Capítulo 642: La brecha en la estatua de la gente del agua
A pesar de su proximidad a Hogwarts, a ningún mago se le permitía ir a las aguas cercanas para recoger materiales mágicos.
La propia gente del agua no dominaba la magia ni las pociones, por lo que era menos probable que se interesaran por estas cosas.
A lo largo de mil años, varios materiales y hierbas de las aguas cercanas se habían acumulado hasta alcanzar una cantidad aterradora.
Cuando Ivan les hizo un regalo por primera vez hace dos meses, la gente del agua se mostraron encantados de intercambiar grafitos, guijarros, conchas y todo tipo de cachivaches para decorar.
Era difícil rechazar aquella oferta tan cariñosa; pero al final, Ivan sólo pudo aceptar a regañadientes los materiales mágicos y las hierbas que sacaron algunos de ellos.
La gente del agua estaban preocupados por no poder encontrar nada adecuado para intercambiar con Ivan. En comparación con los magos humanos, su pueblo era demasiado árido en cualquier sentido.
Al ver que Ivan estaba dispuesto a aceptar estas cosas, sintieron que por fin habían encontrado la dirección correcta. La gente del agua empezaron a recoger estos materiales mágicos por ahí para intercambiarlos con Ivan.
Con el tiempo, el asunto se fue extendiendo.
El número de gente del agua que conocían esta noticia fue creciendo, y había evolucionado hasta convertirse en lo que era hoy.
De hecho, aunque la gente del agua tenían un aspecto muy horrible, no eran criaturas oscuras realmente malvadas. No eran tan arrogantes como los centauros, que no se comunicaban con los humanos y sólo vivían en el pequeño círculo de su propio clan.
Por el contrario, la gente del agua eran muy abiertos y amistosos.
Conservaban el asombro y el anhelo por la magia, estaban dispuestos a entablar amistad con los magos humanos, y les gustaban especialmente los artículos fabricados por los humanos.
Por desgracia, había pocos magos que supieran hablar su idioma y estuvieran dispuestos a entrar en contacto con ellos, y los magos que podían comunicarse con ellos no hacían lo mismo que Ivan.
Aparte de él, ningún mago intercambiaría objetos con ellos por materiales mágicos para satisfacer las necesidades de la gente del agua.
En ese momento, apareció una extraña imagen bajo el lago.
Un gran grupo de tritones rodeaba a Ivan, con objetos mágicos preciosos y de valor incalculable.
Como hoy se celebraba un ritual en la colonia de la gente del agua, el número de ellos era mayor de lo habitual.
Flotaban alrededor de Ivan mirándolo fijamente. Sus ojos eran amarillos, al igual que sus dientes rotos.
Todos los tritones miraban de soslayo a Ivan, intentando mostrar su buena voluntad, pero parecían terribles sonrisas con malas intenciones.
De todas las cosas que traía Ivan, los espejos eran sus favoritos, ¡y los arrebataban con locura!
¡Había que decir que esto era realmente un poco inesperado! Ivan no estaba seguro de que estas gentes del agua no se asustaran si veían sus feas caras en los espejos.
Tras unas palabras de saludo, dejó irresponsablemente sus pertenencias en el suelo para dejar que la gente del agua eligieran por sí mismos.
Al fin y al cabo, eran muy dignos de confianza. Dejaban conscientemente los materiales mágicos para el intercambio en el lugar, a la espera de que Ivan los recogiera.
Ivan se dirigió al centro de la plaza y encontró al fuerte tritón que había aturdido con magia por primera vez.
Después de varios contactos, supo que tenía un alto estatus en la colonia de la gente del agua. Era un guerrero muy poderoso y era respetado.
Ivan le entregó los regalos que había seleccionado especialmente para él. El tritón dijo unas palabras, probablemente para expresar su gratitud a Ivan, y le invitó a su casa para conseguir los materiales mágicos correspondientes tras un determinado ritual.
"¡¿Qué es ese ritual que estás haciendo?!" preguntó Ivan directamente, escupiendo un montón de burbujas de aire.
"Es sólo una celebración tradicional", dijo el sireno con voz ronca y baja.
Su boca también escupió un montón de burbujas. El sireno hablaba muy deprisa e Ivan no pudo captar muchas palabras.
Pero el significado general estaba claro. Este tipo de ritual era heredado de los ancestros de la gente del agua, y debía realizarse una vez al mes.
Lo que le interesó a Ivan fue que le dijo que había rumores de que el ritual era originalmente un acuerdo entre los ancestros de la gente del agua y los constructores del castillo.
Con el tiempo, el ritual había evolucionado, hoy en día, hasta convertirse en una celebración de los ancestros y en grandes reuniones en la colonia.
En otras palabras, era muy probable que este asunto estuviera relacionado con la llave del tesoro dejada por Ravenclaw.
Ivan se interesó de inmediato. Después de charlar con el sireno, esperó a que comenzara el evento.
Más de una hora después, surgieron más y más tritones de todas las direcciones, y había más de quinientos.
Muchos de ellos no vivían en este lago, sino que se asentaban en otras aguas cercanas a Hogwarts.
Incluso en el lago central de la colonia de centauros había rastros de actividades de los tritones.
Venían de todas partes, y muchos de ellos miraban a Ivan con curiosidad. Le señalaban y susurraban con las manos sobre la boca.
Las cosas que Ivan había traído se habían agotado hacía ya cuarenta minutos.
Una variedad de materiales mágicos y hierbas se llenaron en sus dos bolsas de tela que habían sido extendidas por el Encantamiento de Extensión Indetectable.
Un gran número de tritones flotó sobre la plaza de la aldea de la gente del agua, y un espectáculo muy extraño apareció frente a Ivan al comienzo del ritual.
La gente del agua nadaban en círculo y algunos de ellos comenzaron a cantar al unísono.
Sonaba muy extraño, pero era muy agradable. Era totalmente diferente a la voz normal de la gente del agua.
Incluso el lenguaje parecía ser diferente. Ivan no podía entenderlo, pero esta maravillosa canción era una canción en su impresión.
Bailaron y cantaron alrededor de la plaza. Aunque estaban en las profundidades del frío lago, el ambiente era cada vez más cálido.
El llamado ritual antiguo parecía ahora una gran celebración.
La gente del agua pidieron a Ivan que se uniera a ellos, y bailaron lentamente a lo largo de un camino especial.
Justo delante de la plaza, se alzaba una especie de estatua tosca; un triton gigantesco tallado en una roca.
Cuando la actividad ritual alcanzó su punto álgido, Ivan comprobó que una extraña oleada de magia comenzó a aparecer en todo el espacio.
No había magia en la propia gente del agua ni en su canto. Ivan lo había confirmado.
Pero estos cantantes parecían ser capaces de resonar con la gigantesca estatua, lanzando una extraña magia, una magia que sólo la gente del agua podían utilizar.
Aunque no era muy potente, el sonido retumbante seguía resonando dentro de la estatua.
Ivan se detuvo y miró con recelo la enorme estatua.
"¡No te preocupes!", dijo un tritón a su lado con una sonrisa, mientras seguía bailando.
Al cabo de un rato, apareció un profundo hueco en la cola de la estatua del tritón, como si se hubiera abierto una puerta y el lago se hubiera metido rápidamente en ella.
La gente del agua no entraron, todavía bailando y dando la bienvenida, pero le indicaron a Ivan que podía entrar.
Ivan dudó un momento, nadó hasta el hueco y miró dentro a través de la luz del exterior.