¡Que lo sepa!

Ding.

Después de enviar el mensaje, Victoria se dispuso a abandonar el Lago Inmortal. Pensó que Jiumo Kasyapa le respondería al menos por la mañana, pero no esperaba recibir la respuesta de Jiumo Kasyapa tan pronto.

Con el permiso de Jiumo Kasyapa, Victoria le llamó de inmediato.

—Maestro Jiumo, siento molestarle tan tarde por la noche.

Victoria se disculpó de inmediato.

Jiumo Kasyapa dijo: 

—Señorita Victoria, es usted demasiado cortés. He estado cantando escrituras para expiar los pecados de un anciano que acaba de fallecer en la India. Ahora que la expiación se ha completado, no hay necesidad de sentirse mal por molestarme. Me pregunto de qué quiere hablarme la señorita Victoria.

Victoria también fue muy directa. 

—Maestro Jiumo, le llamo porque tengo algo que pedirle.

Jiumo Kasyapa preguntó: 

—¿Oh? Si hay algo que pueda hacer por ti, por favor, házmelo saber.

Victoria dijo: