Reencarno En The Walking Dead

– carajo ¿en dónde estoy *golpe* ahhh mierda duele – buscando torpemente en la oscuridad coloca su mano en una perilla empujando asia afuera para que los rayos de luz lo cegara por unos segundos

– ¿por que diablos estaba en un closet? o mejor dicho ¿en dónde mierda estoy? – después de que sus ojos se avían acostumbrado a la luz, con su mano sobando el dolor en su cabeza, noto que había salido de un armario para encontrarse en una habitación desordenada y sucia

– *observar* necesita una pequeña limpieza en este lugar – mirando la habitación para notar una ventana cerca de la cama, dando unos pocos pasos, llega para mirar la calle

– tengo un mal presentimiento, la calle está desolada *mirar* maldición no veo a nadie *mirar* *mirar* ohh al fin una per – antes de terminar la palabra mira detenidamente que la "persona" le faltaba el brazo izquierdo la mitad de su rostro avía sido arrancada exponiendo un poco del blanco del hueso, su ropa está echa un desastre con grandes manchas de sangre seca, caminaba torpemente arrastrando sus pies por el suelo

– no.... no puede ser.... ¿que mierda? – retrocede mientras sus ojos demuestran miedo, un sudor frío recorre su espalda, su corazón empieza a latir fuertemente, su cerebro trabaja lo más rápido posible para organizar y comprender lo que vio

– *inhalar, exhala* cálmate.... cálmate *inhalar, exhala* bien, hay tres cosas seguras la primera eso es un zombie, la segunda *mirar* *tocar* esto no soy yo, bueno no es mi cuerpo, con lo que me deja con la tercera..... este no es mi mundo..... mierda estoy jodido... pero espera ¿cómo llegué aquí? *pensando* *pensando*..... lo último que recuerdo es irme a dormir luego de terminar mis tareas de la universidad *pensando* nop nada se me ocurre – estando parado unos cuantos minutos mientras reorganizaba sus recuerdos – imposible no recuerdo nada más, bueno dejando eso de lado si lo que ví es real eso significa que estoy en un apocalipsis *suspirar* primero buscaré un arma, no quiero encontrarme a uno de esos mientras estoy desarmado –

Saliendo de la habitación y bajando las escaleras sin hacer el menor ruido posible, para entrar a la cosina *abrir* *buscar* *agarrar* (no es mucho pero servirá) después de buscar en unos de las gabetas, avía encontrado un cuchillo de cosina, siguiendo en su búsqueda encuentra una botella de Coca-Cola de 500 ml tirada en un rincón al lado de la nevera (bien puedo llenar esto de agua) con ese pensamiento vuelve a subir las escaleras para entrar al baño que enterior mente vio entes de bajar, al entrar quita la tapa de la poceta encontrándose está llena (algunas personas son muy idiotas en las películas de zombies dejando este tesoro escondido) llenando la botella para empezar a beberla saciando su sed *gluc* *gluc* *gluc* después de beber llena por última vez la botella para por fin irse, pero algo lo detiene

– increíble *tocar* tocar* ¿este soy yo? – mirándose fijamente en el espejo dando a conocer su nueva apariencia, una altura de 1,80, alrededor de 17 a 18 años su cabello de color negro su rostro estaba bien formado sin ninguna imperfección exepto una pequeña cicatriz en su ceja derecha, aunque teniendo una camisa de manga larga algo suelta podía notarce sus músculos entrenados y tonificados por el ejercicio pero lo que más llamo su atención eran sus ojos, eran de un color azul electrónicos claro

– ¡mierda! soy hermoso, lastima que esto no me sirva en este mundo *suspirar* – con un fuerte dolor en su corazón retoma su camino, bajando las escaleras para al fin salir de la casa (bueno por ahora caminemos al lado contrario de dónde se dirigió el zombie) con cautela empieza a caminar

Un tiempo después

– ¿cuánto tiempo llevo caminando? no e visto a nadie que no sea un puto zombie *suspirar* – quejándose por su mala suerte al no encontrar a nadie vivo – ni siquiera se en que parte del mundo me encuentro *suspirar* de verdad que mala suerte tengo [hey] [aquí] – al escuchar ese llamado su cuerpo se tensó, mirando a la dirección del sonido pudo ver a un hombre de entre 27 a 32 años, su cara estaba pálida con pequeños síntomas de desnutrición, vestía una bata de hospital azul claro, su abdomen tenía algunos vendajes con sangre en ellos, estaba sentado en unas escaleras de piedra mirando a mi dirección mientras utilizaba su mano para hacer algunas cellales

– ¿por qué me parece tan familiar – entre cierro un poco mis ojos para poder distinguirlo pero sin previo aviso un niño de entre 8 a 12 años golpea al tipo con una pala en la cara

¿?: ¡papá! ¡papá! le di al maldito, lo matare

¿?: Carl...

*disparo*

¿?: ¿te mordió?

¿?: no, no lo hizo pero me llamo Carl

¿?: ¿te hablo? sabes que ellos no hablan, dime ¿que es esa herida? ¿te mordieron? ¿te rasguñaron?.... habla maldición si no quieres que te dispare

– ¡hay carajo ya se en donde estoy! –

FIN DEL CAPÍTULO