este sentido, el pequeño gatito era travieso, pero siempre tenía un buen corazón.
"Entonces, Albus, ¿Dónde está el Horrocrux de Voldemort? ¿Te has deshecho de él?" preguntó la profesora McGonagall mientras se levantaba y se dirigía a Dumbledore.
"Acabo de encontrar su Horrocrux, aún no he tenido tiempo de destruirlo", respondió Dumbledore, sacudiendo la cabeza, "Los Horrocruxes no son tan fáciles de destruir, y... quiero preguntarle algo al Horrocrux de Tom".
Dumbledore entrecerró los ojos, basándose en la personalidad de Voldemort y en cómo había cambiado de carácter y apariencia, así como en el fragmento de alma en la cicatriz de Harry, Dumbledore estaba seguro de que Voldemort había hecho más de un Horrocrux, así que quería ver si podía obtener información del Horrocrux del diario.
Aunque el diario era probablemente el primer Horrocrux, y no se podía saber cuáles serían los siguientes Horrocruxes, su pensamiento es consistente con el de Voldemort cuando creció.
Y dada la capacidad del diario para comunicarse activamente con la gente, Voldemort tenía la intención de utilizarlo como "arma" desde el principio, obviamente no parecía importarle mucho la seguridad del diario.
Así que Dumbledore adivinó que Voldemort tenía un plan claro para hacer múltiples Horrocruxes antes de hacer el primero, de lo contrario no habría hecho de su primero un comunicador directo.
Así que, aunque el alma del diario no conociera la ubicación de los siguientes Horrocruxes, habría tenido alguna idea de lo que elegiría, y habría podido sacarle algunas pistas.
El diario ya estaba en el frasco, y con él mismo vigilando, aunque no pudiera sacar nada, los Horrocruxes no podrían hacer ningún ruido, así que Dumbledore pensó que valdría la pena intentarlo.
"¿Preguntar a los Horrocruxes?" La profesora McGonagall volvió a fruncir el ceño y preguntó en tono escéptico: "¿Es posible que el Horrocrux de Voldemort te diga la verdad?".
"Si fuera cualquier otro Horrocrux, entonces lo más probable es que no..."
Una sonrisa de suficiencia apareció en el rostro de Dumbledore antes de sacar un pequeño cuaderno negro del bolsillo y agitarlo ante los ojos de la profesora McGonagall.
"Pero cuando Voldemort hizo este Horrocrux, le dio la capacidad de comunicarse directamente, su fragmento de alma se comunicó con Ginny a través de este diario, y luego la controló para abrir la Cámara de los Secretos, y podemos usar el diario a su vez, para sacarle algunos secretos".
"¿Este diario es el Horrocrux de Voldemort?"
La profesora McGonagall miró fijamente el diario negro en la mano de Dumbledore con una cara severa.
"Sí, he confirmado que este es el Horrocrux de Voldemort, y, sería el primer Horrocrux que hizo", Dumbledore suspiró mientras se acariciaba la barba: "Tom sólo tenía dieciséis años en ese momento... debería ser el mejor estudiante Hogwarts ha visto alguna vez... Es una pena que un estudiante tan talentoso se haya desviado".
"¿Quieres decir que... Voldemort tiene más de un Horrocrux? ¿Has encontrado otros Horrocruxes además de este diario?" Preguntó la profesora McGonagall con incredulidad.
"No, sólo encontré este diario, más de un Horrocrux es sólo mi especulación, pero esa especulación... es altamente probable".
Dumbledore volvió a suspirar, preferiría equivocarse si pudiera, pero por desgracia, las probabilidades eran demasiado bajas.
"¿Es así? Albus, sólo encontraste este diario..." La profesora McGonagall entrecerró los ojos y preguntó casualmente: "Entonces, ¿Dónde lo encontraste?"
"Fue... en la pila de tuberías fuera de la Cámara de los Secretos".
Dumbledore percibió que la actitud de la profesora McGonagall parecía un poco fuera de lugar, pero inconscientemente contestó como había acordado anteriormente con Fish.
Entonces vio que una repentina mueca de desprecio se extendía por el rostro desgreñado de la profesora McGonagall.
"Pero, si no recuerdo mal...", La profesora McGonagall entrecerró los ojos y dijo lentamente: "Vi este diario en la bolsa mágica que le diste a Fish en las vacaciones de Navidad..."
La sonrisa en el rostro de Dumbledore se congeló, e inmediatamente giró la cabeza para mirar al gato que engañó al amable abuelo.
⊙ω⊙
El gatito parpadeó, y cuando escuchó a la profesora McGonagall mencionarlo, lo recordó...
Cuando la profesora McGonagall le había confiscado las botellas con la Poción Multijugos, había revisado su bolsa mágica, y este diario había estado allí.
"... jejeje~"
(●???●)?
Fish se frotó la nuca, le sacó la lengua a Dumbledore y luego evitó su mirada con culpabilidad muy hábilmente.
Dumbledore: "..."
"Ejem... En realidad puedo explicarlo..."
Ese pequeño bastardo Fish no tenía remedio, Dumbledore se aclaró la garganta y trató de hacer un último esfuerzo.
Pero tras encontrarse con la gélida mirada de la profesora McGonagall, abrió la boca y finalmente convirtió todas sus palabras en un largo suspiro.
"Lo siento, Minerva, me equivoqué".