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Capítulo 208: Interludio 1

"Supongo que robar está bien cuando te encuentras en una situación de necesidad"

Dijo Toru sosteniendo una copa de vidrio en su mano. 

Él acababa de robar esa copa de vidrio de una casa en la ciudad y ahora la estaba usando para beber el vino que le robó a Iskandar.

Sí, esa era la necesidad. Toru simplemente quería tomarse un pequeño descanso bebiendo algo de alcohol. 

El esfuerzo que hizo antes se llevó una gran cantidad de su maná.

Drip…

Drip…

"Haa… otra vez…"

Las lágrimas corrieron por su rostro. Él aún seguía procesando el hecho de que sus emociones seguían saliendo por su cuenta en forma de lágrimas.

"Nunca imaginé que doliera tanto"

Se dió cuenta de algo y negó con la cabeza.

"No… yo sé perfectamente que iba a ser de esta forma. Siempre supe cuánto duele todo lo que he vivido"

Basta de mentirse a sí mismo. La honestidad siempre es algo que le faltó, pero al menos debía ser honesto consigo mismo. 

Si dolía, él no iba a mentirse a sí mismo diciendo que está acostumbrado. Si se sentía triste, él no iba a mentirse a sí mismo diciendo que se siente bien y que no está sufriendo.

"Duele… duele mucho…"

Cerró los ojos con una leve sonrisa calmada, con lágrimas derramándose sin parar. Luego de eso, miró la copa en su mano y bebió todo el vino.

"Madre… Tu me lastimaste tanto. Aunque fue mi elección soportar todo eso. Así que, en gran parte, la culpa es mía por ser tan amable"

Fue un niño demasiado perfecto y puro. Fue de esa forma hasta que su cuerpo se manchó con el rojo sucio de su propia sangre y perdió sus emociones.

En fin. Tomó más vino del barril. Cuando terminaba una copa de vino, dejaba salir un suspiro cansado. Esos suspiros que solo los tiene un hombre mayor cansado llegando a casa después de una larga jornada de trabajo.

Al ritmo en que las lágrimas caen, Toru bebe el vino en paz. 

Sin embargo, la copa del vino se le cayó de la mano, golpeando el suelo y rompiéndose en pedazos.

"... Sabía que esto pasaría"

La mano de Toru se volvió semitransparente. 

Sintió un profundo cansancio que por un segundo lo hizo tambalearse, aún si estaba sentado. A pesar de eso, se forzó a sí mismo a permanecer en este mundo y el efecto de su cuerpo desapareciendo se apaciguó después de eso.

"Tengo que hacer algo al respecto. Si dejo las cosas de esta manera, el maná se me acabará y regresaré al Trono de Héroes"

Y eso era algo que él no se iba a permitir.

La única forma en la que un Assassin puede conseguir maná es matando.

Entonces…

Sus ojos brillaron con la luz del Shigan y enseguida desapareció envuelto en la estela negra de la noche.

-Castillo Einzbern-

"Deberías ir a dormir, Irisviel"

"Descuida. Quiero ayudarte"

Artoria trató de hacer que Irisviel descanse, pero ella en repetidas ocasiones rechazó la oferta. 

Ahora mismo Artoria buscaba el nombre de Assassin entre todos los libros que había en la mansión, pero había algo raro.

"No lo encuentro…"

Era como si ese muchacho nunca hubiera existido en este mundo. No había registros de su historia ni de sus hazañas. Simplemente no había nada sobre él.

"Aunque dijo que todos lo conocían y lo miraban…"

No. Artoria sabía que las palabras de Toru no eran mentiras. Ella pudo verlo en la sonrisa amable del muchacho y en cómo se rindió en sus momentos finales.

"¿Cómo puede alguien así ser un Assassin?"

No tenía sentido.

A los ojos de esta chica, Toru era merecedor de ser algo más que un Assassin. No solo era alguien que peleaba y mataba para cumplir sus deseos, había algo más profundo en todo eso y ella quería saberlo leyendo la historia de este mismo.

Pero no había nada. 

Asahi Toru no existe…

-Por Artoria-

Era un muchacho de mirada apagada, como si le hubieran arrancado el alma del cuerpo, pero había algo más. 

Busque y busque entre las páginas de los libros de historia. Intenté recordar algo de la historia que yo conocía, pero no encontré nada con respecto a él.

Un chico misterioso, enigmático en todo el sentido de la palabra. Su mirada era profunda, como si viera directamente dentro de tu alma. 

Aunque le ví la cara pocas veces, su apariencia se quedó grabada en mi mente junto al momento de su muerte.

Su cabello de color azabache. Sus ojos plateados como la brillante luna en el cielo nocturno. Su rostro con facciones elegantes y finas, como si fuera un muñeco perfecto, pero roto por dentro. Su piel maltratada por la batalla y sus manos lastimadas por el uso de sus armas.

Asahi Toru parecía volverse uno con las sombras, como si la oscuridad fuese su naturaleza.

***

"Él controlaba los elementos primordiales y podía potenciarse mediante una magia que le permitía absorber la energía presente en el aire. Además, estaban sus ojos…"

"¿Qué tal si buscas algo sobre sus Ojos Místicos, entonces? Debería haber algo al respecto"

"... Tienes razón"

Y Artoria siguió el consejo de Irisviel. 

Ella pasó por la puerta y segundos después llegó con una gran pila de libros en sus manos. El peso de los libros no era un problema para ella.

-En el cielo de esta ciudad-

"Rider… has estado callado desde que nos fuimos del Castillo Einzbern"

Iskandar suspiró. Dejando de lado a la niña que se hace llamar rey, lo de Asahi Toru era desconcertante.

"Asahi Toru… Ahora que intentó recordar, no conozco ese nombre. No ha existido un shinobi con las habilidades de ese muchacho"

"Uh… te refieres a lo que pasó hace un rato"

"Vi que tenías curiosidad por eso"

"Oh, bueno. En el momento si, pero ahora no se que pensar. ¿Alguien así puede ser un Assassin?"

"Hm… déjame explicarte"

Iskandar miró a Waver y recordó.

"Los Servants son invocados con una clase bajo ciertas condiciones. Su historia y sus acciones son parte de esas condiciones. Aunque la forma de elección para una clase aún no es del todo coherente, tengo mis propias teorías sobre eso"

"¿Entonces?"

"Verás…"

-Castillo Einzbern-

"Las siete clases de Servant"

Entre los libros que Artoria trajo, repentinamente cayó uno que mostraba la información sobre los espíritus heróicos y Servants que Kiritsugu usó para aprender sobre el Heaven's Feel.

"Oh. Recuerdo esto. Kiritsugu y yo leímos este libro juntos"

"¿Lo usaron para invocarme?"

"Más o menos. Usamos la información del libro para saber más sobre la elección de clases en los Servants"

"Ya veo…"

Artoria miró la descripción de los Servants.

Las clases son algo que permite que un Espíritu Heróico sea invocado reflejando las habilidades que este presentó en vida. 

Así que Artoria pensó que eso de alguna forma era cierto, pero…

"Yo soy Saber, pero Asahi Toru…"

Irisviel también se dió cuenta.

"Asahi Toru presentó habilidades fuera de la clase Assassin. Si tuviera que pensar, lo que él usó durante la pelea contra Rider debió ser una habilidad más relacionada a los Servants de clase Berserker"

"Exacto. Eso es algo que no pensé en el momento, pero viéndolo desde ese punto… no tiene sentido…"

¿Por qué un Assassin poseería tales habilidades? Se supone que las clases de los Servants se escogen en base a las habilidades que tuvieron en vida, entonces…

"Waver Velvet lo mencionó"

Irisviel apuntó la imagen del Servant "Berserker" en el libro. 

"Assassin se estaba forzando a sí mismo a usar esas habilidades"

-En lo alto del cielo-

"Assassin no tendría porqué poder usar habilidades de potenciación si su punto fuerte es el sigilo y la estrategia. A lo que quiero llegar es que el muy probablemente pudo haber sido invocado con otra clase"

"¿Otra clase? ¿Cómo Saber o Caster?"

Rider sonrió con calma antes de contestar.

"Berserker…"

"¿Uh?"

"Se dice que en esa clase están los héroes que perdieron el camino. Que se perdieron a sí mismos… Y si lo piensas con detenimiento es algo triste"

"¿Por qué?

"Yo considero a Asahi Toru un héroe digno. Peleaba por sus deseos y parecía querer proteger a alguien más. Vivir… su deseo es lo que un verdadero héroe querría"

"Así que él era un héroe"

"Y es triste pensar que el Santo Grial lo considero indigno de su título, dejándolo atrapado en la patética clase Assassin"

-Castillo Einzbern-

"Alguien que no fue digno de ser algo más que un Assassin…"

Artoria apretó las hojas del libro con fuerza. Para alguien que seguía la justicia y el orden, esto solo era una espina en su dedo. ¿Cómo puede ser posible que alguien como Asahi Toru haya sido tratado de esa forma por el Santo Grial? 

Aunque también sintió que había algo más extraño en todo esto.

El momento en que Toru atacó a Iskandar se proyectó en su mente.

"Vi algo. Cuando Assassin se levantó y atacó al ejército envuelto en llamas"

Irisviel ladeó la cabeza confundida.

"Era como si algo o alguien estuviera limitando lo que Asahi Toru podía hacer. Era como si lo tuvieran atado con cadenas y grilletes, junto a unas manos sombrías que lo sostenía del cuello"

Cómo si fuera un simple prisionero…

"¿Estás segura de que viste eso?"

"Puede parecer ridículo, pero se que lo ví. Y desde ese momento, por alguna razón, siento que alguien me observa. Hay algo raro en toda esta guerra…"

"Hm… podría ser…"

Irisviel pensó en voz alta. Artoria la miró, pero ella negó la cabeza para luego decir.

"No es nada. Pensé en algo tonto que no tiene sentido"

-En algún lugar-

Mientras Artoria pensaba en la injusticia de esta guerra, la sangre se derramaba en el suelo, donde los cuerpos sin vida caen uno tras otro.

Sus dagas gotean sangre. Sus ojos miran la muerte directamente delante de él.

Aquel que hará lo que sea para ganar está guerra.

"No importa si tengo que lastimar a otros"

Esa era su decisión. Lo que quiere es más importante que cualquier cosa en el mundo y va a conseguirlo incluso si, de ahora en adelante, tiene que sacrificar a gente inocente.

"No…"

De hecho, él recapacitó un poco en ese aspecto.

"La gente inocente no tiene nada que ver en esto. Pero…"

La gente que ha hecho cosas malas si, pues su castigo divino ha llegado.

"El siguiente en mi lista será… Kayneth El-Melloi Archibald… Si logro matarlo, podré obtener bastante maná para seguir existiendo"

Con la sangre de los reclusos manchando su ropa. Con las alarmas resonando a la lejanía donde los policías apuntaban con sus armas a lo que sea que se metió en esta prisión.

Un héroe que perdió el camino…

Encerrado en la jaula de su propia locura, pero libre en este mundo de magia.

Cuando sus ojos miraban a alguien, esa persona ya estaría muerta.

No es un verdugo, pero decidió convertirse en uno para conseguir su deseo.

Él Espíritu Heróico que no fue digno de ser más que un patético Assassin.

Sonrió mientras limpiaba sus dagas con las llamas de su magia.

Si… Este es el verdadero Asahi Toru. Aquel que ama la muerte. Aquel a quien la muerte ama.

"Sigamos trabajando y luego beberé un poco más de vino"

Esta noche de trabajo seguiría durante algunas horas más.

-Al día siguiente-

"Hm… creo que se me pasó la mano…"

Tal vez fue el calor del momento, cuando todas sus emociones se salieron de control. El rencor reprimido salió y causó todo esto.

"Al menos logré calmarme"

En lo alto del edificio, Toru vio cómo la policía se había desplegado en toda esta ciudad para buscarlo.

Causó demasiados problemas…

"No volveré a beber cuando me encuentre así"

Se sintió avergonzado de sus propias acciones. Aunque al menos no mató a personas inocentes así que no todo estaba mal.

"Bueno, les hice un favor. Me deshice de la gente mala. Aunque no es que yo sea un santo"

Desvaneciéndose en el aire, Toru suspiró.

"Dejaré esto como está e iré a prepararme para matar al siguiente Master"

***

Y esa misma noche algo pasó…

Un gigantesco monstruo se levantó entre el agua cerca del puente.

Tres Servants se encontraban allí y…

Assassin observaba esto en silencio.

Continuará…

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