Capítulo 121: La trama de Lucius

Durante un rato, nadie habló, el pasillo estaba muy tranquilo, e Iván pensó que ya se habían ido.

Entonces, volvió a oír un sonido. Fue el grito resonante y fuerte de Hagrid.

"Baja la voz, Hagrid, despertarás a los dos niños que están dentro", dijo severamente la profesora McGonagall. "Sé que estás preocupado por ellos, pero ¿puedes calmarte un momento? ¡Ha pasado una hora desde que volvimos de Hogsmeade, y sigues llorando!"

Hagrid se enjugó las lágrimas con su gran pañuelo y trató de calmarse. Su triste grito fue reprimido en un gemido, sonando aún más incómodo.

Iván se movió un poco, y la señora Pomfrey caminó hacia él desde el final de la sala oscura. Se giró para mirarla.

Le dio el trozo de chocolate más grande que jamás había visto. Parecía más bien una pequeña roca.

"¡Ah, estás despierto!", dijo la señora Pomfrey, poniendo el trozo de chocolate en la mesa junto a Iván y comenzando a romperlo con un pequeño trozos.

"Tengo algo que decirle al director." Iván se sentó en su cama.

"No creo que sea lo mejor para ti. Ambos están absolutamente exhaustos, tanto física como mágicamente. Será mejor que te acuestes en la cama y esperes hasta que crea que estás bien".

"No, esto es muy importante." Iván recordó el ominoso diálogo entre Greyback y su compañero Enmascarado. Era obvio que estaban planeando hacer algo realmente malo.

Iván saltó de la cama, al igual que Hermione. La señora Pomfrey quería detenerlos, pero sus voces ya habían llegado a los que estaban en el pasillo, Dumbledore, Cornelius Fudge, la profesora McGonagall, el profesor Flitwick y Hagrid. Los cinco entraron inmediatamente en la sala.

"Iván, Hermione, ¿cómo están ahora?" Hagrid corrió con ansiedad, abrazando fuertemente a ambos, con lágrimas de tristeza cayendo sobre su enredada barba. Él sollozó y dijo: "Todo fue culpa mía, bebí demasiado y me llevó un rato reaccionar después de oír el aullido del hombre lobo".

"¡Somos todos iguales, Hagrid!", dijo la profesora McGonagall. "Todos somos responsables de este asunto. Deberíamos haber respondido más rápido."

"¿Quién hubiera pensado que en Hogsmeade, este tipo de cosas sucederían en Nochebuena? Pero ahora que estamos aquí, no le molestaremos. Será mejor que se recuesten". Fudge se volvió hacia Pomfrey, preguntándole si comieron chocolate.

"Espere un momento ministro, tengo algo que decir." Iván miró a Dumbledore y dijo apresuradamente: "Los que nos atacaron a mí y a Hermione, parecen estar tramando algo. Mencionaron hombres lobo y muggles..."

"¡Sí!" Hermione asintió apresuradamente. "Parece que hay una reunión de hombres lobo, y van a atacar a los muggles."

"Chicos, deben haberlo oído mal." La expresión de Fudge cambió cuando escuchó a Iván y Hermione, y parecía incómodo ante ambos. "Debe ser ese ataque lo que os ha confundido el cerebro a los dos. Greyback, ese horrible monstruo, debe haberlos aterrorizado".

"¡No tengo miedo y no estoy confundido!" dijo Iván irritado. La actitud indolente de Fudge le molestaba mucho.

Podía sentir que todo lo que el Ministro quería era tranquilidad.

Si fuera cierto que hay hombres lobo que están conspirando para atacar a los muggles, tal cosa seguramente traería pánico a todo el mundo mágico. Era mucho más serio que la fuga de Black.

Después de todo, Black era sólo una persona, pero los hombres lobo eran cientos.

Si lo que Iván y Hermione dijeron realmente iba a suceder, esto llevaría a las multitudes furiosas a sumergir al Ministerio con quejas. Fudge probablemente terminaría perdiendo su asiento. Esto ciertamente no era algo que él quería ver.

"Chicos, sé lo que han soportado" Sus labios se movieron con dificultad para mostrar una sonrisa a regañadientes. "Lo que tienes que hacer ahora es quedarte en cama y descansar hasta mañana por la mañana. Entonces sus mentes volverán a ser claras..."

"¡Mi cabeza está muy clara ahora, y sé de lo que estoy hablando!" Iván dijo en voz alta: "Ministro, el ataque está lejos de haber terminado. Alguien había planeado todo esto entre bastidores. Sólo Greyback vino a Hogsmeade, y los otros hombres lobo fueron..."

No terminó sus palabras cuando la señora Pomfrey de repente le llenó la boca con un gran trozo de chocolate.

Él estaba aturdido y ella aprovechó esta oportunidad para obligarlo a volver a la cama.

"¡Caballeros!" dijo Madam Pomfrey con exasperación. "Debo insistir en que se vayan. Estos dos niños son mis pacientes. ¡No deberían molestarlos!"

"Oh, no estoy molesto. Les diré lo que pasó". Iván forzó desesperadamente el gran trozo de chocolate en su garganta.

"Profesores, lo que dijo Iván es cierto. También oí al hombre lobo diciendo estas cosas." Hermione le siguió rápidamente.

"Por el amor de Dios, ¡deberías apresurarte a recostarte!" La señora Pomfrey se volvió y miró a Dumbledore y dijo histéricamente. "Director, por favor, váyase de inmediato. Estos niños necesitan atención. ¿Es este el lugar adecuado para esto? ¿En el hospital? Debo insistir..."

"Lo siento, Poppy, pero creo que es necesario que el Sr. Mason y la Srta. Granger continúen", Dumbledore dijo con calma, mirando cuidadosamente a Iván a través de sus anteojos semicirculares, "Cornelius, creo que la información que dieron es muy valiosa, y que las acciones de Fenrir Greyback esta noche fueron muy sospechosas."

"Está bien, está bien, Albus, ya que tú lo crees, entonces yo...", Las palabras de Fudge aún no habían terminado, y la puerta de la sala estaba abierta. Snape, que llevaba una túnica negra, y Lucius Malfoy, que también envolvía fuertemente su cuerpo en una capa negra de viaje, entraron. Las caras de ambos hombres eran sombrías.

"¡Buenas noches, caballeros!" La cara de Lucius tenía una fría sonrisa.

"Malfoy, ¿qué haces aquí?" Hagrid se levantó y miró a Lucius con su cabeza grande y peluda. Gritó con enojo. "Vete y deja Hogwarts. ¡No eres bienvenido aquí!"

"Mi querido amigo, por favor, créeme. Si no fuera una emergencia, no habría venido aquí. Yo tampoco estoy muy contento de estar aquí". Lucius miró con desdén a Hagrid, sonriendo y diciendo: "Por favor, ten cuidado con el uso de las palabras. Hace tres meses, el Hipogrifo que usted crió, atacó a mi hijo en su clase. Tenía razón en..."

"¡Está bien, querido Lucius! El Comité para la Eliminación de Criaturas Peligrosas se ha ocupado de eso. Le darán una declaración a su debido tiempo." La mano de Fudge se limpió el sudor de la frente y no quería que Malfoy siguiera hablando.

Gracias a la intervención de Newt Scamander y su asociación, la opinión pública en torno al incidente había estado ejerciendo mucha presión sobre él, y no había necesidad de complicar más el asunto.

"¡Por supuesto, ministro!" Los ojos de Lucius miraron a Dumbledore, y luego se volvieron rápidamente hacia Fudge. "Ese pequeño percance no es un gran problema. De hecho, tengo cosas más urgentes. Me enteré por el ministerio que usted estaba aquí y le pedí a Severus que me trajera. Espero no estar molestando a nadie. Dumbledore, no te importa que no te haya avisado de mi llegada, ¿verdad?"

"Por supuesto que no. Hogwarts siempre está abierto a la gente de buena voluntad. Ven cuando quieras." La voz de Dumbledore sonaba muy educada, pero chispas de ira se podían ver en sus ojos azules.

"Gracias por su comprensión. Acabo de enterarme por Severus que un desafortunado ataque ocurrió en Hogsmeade. Dos estudiantes fueron atacados por un hombre lobo que había aparecido de repente". Los ojos grises de Lucius parpadeaban al mirar a Iván y Hermione.

Iván comprendió inmediatamente que él era el que había planeado todo esto.